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El clásico 'Fue ayer y no me acuerdo' a veces nos regala increíbles experiencias sexuales. Sexo de una noche, con alguien al que apenas le conoces el nombre. No identificas su aroma, no podrías definir su sabor, no eres siquiera capaz de estimar la fuerza de sus movimientos... No sabes cómo te lo hará, no sabes qué le gustará...Te costará abrazarl@ al amanecer, pero mirando el techo de la habitación quizás sentirás que fue extraordinario, pero ya se acabó.
Todo comenzó en una discoteca. Ella y él se miraron, bailaron y bebieron. Ella se le acercó tanto que él podía sentir sus pechos redondos y firmes. Él se aburrió de disimular esa erección que quería romperle el pantalón. Ella y él salieron abrazados y besándose del lugar, diciéndose palabras y palabrotas, dispuestos a tener sexo y no pensar.
Ella le dijo que estaba 'picada', pero tampoco tanto, piensa él, recapitulando aquella madrugada de enero, cuando la música los acercó fugazmente.
Él cuenta que había tomado poco, que era consciente de sus deseos, y su única meta era acostarse con ella. Se llamaba Iris. Nunca más la volvería encontrar, pero en sus recuerdos está presente, lástima -dice- que a la mañana siguiente llegara a casa con un mordisco rosa en el cuello, que casi le cuesta el divorcio.
El sexo de una noche deja contento el cuerpo, cuando uno se acuerda de protegerse en medio de la arrechura del momento, lo cual revela responsabilidad y prudencia.
El sexo de una noche, cuando estás con pareja, puede causarte problemas. A veces es una mordida (o el popular chupetón), y otras una marca de lápiz labial en la camisa, o una trusa en el auto, refundida en ese lugar que seguro solo tu mujer alcanza a ver.
Pero a lo que vamos es a la experiencia: ¿Buena o mala?, ¿Fácil de olvidar?, ¿Intrascendente?
Ocurren experiencias de las más diversas, algunas acarician tu corazón, y otras te causan terror, te desubican, te hacen pensar que no debiste portarte mal.
Alguna vez me encontré con alguien demasiado rudo o frío para mi gusto. Buen sexo, pero desconocido, extraño, y sin feeling. No me arrepiento, pero quedó en el pasado, como algo irrepetible que me obliga a plantearme en cualquier noche loca que prefiero el sexo con feeling.
que opinan del tema, han hecho algo asi?
