Llevo toda mi vida siendo mi mejor amiga, en el más absurdo sentido de la palabra: hasta quienes se parecen a mí no le llegan a los talones a mí misma. Así que, sí, sería amiga de mi misma, en caso hubiera algo así como una coincidencia cósmica donde mi otro yo y yo compartiéramos un mismo espacio. Eventualmente, trataríamos de matarnos mutuamente, pero eso no cambiaría nuestro estatus BFF.
PD: el problema es que soy el tipo de persona con la que mi padre no quiere que me junte.
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