Una vez, en una noche bastante amarga, empecé a caminar y termine cruzando frente a una iglesia, entré y lo primero que sentí fue incomodidad xD, como si estuviera fuera de lugar, pero a medida que me relaje y empecé a enfocarme en mi misma, en lo que me pasaba, pude entrar en una especie de "dialogo".
No me gustan las misas, he visitado varias iglesias (no solo católicas), y siento lo mismo que algunos aquí han nombrado: como si todo fuera una obra, y eso me hizo darme cuenta que en realidad lo que me reconforta es gozar de ese acercamiento a Dios en silencio, sin los "procedimientos" acostumbrados, y la iglesia siempre me ha parecido un espacio perfecto para hacerlo, acogedor, me hace sentir segura, me hace sentir simplemente tranquila, en paz ....
Algunas personas simplemente entran en contradicción, siempre es diferente para todos, siempre es diferente incluso para una sola persona.
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