Acá lo verdaderamente lamentable es precisamente lo que señalaba Gusanos sobre el reggaetón: El entender que el deseo sexual de la mujer debe ser moralmente superior al del hombre.
Ellas deben ser princesas, deben priorizar la personalidad antes que el físico o la posición social; de lo contrario (es decir, si se rigen por lo mismo que los hombres) no son más que p.utas sin valor, una caca.
Hay que empezar a entender que existen dimensiones en todo esto. La atracción física y puramente sexual es una cosa, los sentimientos y el interés en un plano íntimo es otra... Uno puede estar lo que se dice "enamorado", con toda la profundidad del significado que personalmente cada uno le atribuya, y al mismo tiempo seguir sintiéndose sexualmente atraído por Scarlett Johansson, por decir. O por Charlie Hunnam, en caso de las mujeres. Las mujeres son como nosotros, les pasa igual y no por ello son peores ni detestables. Que no te engañe que muchas sigan oprimidas por esa estúpida moral machista, que les impide manifestarlo con libertad sin ser víctimas de estos estúpidos vilipendios compendiados maravillosamente por el OP.
Un ejercicio de tarea: Pensar en que si ustedes (nosotros), como hombres hetero
-principalmente... girlyboys♥- corrientes que experimentan debilidad por los grandes senos y los turgentes traseros, son capaces a su vez de experimentar los sentimientos más profundos y nobles por la integridad de una persona del sexo opuesto... Quizá las mujeres también puedan.
Luego claro que, en el océano de la variedad y complejidad de la psique humana, hay de todo en cuanto a la forma de gestionar esas dimensiones, de la priorización que se hace de ellas, del posicionamiento en el espectro, y... se me entiende. La gracia está en buscar quién le sea afín, quien no le de asco en un principio sobre la forma en que gestiona el asunto. Pero si se considera un cerdo a usted mismo, sea coherente y no busque pareja de otra especie.
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Me siento particularmente pastoso hoy para expresarme, pero me habré dado a entender, ¿no? En todo caso: sí, me estoy poniendo musculoso, de a poco.