Dos nueve, me has puesto sobre la pista. Ahora, que empieza el verano... que sí, ya mismito empieza, de verdad. ¡Lo juro! Digoooo, mejor no. ¡Ojalá!
Bueno, pues cuando ya sé ve el verano en el horizonte y ya toca, al menos en teoría y a nivel astronómico nos podemos ir ubicando más en esa estación... aprovecho para rememorar esos puestos de helados y esas heladerías, italianas algunas, en donde podemos encontrar esa panoplia de sabores diversos.
Recuerdo con especial cariño ese sabor de mi infancia playera en la costa brava: el famosísimo helado de pitufo.