Mi caso es que yo los utilizo constantemente, sin poder o querer evitarlo. La ironía, ni me doy cuenta. Muchas veces, digo lo contrario de lo que pienso ya como frase hecha, que analizo luego para descubrir si era irónica o no. Y el sarcasmo, qué haría yo sin el sarcasmo. Lanzo dardos envenenados siempre que puedo. Claro que no tanto como otros miembros de este foro...
Tú mismo lo has dicho, es una ingenuidad el no soportarlos. Con un poco de exposición a ellos se supera.