Tristeza, soledad, ansiedad, miedo. Quiero llorar pero no tengo ganas de hacerlo, pero es como si el cuerpo me lo pidiese, como si llorando un buen rato se fuesen todos los problemas, todas las preocupaciones. Pero la verdad es que no están las ganas de llorar. De todos modos, con toda mi familia en casa, no me apetece hacerlo. Me siento perdido sin ella.
|