Recuerdo aquellos momentos como lo que pudo haber sido. De pronto me siento en la consciencia de mi primo, que vivia conmigo y se lo pasaba mucho mejor que yo. O me imagino su entusiasmo. Es como haber vivido viendo como tú yo del paseo gobierna tu presente o como estar atrapado en un limbo del tiempo viendo como tu "yo" desperidicia su tiempo, viéndolo tú más claro, por la distancia emocional. Es como ver un arcoíris frente a ti,a cms, y no poder tocarlo.
Estos recuerdos a la vez me dan un deseo de redención vital conmigo mismo. De no vivir en un limbo temporal, esperando eternamente tiempos mejores. El perro que el odia es en otra escala, lo que él es, un rutinario y encasillable ser humano.
encasillable