Hola a todos:
Da gusto, da ánimos encontrar a tanta gente viviendo algo parecido y luchando por salir adelante. Hace año y medio cuando nació mi bebita comencé a tener crisis de angustia. Subieron a tal grado que como todos ustedes saben sentí enloquecer, tenía taquicardias, sudoraciones, entumecimientos, temblores, y todas esas cosas que ya conocemos. Me traté con un psiquiatra y con psicoterapia. He mejorado mucho, pero ahora recién dos semanas han vuelto. Menos fuertes e intensas que antes. Percibo con gusto que mi miedo a enloquecer ya no aparece, ni la sensación de pérdida de control. Pero sí una desolación terrible, angustia en el estómago y una enorme ansiedad. Lo estoy tomando mejor: ahora sé que es algo que tengo que vivir y enfrentar y quiero creer y confiar en que llegará un día en que esta ansiedad se vaya. Me ayuda mucho leer sus experiencias; les agradezco tanto a quienes han tenido el valor de compartirlo. Para mí, leer a alguien que ha vivido algo semejante, resulta alentador. De modo que tomo sus ánimos y les envío los míos.
Intento mantenerme ordenado en mi forma de comer, dormir, hacer ejercicio. Eso me ayuda mucho a sentir un poco que la ansiedad está bajo control. Pero anímicamente me golpea muy fuerte sentir que no hay salida o que estoy como atrapado o condenado a vivir dentro de esto que parece cárcel. Esa es la parte que aún lo logro resolver: ¿cómo recuperar mi confianza, mi fe en la vida y cómo recuperar la paz en el corazón? Agradezco de antemano sus respuestas y les dejo mi correo:
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DESDE MÉXICO
EZEQUIEL