El tímido es el que quiere decir y no puede, quiere hacer y no le sale, quiere relacionarse y es incapaz. El que pierde oportunidades y experiencias por incapacidad o limitación. El que vuelve a casa queriendo haber cambiado todo lo que acaba de pasar. El que se abstrae pensando lo que sería capaz de hacer si se atreviera. El que sabe que podría sorprender a quien se propusiese, si fuese capaz. El que sólo está a gusto con las cosas como se las imagina, no como las hace.
La timidez nunca es una virtud. Al contrario, te lastra y te persigue. Y te sorprende en el momento más inoportuno.