Mercado “El observatorio” (prosa)
El escriba, o escribiente, que está harto de bolígrafos y plumones, de la tinta de sus pulmones, de escritorios baratos…
Llega a su localidad, este ilustre mercadillo, con toda variedad, para aligerar su bolsillo.
El mercado del observatorio tiene, stock permanente de relojes de arena, ¡sin cuerda ni horario!, hacen que ver pasar el tiempo ¡merezca la pena!.
Servicio nocturno, damas y caballeros.
Niños y niñas… vean nuestra invención y distinción, de negros agujeros, sobre los que altos enanos mean. Agujeros negros de ocasión, más vale un agujero negro que… me ha agujereado un negro.
El mercado “El observatorio”, cumple sus sueños del autómata propio.
En los estantes de este mercado, hay una muñeca que le espera, desde 1924.
Hagamos el humor, y no la piedra. Porque, todo artilugio tiene su san Fermín.
Los clásicos nos enseñaron que:
“Ergo sapiens, erguidus tuos est”.
Y a su vez que “Implantum aparatus, pelea jacta est, envidium locatis”.
Acérquense por tanto, a que les implantemos su aparato, de acero, metralletato o de aceitato. Se le alegrarán las puercas… es decir, las tuercas.
¡Damas y caballos! (damos y caballas)
Autómatas y payasos (automóviles y funambulescas)
Lamas y lapiceros (chinos y lapideros)
¡Ñoños y piñas! (coños y mingas)
Jóvenes… ¡y jóvenas!... (me corto las venas).
Amigos míos:
Nunca, de los lejanos jamases, nadie osó, ni tigró, a refrutrar, la calidad y el nivel óptimos de la tesitura de nuestros materiales maternales, empleados en la elaboración laboriosa y labotigra, de nuestros inventos.
Y lo mismo en cuanto a la impecable terminación de cada alfeñique alfazaque mecánico luminiscente.
Vea nuestra lista de precios, y ría a pierna suelta, como cuando terminan las vacaciones de sus niños.
Por solo 22€, usted puede (debe) comprar una caja de música a vapor, o unas alas de membranas en verde eléctrico y azul cobalto, o un par de ojos mecánicos con estigmatismo para ver más allá de su propia nariz, o unos majestuosos espejos parlantes, o un cristal de opalina, o una jaula con 2 tórtolas siamesas, cachivaches a cuerda (o barcos de papel con agujeros).
Otro ejemplo, por 5000: Usted puede/debe comprar, un amigo imaginario con manos desmontables para abrazarlas por las noches y que le acaricie en sueños.
Cada viernes, de cada año luz, liquidamos un Edison de holograma, un colibrí mecánico, un estambriuy, un cuervo mecánico, una cortinilla musical para sacarle de apuros, una rana psicoanal lista y una rana de cuero negro (Masoranitas Plis and plas).
Compare nuestro catálogo de precios con otros, quedará estupefacto y se le detendrán las tuercas, al observar que el nuestro es el más económico, en todo tipo de artículos, artilugios y materiales.
Joven estudiante, ten siempre un rio de canicas cobalto a mano, para enseñarle a los que dicen que cuando el rio suena… agua lleva.
¿Sufre mal de altura?, ¿aerofagia aguda?. Compre nuestros magníficos visores “Imaginería de ciego”, y monte en el globo sin miedo.
Ponga a punto su coraza y su corazón, con nuestras fantásticas varillas para dar cuerda “cuerdillas”, las varillas que usaba el hada madrina de Steamcienta. Lujo garantizado.
Botines y mocasines, “Voladura”. Realice todo tipo de cabriolas y de piruetas con nuestras Voladuras. Señora, si quiere divertirse, sujétese bien el moño y las calcetas. Fabricadas de la mejor calidad, en exclusiva para nosotros, por los hermanos Pi y Sotón.
Señor Bartolo, ¿harto de su vecino?, apúntelo con nuestro disolvorayo, directo al bolo. Y juegue a esos tiempos futuristas que recrean en los tiempos no utópicos.
Vendemos zepelines desde tiempos inmemorables, repartimos a todas partes del mundo, pero luego… no nos culpe a nosotros de que esté desgastado.
Y por encima de todo, o si lo prefiere entre por debajo, ojee nuestro producto estrella. ¿Está hato de nuestra ucronía?, le gustaría honrar literalmente a sus antepasados, darle un bofetón a algún griego trasnochado… coja aire, amigo de las desventuras… Máquina del tiempo “Re-bobina”. Hará sus sueños realidad.
Pero por favor, no vengan buscando el amor. No sean masoquistas, no malgasten saliva en ese tipo de conquistas. Edmundo corazón en un abismo, ¡enamórese de usted mismo!.