Gracias por las respuestas, no esperaba tanta empatía.
Cumpliré 26 este en un mes y tengo tantas teclas que no sé por dónde empezar, pero creo que todo se remonta a una infancia sobreprotegida y a querer complacer a mis padres.
De pequeño hablaba muchísimo y fui muy buen estudiante, pero era muy inseguro y en los primeros años de instituto lo pasé fatal. Integración mínima, fui el pringado de la clase, empollón, torpe y objeto de burlas. Me sentía incapaz de conseguir absolutamente nada con ninguna chica.
A los 14-15 la música me sirvió de escape, me dio mucha confianza y autoestima. Fui cambiando de compañías, experimenté muchísimas cosas, me abrí mucho socialmente, pero fui dejando en el camino a algunos amigos y despreciando a otros. Me aparté de gente que hoy me gustaría tener a mi lado.
Pasó el tiempo y empecé mi carrera con ganas, pero la música me consumía demasiado tiempo y atención. Al principio me desentendí de la responsabilidad de los estudios, me dejé llevar, y dediqué un esfuerzo discreto a unos estudios bastante exigentes. Fue un placer por unos años. Pero ha pasado el tiempo y por una serie de circunstancias ahora me encuentro solo, sin pareja, sin amigos, en un ambiente familiar enrarecido (MUY enrarecido) y enfrentado a un proyecto final de la carrera que me siento incapaz de sacar adelante.
Hoy vivo más pendiente de las luces de mi pasado reciente que del día a día o lo que me traiga el futuro. Me esfuerzo en aparentar normalidad de forma compulsiva, ante compañeros de trabajo o ante la familia, y envidio las vidas de la gente que cuelga su día a día en facebook. Envidio los éxitos de los demás, a veces me complacen sus fracasos y me siento miserable al darme cuenta de ello.
Siento el ladrillo, gracias a cualquiera que se haya tomado la molestia de leerme. Nos leemos, ánimo.
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