Ingeniosa.
No obstante, yo conozco alguien que la practica: yo mismo, así como una amiga que me echa mierdas a la cara. Yo también se las echo a la cara, y sin embargo, seguimos viéndonos. ¿Por qué? Vemos el uno en el otro la misma angustia. La misma angustia inherente a ser humanos. Ella es hermosa e inteligente, yo soy hermoso e inteligente. Pero somos solitarios y poco misericordiosos. Somos psicópatas y humillamos a los débiles. La única razón de que sigamos estando juntos es que no nos podemos acribillar, y eso es lo que nos gusta, nuestra fortaleza. Los fuertes pueden con la verdad.
Lo que quiero decir es que la sinceridad no es buena o mala, sino que esas cualidades se reservan a aquello a lo que hacen referencia.