Pues claro que el físico importa. No solo en relaciones socales o sexuales, sino también en temas laborales (sobretodo cara el publico). Engañarse con eso es ser ingenuo, no hay más. En una sociedad que se rige casi completamente en las apariencias, ya no puramente físicas, sino formales o estéticas, la imagen que proyectas a los demás, y por ende, tu físico, es muchísimo más importante que tu personalidad, sobretodo en los primeros momentos.
Si a un físico poco agraciado, le sumas una personalidad de mierda y una autoestima por los suelos, como viene siendo mi caso (ya ni tan siquiera contando la ginefobia), el hecho de no gustar a nadie, y en especial a las chicas, es el pan de cada día. Por eso refugiarse en uno mismo, evitando miradas que te juzgan nada más verte, se ha vuelto mi mejor defensa.
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