¿Es un error de concepto? El tiempo apremia. A veces pienso que no puedo estar toda la vida esperando a conseguir las cosas que deseo (tampoco lamentándome por las del pasado), para llegar a esa meta que llamo felicidad. Van pasando los años y la infelicidad sigue siendo mi fiel compañera. Creo que la vida es demasiado valiosa y corta para desperdiciarla en esas esperanzas y comecocos. Es una pérdida de tiempo y de salud. Además, no creo que haya que buscarle el sentido a la vida, pues no lo tiene. La vida está hecha para ser vivida, no para ser comprendida.
Tenemos que hacer como los animales, vivir, y punto, como si no existiera ni el pasado ni el futuro, ni los deseos… (dentro de un orden vital y moral, lógicamente). Creo que me tengo que sugestionar y me tengo que esforzar para convencerme a mí mismo de que soy feliz. Quizá sea algo que se entrene. Seguro que es un condicionamiento que se puede ir practicando día a día. De ese modo, con las herramientas con las que me ha tocado vivir en el taller de la vida, tendré que apañármelas.
En este ecosistema donde me ha tocado vivir, he de adaptarme, como animal que soy, y la mejor forma es autoconvencerme de que soy feliz.
Quiero pasar del autoengaño al autoconvencimiento. ¿Creéis que es posible? No tengo nada que perder. De hecho la felicidad es una sensación subjetiva, y las cosas subjetivas son susceptibles de inducción y modificación. Además, como dice Punset, la felicidad es la ausencia de miedo y está en la sala de espera de la propia felicidad. Quizá sea cierto y la felicidad esté en el camino, no en la meta. No recuerdo haber sido feliz nunca, pero creo que es un problema inherente en mí, de mi pobre personalidad, que me hace no disfrutar de la vida. Pesimismo, indecisión, incertidumbre y arrepentimiento son mis joyas de la corona. Yo concibo la felicidad como el equilibrio de las cosas: un poco de esto y un poco de aquello. Si esto no es posible, el equilibrio ha de encontarlo uno mismo. Sin embargo, si uno es un desequilibrado, como yo ¿se puede llegar a ser feliz? ¿hay personas condenadas a ser infelices?
Hay personas que afirman que no hace falta ser feliz, que la vida hay que pasarla como se pueda. Quizá tengan razón: muerto el perro se acabó la rabia. O quizá la felicidad sea la asunción de la infelicidad, pero en ese caso ¿se puede hablar de felicidad real? Yo por mi parte no me resigno a ello y busco la sensación de bienestar, paz interior y seguridad en mí mismo, que yo asocio a la felicidad. ¿Será esa búsqueda obstinada la clave de mi infelicidad?
El tiempo se me echa encima, quiero ser feliz, y no puedo depender de
terceros acontecimientos para que esto suceda. Tendré que encontrar esa tecla mágica. Para ser infeliz siempre hay tiempo, no hay nada que perder. Mi salud está en juego, tengo que fabricarme el medicamento de la felicidad como sea, ya que ninguna farmacéutica podrá adivinar mi receta. Ya sé que la felicidad no se elige: se tiene o no se tiene, pero creo que algo al respecto se puede hacer. Las cosas van a transcurrir igual tanto si estoy bien como si estoy mal, de modo que es mejor decantarme por estar bien, para pasar mejor por este trance que es la vida. Puede ser más divertido.
