En momentos tristes me da por escribir, por decir las cosas que siento, por dejar plasmados mis pensamientos.
Deja que me escape allá dónde nadie pueda verme ni tocarme.
Deja que me escape sola, con mis pensamientos, con mis planes.
Deja que me escape al lugar donde las sábanas me hacen compañía.
Deja que me escape entre mis sueños, con total harmonía.
Deja que huya, cuando quiera escapar de todo.
Deja que te quiera como nadie te ha querido.
Deja que me muera cuando ya no tenga nada sentido.
Pero no dejes de quererme cuando yo me haya ido.