Nota: Es complicado lo que intentaré decir, si no me entienden no será raro. Es recomendable leer despacio
Desde que deje la facultad, me he sentido vacío. La última carrera que deje fue Técnico Superior en Programación, apenas la curse dos meses y tire la toalla, años antes paso lo mismo con Psicologia y Abogacia. El tercer golpe fue el más duro de todos, y como lo conte en su momento sentía enormes deseos de quitarme la vida, tanto que había planeado el método para hacerlo y el lugar donde hacerlo. Hablar con mi psicologa y dejar "pasar el tiempo" me calmo, esos pensamientos se fueron.
A lo que voy es que mi obsesión con cursar una carrera era tan grande y enfermiza que mi vida giraba en torno a eso. En mí existe un
ideal de persona y para llegar a ese ideal era
REQUISÍTO PRIMORDIAL el recibirme de algo, de lo que fuera. Ese ideal de persona, ideal de felicidad, es el que muchos de nosotros deben tener (supongo): alguien independiente, que sabe manejarse en casi todas las situaciones, cero timidez, optimismo puro, vida tranquila y plena en todos los sentidos posibles. En pocas palabras
una utopía. Creía que podría ser ese ideal de persona si me recibía de algo, por eso la facultad tenía una importancia primordial, porque pensaba que eso sería un gran empuje, que tendría una moral tan alta que todo lo bueno vendría de manera natural. Mucha gente cree algo parecido con otras cosas, creen que alcanzarán un estado superior si logran tal resultado: algunas creen que serán felices si logran el cuerpo deseado, otros creerán que la felicidad esta en tener pareja, otros en no tener ningún vestigio de timidez, etc.
Arme ese ideal de "persona" quitando aspectos deseados de gente que conocía o no, que me daba envidia su situación o algunas de sus cualidades: de mi mejor amigo de la infancia saque su independencia, madurez y voluntad, de unos compañeros de colegio saque la manera desinhibida de decir cualquier cosa, la manera tan natural de relacionarse con las mujeres, e incluso llegue a sacar de un personaje ficticio la manera sofisticada de comunicarse. Asi fui armando mi ideal, mi gigante de barro.
Nunca me acepte completamente (falta mucho), pase muchos años odiandome, maldiciendome, maltratandome, tanto que me parecía tan natural y a veces enfermizamente llegue a disfrutar de estas autolesiones internas. La última vez que hable con mi psicologa fue de este tema, de ese ideal que tengo, eso tan diferente a mí. Hablamos también de la
espontaneidad y me pude dar cuenta que tenía un concepto muy equivocado sobre ello: consideraba a la esponeidad,
algo que deseo mucho, como un solo camino o resultado, es decir por ejemplo, o eres tímido con las mujeres o no, o te sientes incómodo en una muchedumbre o no, y así podría dar miles de ejemplos. Nunca lo considere como algo que puede ser natural y cambiante, que un dia tenga nervios y otros no, que un día este feliz y otros no, que un día me salga todo bien y otros no, etc.
La espontaneidad forma parte central de ese ideal que arme, se rige por ella, pero mi visión retorcida de la espontaneidad lo hacía ver como un ideal fantástico mas que algo real y alcanzable, pues era imposible que algún día no sintiera demasiado nervisismo o las cosas no me salieran para nada bien. Siempre he ido tras ese ideal y siempre me he dado contra la pared, una y otra vez, cada golpe era más fuerte que el anterior.
Ahora empiezo otro camino, pues abandone ir tras ese ideal. Entendi que la espontaneidad es muy diferente a lo que pensaba y esta semana fui yo, no hubo cambios en la superficie pero internamente me siento un poco mejor, es como si fuera una revelacion, como si se me hubiera abierto un camino y que por curiosidad me sumerjo en el.
Así estoy actualmente, difícil de explicar, es como si me mirara en un espejo y vea un reflejo borroso de esa persona que soy yo, pero que por tantos años odie y rechace su existencia por el de un ideal ilusiorio. Ahora solo quiero ver quien soy de verdad, pero se que será difícil, no todo lo que vea será lindo de aceptar.
Disculpen por esto, es que recién inicie el camino, es muy confuso, quizas con el tiempo tenga conceptos más claros acerca de mi y de lo que me sucede.
Espero que esto puede servirles para que se pregunten sinceramente "¿Sigo un ideal ilusorio?", "¿Hay cosas de mi que todavía no descubrí porque estoy tan obsesionado con algo que me enceguece?", y demás preguntas naceran indagandose.