Lao

Hoy me levanté soñando en algo que aparentemente, si así lo delata el sueño, me preocupa...

Han estado alguna vez en una de esas extrañas situaciones en donde se entabla una conversación con alguien y se empieza a divulgar experiencias y anécdotas personales?. Si no, pues déjenme explicar. Es una de esas situaciones en donde la otra persona ha vivido miles de experiencias interesantes, algunas exageradas claro para condimentar la cosa, pero siempre basadas en la realidad y cuando te llega el turno, de lo único que puedes hablar es de las 2 o 3 fiestas y eventos sociales a los que has acudido, de los años que te pasaste casi enclaustrado en tu casa, con muy pocos amigos y diversiones, con una experiencia vital realmente deprimente y te encuentras en la jodida posición de no parecer aburrido.

Pues con esa claridad soñe justo antes de desperar hoy, un tipo preguntándo por mis experiencias de farra y fiesteo, y yo sin saber que decir, tratando de inventar algo creible y disfrutando de la cara de frustración y aburrimiento de mi acompañante. Que opinan ustedes?, les ha pasado, como se sienten al respecto, que piensan de ello?.

Luquitas

Hola.

Mis experiencias en este campo de la fiesta y demás es corta, empecé a salir a los 16 años fiestuki por allí por allá, cumplía años y veía que no ligaba ni pa trás, ni una, claro todos iban de rollo normal y yo iba con el traje la corbata y mis ideas ultra-conservadoras.

Pasaban los años, cumplí los 21, vivía con mi abuela y fué cuando comencé a ver la vida de otro modo, ví la raíz del problema: El franquismo seguía latente de abuelos a nietos.

Entonces me dí cuenta que los que no iban con traje y aires de grandeza no tenían que ser mediocres, me volví más permisivo, (gracias a que la sociedad que me dió el toque). Me eché por fin novia a los 22 y fué de mal en peor, no por ella sino por mi familia y la otra cara de la sociedad en si, una locura.

Esa es mi experiencia es más larga y con muchos detalles me acuerdo de todos.

Volviendo al tema de las fiestas y demás, ahora lo veo de este modo; Pase lo que pase aunque lo estés pasando mal hay que tener una imagen de éxito en todo momento e intentar parecérselo a los demás, hay que parecer ser encantador, aunque estés en una guerra. Hombre, siempre no sera fingido, pero la gente "normal", no se come mucho el tarro, pasa de todo, viven en su mundo lo mismo que nosotros del nuestro.

Desde los 23 empecé a ver que la sociedad estaba loca perdía, tanto ó más que mi familia y hay fué cuando pum, me cayó el mundo encima, nada tenía sentido, hasta hoy que tengo ya 29 años.

Y oye, yo soy muy feliz con mi vida, siempre me están diciendo que vivo en un mundo de autodestrucción y de abismo, pero no sé que pensar cuando veo, escucho las cosas que pasan a mi alrededor, creo que vivimos en una sociedad atropellada, todo el mundo hablando a la vez sin escuchar al prójimo, hablar por hablar...

Antes cuando lograba dormir (hace 3 años), mis sueños eran pesadillas, hasta que por fin mis padres se dieron cuenta que inventarse historias baratas no era la solución de mis problemas sino el principio de ellas...y todo lo que les dije se ha cumplido, parece que han recogido velas, claro, ha tenido que decírselo un licenciado en derecho para que se lo crean, pero el odio, rumor, miedo lo siguen teniendo, sobre todo cada vez que encienden la tele ó el vecino les amenaza.

Pero lo disimulan y lo tratan de olvidar con la navidad y las fiestas del pueblo.

Saludos.

Introspectivo

Lo que realmente es preocupante, es que asocies biunívocamente experiencias y anécdotas personales con las hazañas e historietas de los que algunos se jactan de sus noches de juerga.

Si toda la experiencia vital de algunos se redujese a tan poca cosa, es decir, a su vida juerguista, entonces, sus anécdotas estarían al mismo nivel que su plana vida. Con esto, quiero decir que, si tu anecdotario se resume a unas cuantas juergas nocturnas, o lo que es más grave, si lo más interesante que tengas que decir es lo que hiciste el último fin de semana, perdóname, pero NO HAS VIVIDO NADA.

Ese es el problema de la juventud actual, que se creen que vivir significa divertirse, en el sentido más banal y superficial de la palabra. Hoy en día, el peor insulto que te puedan echar en cara es el de asocial, marginal y una serie de infinitos sinónimos; digo esto, porque lo que más se valora, al menos durante la juventud, es tu círculo de relaciones, y si careces de ellas careces de lo más elemental. Será porque lo único que se fomenta es el borreguismo, seguir la corriente y ante todo no desmarcarse de la pauta que dicta la masa.

Precisamente, por lo expuesto anteriormente, te hace sentir mal no tener nada que comentar sobre tus experiencias juerguistas. Pero no te confundas, el malestar no proviene por el hecho en sí de no tener nada valioso que comentar (y más si es acerca de imbecilidades nocturnas), el malestar nace de la presión que ejerce sobre ti el ideario popular para que tengas tales experiencias.

De veras, algún día comprenderás que agobiarse por lo que se supone que según la sociedad, las costumbres, la familia, lo que sea, debemos hacer, es el mayor error que puedes cometer. Cuando aprendas a no supeditar la valía de tu vida a factores externos, entonces y solo entonces, comprenderás todo lo que significa la libertad, para bien y para mal. Ánimo, no muchos lo consiguen.

Injusticiado

El inconveniente de hacer lo que a tí te gusta y no lo que los demás te "imponen" que a ti te guste es que una gota de agua no puede ir en contra de la corriente de todo un río.

Luquitas

Asi es, la juventud parece que relaciona emborracharse con pasarlo bien. No sé, puede que sea tambien propio del pensamiento adolescente la disfrutar el momento, puede ser que se vea la muerte muy lejos y el hospital tambien... Pero todo eso dura poco cuando llegan los 25, 26, ya cambia la cosa, se echan novieta, se compran su casita y su cochecito, más tarde vienen los hijos y así es un bucle, creo que cada edad tiene su cosa.

Los factores externos condicionan también nuestras vidas en menor medida claro, si uno no pone nada de su parte como bien dices, el mundo no se va a adaptar a nosotros, es uno mismo el que tiene que abrirse, es uno mismo el que se tiene que adaptar a su realidad.

Con la edad uno se vuelve más tolerante en el ajeno y la libertad de cada uno, eso es lo que he aprendido en estos últimos años.

El conflicto, ya sea el origen del problema interno ó externo, no basta con saber que existe y respetar la libertad del ajeno, sino que hay que "saber vivir" con ellos, todo un infierno.

Lao

Pues introspectivo tienes toda la razón. La cuestión conmigo es que no sé en que punto de mi vida determiné mi percepción de que "experiencias vitales" eran las juergas, las reuniones sociales, y todas las cosas que la manada hacía en sus tiempos libres y por supuesto yo no era capáz de hacer. Honestamente no sé donde está el error, para mi, libertad habría sido poder parrandear si quería y si no pues no, pero haber tenido la limitación de no hacer algo solo por miedo o por un desorden psicológico para mi no es libertad, y hoy por hoy, siento que me reprocho no haberlo vivido.

Ahora si hablamos de todo lo que he podido aprender gracias a ser así, (fóbico), es otra historia, la vida me ha dado cientos de experiencias vitales y miles de lecciones, lastimosamente no mucha gente valora eso,
la gente siempre va a preferir a un payaso que a un hombre sabio.

Kruschev

Hablando de anécdotas, me acuerdo de un día que pase con Jesucristo, la cuestión es que, mientras paseábamos por un hermoso prado henchido de vitalidad primaveral, le pregunte sobre el día del Juicio Final, recuerdo que durante toda la conversación había mantenido un tono afable, pero en ese momento, desapareció cualquier señal de bondad en su voz y rostro, el paisaje me pareció tosco y molesto, rural en la más peyorativa de las acepciones, nubes de tormenta aparecieron en el horizonte y dejo de escucharse el piar de los pájaros...

No recuerdo nada más y, por otra parte, como el sagaz lector habrá descubierto son todo patrañas: la Biblia no deja de ser un compendio de anécdotas, mayormente falsas.

Victorache

Lao hay muchos temas de conversación. Lo importante es estar con las personas adecuadas pero por encima de eso no descalificar aquello que nos apasiona, aprender a valorar nuestras propias vivencias y nuestro mundo interior de ideas y emociones. Cuando transmitimos esa pasión en lo que decimos es que suscitamos interés. Se puede decir lo más interesante del mundo pero si se hace de una manera plana no genera nada en el oyente. Igualmente sobran las personas que hablan estupideces pero solo su lenguaje gestual hace que la gente se enganche. Al mismo tiempo no se debe caer en el vicio de la comparación sobretodo cuando nuestros parámetros se basan en valorar aquello que son precisamente nuestros puntos flacos. Eso es tan desgastante que a la final ni ganas nos quedan de luchar por lo que queremos. Así que comienza por creer en lo que dices, disfrútalo tu primero.