Bitácora del capitán
Ya no sé cuantos días de gripa (no, mejor resfriado, resulta que son distintos), no me deja dormir y ya estoy cansada de la naranja con limón, miel y ¡mantequilla!(←acabo de buscar una carita de asco y resulta que no hay, qué prudente el foro), le hago caso a Pirry y repito:
no sufra los síntomas y pase la gripa sin sentirla, mientras me tomo mi Dolex gripa que dizque para reírme porque la risa es la mejor medicina, pero mentira ja,ja,ja. Creo que sencillamente soy muy llorona, pero es que maldita sea, la gripa es de lo peorcito que hay, repentina y para colmo ¡mutante!, qué repaila.
Pero bueno aunque no huelo absolutamente nada
* y está esa tosecita maluquita, pendejita y estupidita al menos ya no me pica la garganta.
*
Cita:
Anosmia-Nexos
No oler, oler con distorsiones, es como comer sin sal, como ver en blanco y negro, como oír con tapones. Tu cuerpo te está mintiendo, y no te puedes defender.
Piensas que no oler es casi como no estar.Todo es menos lo que es sin olor: el parque es menos parque, los perros son menos perros y la comida es menos comida. Pero también la ciudad es menos, y son menos el campo y las vacaciones…
Vas perdiendo la memoria de los olores: es increíble lo rápido que olvidamos aquello a lo que estamos tan acostumbrados. No puedes evocar las flores ni el vino, la cebolla frita o el pan, y ahora todo es como estar en la vida detrás de un vidrio empañado.
Pasan los meses y sigues sin oler. Oliendo, más bien, ese olor fantasma, tu versión de la realidad. Porque de alguna forma es como el silencio.
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