Cita:
Iniciado por espiritulibre
Eso creo yo también. Desde la infancia nos dan a entender que debemos ser sociables y relacionarnos. Tenemos una especie de fuerza interior que nos dice que nos gusta la soledad, la individualidad, y entramos en conflicto por la lucha entre la fuerza exterior de la sociedad y la nuestra propia.
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Pues yo no lo creo así. ¿Por qué la necesidad de soledad ha de estar reñida con la sociabilidad? Sieeeempre tendemos a ser radicales, extremistas, absolutistas, llamadlo como querais. Pues no, un día me apetece estar solo, pero tal vez al otro día quisiera ser capaz de relacionarme con alguien. ¿Acaso la gente extrovertida siempre quiere marcha? Yo no lo creo.
La fuerza interior de la que hablas puede ser tanto la que nos hace recogernos en nosotros mismos y buscar la soledad, como la que otro día nos impulsa hacia el exterior y quisieramos relacionarnos. No hay fuerza exterior alguna, lo que hay son presiones y miedos. Presiones en general exteriores en forma de responsabilidades, de compromisos, de obligaciones etc, y miedos a cosas de fuera que sentimos en nuestro interior. Confundimos a menudo el querer estar solos con los miedos que sentimos; claro, es más humillante y frustrante admitir y sentir que es por miedo que queremos estar solos, que creer que es porque somos seres solitarios. Si uno fuera un ser solitario, amante de la soledad, ¿por qué le iba a doler estar solo?
No sé, el recurso del vencido es creer que aquello que le ha derrotado es ineludible, es congénito, forma parte de uno mismo. Así, el que es derrotado por el miedo a socializar cree que no socializa porque es un ser que ama la soledad. Una prueba; el que realmente ama la soledad no por miedo sino porque está a gusto, puede relacionarse, socializar. Se aburrirá o le disgustará... pero no sentirá miedo ( y aún así el miedo muchas veces se disfraza de incomodidad, aburrimiento, nervios, etc, por que resulta más fácil admitir aburrimiento o incomodidad que el miedo, porque el miedo es retroactivo, se siente miedo del miedo... )
En fin, ánimo y adelante Myrna, no veas la montaña sobre todo. Ves poco a poco, proponte pequeños retos aunque te parezcan tontos. Y sobre todo, si es tan grave lo que sientes, no lo dudes y ves a un buen psicólogo, que ayudan mucho
¡Un saludo!