¿Ser amigo de uno mismo cuenta?
Normalmente la gente más agraciada me da más asco que el resto, no por nada personal, sino porque el ser guapo implica una conducta más "alfa" y eso es lo que me repatea y me echa para atrás.
Tanto es así, que a mí (que no soy feo, pero tampoco soy la divina proporción) me han tratado de buenas a primeras como si fuera un tio seguro de sí mismo, lanzado, cuando poco después por mis maneras se han llevado el hachazo en la cara. La gente asocia el físico o el cuidado personal como una señal de "alta estima".
Por eso los "feos" (algo relativo) suelen darme más simpatía y buenas vibraciones.