Cita:
Iniciado por Vergui
Steve, yo estoy de acuerdo en lo que has dicho, pero hay una cosa que no me convence del todo, ¿cómo se puede ser feliz estando sólo en la vida y sin recibir amor de otra persona ni tampoco darlo. El amor es la cima de la felicidad, quien ama y es amado es feliz y vive feliz, los que no lo tenemos ni lo hemos conocido nunca, no podemos aspirar a llevar una vida plenamente satisfactoria.
En eso estoy totalmente de acuerdo con la izquierda, pero hay una cosa que nunca entenderé de ellos, ¿por qué ese odio hacia la religión cristiana y hacia Dios en el pasado? En eso si que es verdad que no coincido, pues yo sí que creo en Dios, pero por lo demás me parecen fantásticas las demás ideas que tienen los de izquierdas (lo de la igualdad de clases, favorecer a los pobres para que dejen de serlo, igualdad de derechos y mismas oportunidades y privilegios para todo el mundo, defensa de nuestra naturaleza -bosques, animales, etc.-)
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Exacto, Vergui, sin amor no puedes alcanzar la verdadera felicidad. Y como nuestro amigo Fromm dijo el amor es una
acción y consiste en dar de sí mismo todo lo vital de tu ser, porque la felicidad está en
dar y no en recibir. La esperanza está en producir amor en los demás, lograr la fusión interpersonal y así superar el estado de separación. Cuando fracasas en el intento, es una desgracia y sobreviene la locura. Por eso tenemos miedo. Imagínate que para la gente "normal" es casi imposible conseguir esa facultad en la sociedad moderna, ¿de a cómo nos toca a nosotros?
Y como el amor y la felicidad consisten en dar de sí mismo (material y espiritualmente), es que la pobreza y la miseria son las mayores aberraciones e injusticias que nos deberían avergonzar como sociedad. Si el pobre ni siquiera puede satisfaer sus necesidades materiales más elementales, ¿cómo mierda podría disfrutar de la felicidad de amar y dar de sí? No puede dar lo que no tiene.
Por último, respecto a Dios, en occidente existe una contradicción fundamental entre la visión del mundo Cristiana y la visión de mundo Marxista en el campo filosófico. Como decía Henri Lefebvre, la concepción cristiana católica, es idealista y metafísica, tal como fue elaborada por Santo Tomás. En cambio, la concepción Marxista es materialista y dialéctica y por lo tanto, atea. Tú sabes, la larga disputa entre el Idealismo y el Materialismo (filosófico y no vulgar) desde la Antigua Grecia. Pero de ahí se pasó a la demagogia, la intolerancia y el odio de ambos lados. Ahí tienes el ejemplo de España.
Yo soy marxista revisionista en la línea de Eduard Bernstein. Sin embargo, también soy cristiano pero no católico ni de ninguna otra denominación. El problema es que en la práctica la Iglesia Católica ha sido siempre un agente político identificado con una clase social, la Iglesia es por esencia clasista y no católica (universal). Es recalcitrantemente conservadora (por su concepción metafísica) y es parte de las fuerzas de choque de la plutocracia.
Sin embargo, a mí me agradan los Jesuitas. Como dijo Octavio Paz:
"San Ignacio de Loyola es el santo patrono de los Jesuitas y de los Marxistas"