Todo empezó cuando me dejó mi parienta. Y sólo porque, entre otras cosas sin importancia, me tiré a su mejor amiga. Entonces todo empezó a ir mal, no se por qué. Empecé a notarla como resentida y sin más, un día se fue de casa.
Al tiempo me di cuenta, de que quizás pudo molestarle este hecho. A partir de entonces sólo hablaba con mi osito Teddy. Él y yo eramos íntimos. Me comprendía y lo que es más, nunca me llevaba la contraria. Menos mal que le tenía a él.