Evidentemente, es más fácil relacionarse con gente que tenga nuestras características que con gente que no. No es tan extraño, a fin de cuentas, todas las personas se relacionan con otras que tengan características comunes a las suyas. Aquello de "los polos opuestos se atraen" queda muy bien como eslogan, pero más falso que Judas (suponiendo que Judas fuera falso que eso tambien se discute...
).
Ahora bien, no mitifiquemos. La fobia social tiene mucho de paranoia y mezclarse con otras personas paranoicas puede ser contraproducente. Al principio puede funcionar, pero con el tiempo puede que las carácteres de cada uno se hagan difícilmente compatibles. Cada persona es un mundo y en el caso de los fóbicos como nosotros, un mundo muy extraño.
Está claro que con gente muy extrovertida, por lo menos yo, no puedo relacionarme. Me causan un enorme cansancio y me tocan las narices (y eso siendo fino). Y la gente como nosotros es una salida para realizar determinadas actividades, siempre manteniendo una prudencial distancia. Para explicarlo en términos estratégicos, no podemos ser amigos ahora sí aliados. Lo cual es diferente. [/i]