Cita:
Iniciado por NihilObstat
Depende de a lo que hayamos estado acostumbrados en nuestra vida.
Si en toda nuestra vida jamás hemos socializado, jamás hemos tenido amigos, pareja etc. uno termina por acostumbrarse y no le hace falta nadie más para llevar una vida lo más llevadera posible.
Si en el pasado hemos tenido amigos, pareja etc. se hace duro y difícil de llevar el intentar tener una vida digna y llevadera sin apenas relaciones sociales.
Queda muy guay el ir de antisocial por la vida, pero el ser humano es SOCIAL por naturaleza, y es las vivencias de la misma lo que lo convierten en lo contrario.
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En cierto sentido has repetido mi tesis, pero con una carga de anfibología. La cuestión esencial es discernir cuál de las dos pulsiones prevalece, porque de hacerlo la social, no importaría que el sujeto hubiese estado carente de trato humano durante su vida porque en sus genes estaría marcado por el deseo de contacto con otros de su especie. Ni la costumbre podría acabar con ese anhelo porque es ínsito a su condición.
Por el contrario, si, como sostengo, la gran ventaja del ser humano es su capacidad de elección, el no estar definido por ningún canon, no "ser finito" nada más nacer, etc...Un sujeto puede domeñar perfectamente sus instintos primarios para socializarse entendiendo que su vida es más cómoda y feliz (¿por qué no?) de esta manera. Ya sea por habituación o por voluntad ante un entorno que juzga hostil o poco atractivo.