Que cosa loca esto...
Hay veces que paso frente a algun espejo o me acerco para verme, y me gusta lo que encuentro reflejado; me satisface y me alegra. Digo: "me veo bien, soy feliz siendo así".
Otras veces.. -y esto suele pasar más con las fotos- me veo y la única reacción de la que soy capaz es la de observar horrorizado y con una fuerte sensación de desilusión, a la vez que pienso: "yo no puedo ser así.. NO PUEDO ser asi.."
Llega el punto en el que ya ni sé como me veo.. no sé si "creer" cuando me veo bien o si "creer" cuando me veo mal..
A fin de cuentas lo único que importa es que aprenda a gustarme como soy, así con mis defectos y virtudes, con mi fealdad y mi belleza.
Cada vez que me enamoré, me pasó que veía a esa chica como la más bella de todas, aunque la comparara con cualquier otra "objetivamente" más linda. Eso pasaba porque la quería, y ese sentimiento era más fuerte que la sola percepción estética.
¿Porqué esto no se dá conmigo mismo, siendo que no hay amor más natural y primordial que el que uno ha de profesar hacia su propio ser?
Pues claro; por la baja autoestima. El cuerpo pasó a ser el blanco de todas mis inseguridades, el "chivo expiatorio": el que pasó a cargar con todas las culpas de mi escaso amor propio.
Después de todo.. ¿Porqué tanta aflicción?
¿Que dices? ¿Que te preocupa conseguir pareja?
Pero.. ¿Que es lo que buscas? ¿Una mujer especial con la cual compartir ese ideal de amor que tan celosamente guardas en tu corazón; o es que solo anhelas ser codiciado por muchas y poder disponer de sus cuerpos para saciar los caprichos de tu placer?
Lo primero, si. No hacia falta que lo dijeras, ya lo veía en tus ojos.
Pero entonces.. ¿Porque te aflijes? ¿No es importante que aquella chica te ame verdaderamente?
Si su interés por ti puede ponerse en peligro tan solo a causa de tu apariencia y a la comparación con otros hombres... ¿Te vale de algo esa mujer?
Ya déjalo. Ámate a tí mismo por sobre cualquier otro ser viviente. Honra tu cuerpo por sobre cualquier otro porque es tuyo, y es el sostén de tu vida.
Si te entristeces porque no le gustas a alguien, lo que estás haciendo es darle a ese alguien más importancia que la que te das a ti mismo. Y eso, mi amigo, jamás debe volver a pasar.