Nada de raro; eso sería lo normal. No seas hipócrita: si tú fueras uno de los combatientes, te quejarías de que el que intervenga está "metiendo la nariz donde no lo llaman"; al menos, si no te apoya a ti.
Oh, ya sé que, según tú, ahora me estoy entremetiendo, pero me importa un rábano. No acato tu ley, que es, además, de doble rasero. Gracias