AlejandroAriel

Tienes que perder años estudiando para un examen que lo más probable es que no apruebes. En cambio en países como Argentina esas tonterías no existen y tienes más opciones de encontrar empleo en algún sitio, pues te puedes presentar a muchos sitios con tu título (de universidad, bachiller, educación secundario, etc.) para que te apunten y te tengan en cuenta a la hora de seleccionar gente (hablo de ayuntamientos o municipalidades, colegios, universidades y demás organismos del Estado); en cambio en España tienes que centrarte en una sola cosa, un solo examen que te puede llevar años estudiando para nada (que es lo más probable), porque casi nadie tiene cerebro suficiente como para prepararse mil oposiciones a la vez, a ver si alguna toca, es jugarse la carta a una sola posibilidad. En Argentina, por ejemplo, si uno hace la carrera para profesor de lo que sea, al tener el título ya no se le exige que haga más exámenes para conseguir un empleo, te presentas en todos los sitios donde quisieras trabajar y a esperar a ver si te llaman, pero no tienes que estar matándote a estudiar una oposición, pues tu título universitario ya es la meta en el camino de tu formación, al contrario que en España, que al acabar la carrera recién estás empezando, porque el título en sí no te sirve de nada y tienes que seguir estudiando toda la vida para ver si a lo mejor cuando llegues a los sesenta años consigues un empleo, y ni siquiera a eso.

malapecora

Quizá en Enero esté de acuerdo contigo, pero bueno voy a dejar mi humilde opinión.
En España cualquier cateto con ganas y esfuerzo, puede sacarse una carrera, poco se valora la valía de la persona y la metodología del estudio es memoria, trabajos en grupo y más memoria.
No quiero decir que quien recibe el título no tenga idea de nada, pero sí que el hecho de tener una carrera no es un filtro suficiente para seleccionar las personas que tienen más conocimientos en la materia, son más analiticas o usan más la lógica y esto es lo que intentan salvar las oposiciones.
Quiero decir, yo llevo preparandome unas oposiciones cosa de un año, y puedo decir que al menos a las que me presentaré, no valen tanto los conocimientos en sí, sino como aplicarlos. En la universidad lo que se busca es que sepas X conocimientos y pista, y eso en determinadas profesiones, no sirve.

Los examenes tipo test lo que buscan es que sepas aplicar esos conocimientos entre diversas alternativas (opciones de respuesta), alternativas que te vas a encontrar en la práctica. Siempre te va a salir la tipica pregunta que no sirve de nada, o la que está perfectamente formulada a excepción de una palabra, para medir tu capacidad de analisis y no la memoria en sí. Porque la memoria al fin y al cabo dicen que es infinita y cualquiera machacando podría aprenderse como un papagayo la constitución y convertirse en abogado, sin embargo eso no es lo que se busca. Se necesitan personas constantes y resistentes que puedan hacer el mejor examen en situaciones de estrés antes que alguien que sepa mucho, porque es de deducir que luego estas serán más competentes en su trabajo.

Y vamos, en España puedes trabajar en lo privado, lo que pasa que en lo público al intentar ser lo más objetivo posible, para que no haya reclamaciones ni sospechas de favoritismos, se tira del sistema de oposiciones.
También teniendo en cuenta de que hay miles de personas que se presentan a un solo examen, esta es la forma más cómoda y objetiva de establecer una criba.
No sé si lo que pasa con Argentina es que poca gente llega a la universidad o si la oferta privada es mejor que la pública para que exista tan poca demanda que todo el mundo pueda entrar con un simple título.

De todas formas cada vez va a haber menos oposiciones, no sé si eso te sirve de consuelo.

LaUna

buf, mira, al menos el moderno sistema de oposiciones es un poco mas transparente que quedarte a esperar en tu casa y ver como llaman antes que a ti al cuñado, al primo y a la hermana del tipo que elige a la gente.
perfecto no sera, pero es mejor

AlejandroAriel

pero en España es lo mismo, con tanto enchufismo, te matas a estudiar una oposición y luego también llaman al primo de tal.

AlejandroAriel

Y con menos, que la mayoría de la gente que trabaja allí en los ayuntamientos ni siquiera tiene acabada la secundaria. Allí el que tiene un título como abogado, notario, o cualquier otro importante ya tiene la vida echa, pues el título es el último paso, no hay más, aunque siempre se puede sacar un máster y esas cosas, pero no vale la pena. Allí la palabra oposiciones solo significa los opositores del partido político que gobierna, yo les cuento del sistema de las oposiciones y me dicen que cosa más rara. Mi tia es profesora de ciencias biológicas desde que acabó su carrera de profesora, apenas le dieron el título y ya estaba dando clases en la universidad. Luego tantos conocidos ex compañeros de clase que son jefes de prensa en el ayuntamiento sin haber estudiado ni carrera ni nada, y muchos otros que trabajan como funcionarios solo presentándose con su titulo de secundaria o universidad. No es que el empleo privado sea mejor ni nada de eso (aunque sí es verdad que a lo mejor un panadero gana más que un maestro de escuela), lo que pasa es que no mucha gente sigue los estudios tras acabar la primaria a los doce años, y mucho menos van a la universidad (a pesar de que la universidad es completamente gratuita en Argentina, al contrario que en España que hay que pagar la matrícula).
En fin, que la propia palabra lo dice: oposiciones, o sea que el sistema se opone a ti, te pone trabas para que puedas trabajar. Y no creo eso de que el sea mejor sistema para que los funcionarios estén más cualificados, porque la mayoría de los funcionarios escriben con dos dedos en el teclado del ordenador, porque muchos son enchufados y no tienen ni idea de nada.

ovejanegra

Yo me presenté a 4 oposiciones y las aprobé todas, pero al no tener méritos no conseguí nunca una plaza, porque la mayoría de los que tenían méritos siempre me superaban en la puntuación final. En teoría es un sistema donde todos tienen las mismas posibilidades, pero en la práctica no, porque el que tiene puntos por méritos ya lleva una clara ventaja sobre el que no los tiene. Cuando en mi última oposición me di cuenta de que ni sacando un 10 en el examen habría conseguido plaza, desistí de seguir intentándolo.