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Iniciado por lokillo2010
esto si esta muy marica.. ahora hay que buscar responsables del fracaso que estuvo en las propias manos de uno resolver? es una pregunta muy cobarde. uno alfin y alcabo hace lo que le da la gana.y si le toco esta vida pues uno mismo es el responsable y no otros.
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Si hiciera lo que me da la gana, no tendría problemas jamás. El mundo no funciona así.
El exterior, incluyendo a los otros, influyen en la realidad de nuestras vidas a muchos niveles. Desde el jefe que te paga un sueldo de mierda cuando probablemente deberías cobrar más, y te impide con ello ir de vacaciones a un sitio que quieras ir y no puedes permitirte, hasta cosas más difíciles de asimilar como las capacidades heredadas relacionadas con la genética.
Cuando aquí se dice que se responsabiliza a otros, p.ej. los padres, se hace
en la medida que les corresponda, que es siempre muy relativa, y no se busca emplearlos como cabeza de turco, sino como lo que se supone que son y no siempre se hace bien, que es nuestros
principales educadores. Educar no es impedir que tu hijo se muera de hambre, significa
formar a una persona, potenciando sus virtudes y suprimiendo sus debilidades en la medida de lo posible.
Un padre que se pasó toda la infancia pegándote palizas, como decía una chica aquí, y otro que te trata con cariño, te alienta a superarte, demuestra su confianza en ti, y hace su papel de padre bien en general, producirá lógicamente hijos con actitudes vitales muy dispares. Probablemente sea mucho más fácil que el que recibió malos tratos acabe atrapado en el alcoholismo que el otro que recibió apoyo y educación reales, que cree más e sí mismo y en sus posibilidades y no buscaré vías de escape irreales a la hora de afrontar su vida.
Tu postura es demasiado simplista. Implica la asunción del
libre albedrío como una realidad incuestionable (cuando los últimos experimentos neurológicos no hacen sino demostrar una y otra vez que somos, y nos comportamos,
según nuestra morfología cerebral, aunque ésta sea muy maleable), un
desconocimiento de la realidad funcional del cerebro humano bastante evidente y una
desresponsabilización de las funciones propias de los padres (un niño malcriado, ¿por quién ha sido malcriado? Por quien tuviera la función de criarlo, obviamente).
Por supuesto, no hay que olvidar en ningún caso, que nuestro comportamiento
no depende de un único factor (los padres), sino que intervienen muchas otras cosas. En mi caso en particular, una enfermedad no grave pero persistente y muy incapacitadora me acompañó los primeros 14 años de mi vida, y ayudó sustancialmente a verme sumergido en situaciones de acoso escolar, al no verme capaz de defenderme por sentirme más débil que los demás, que me marcaron gravemente a nivel comportamental y de percepción adecuada de la realidad. Traducido en hechos, mi autoestima quedó tan dañada que era incapaz de sentirme lo bastante bueno para que tal chica me quisiera (aunque se restregara contra mi lascivamente) o para hacer bien determinado y deseado trabajo (aunque el que iba a ser mi jefe confiara en mis capacidades). Lo que echaría en cara a mis padres es que
no supieran inculcarme emocionalmente mi propia valía cuando veían, que lo podrían haber visto, que mis notas decaían estrepitosamente en el instituto (en el cole sacaba sobresalientes y notables todo el tiempo), que no salía con amigos los fines de semana y me quedaba encerrado en casa, que pasaba por épocas eventuales de depresión, etc.
Es muy bonito creer que existe una justicia universal y todos somos entes totalmente libres, pero esa no es la realidad. Sólo somos una
reacción en cadena. Lo siento mucho, pero Dios no existe y Darwin tenía razón.