Me da bastante risa cómo algunos entes se creen superiores a otros porque creen que su escala de valores es mejor que la de otros. Y en realidad son peores que la más cobarde de las gallinas.
Aunque debo reconocer que la cobardía gallinesca es bastante más elegante que el
falso odio de muchos.
Por aquí abunda la misantropía, y es lo más lastimero que puede decir alguien:
"Odio a todos los seres humanos" dicen.
Sin embargo tratan de llamar la atención de la gente que pasea por aquí. Me parece hilarante.
Es una llamada de parvulario, un grito de atención bastante patético, me da pena que alguien se crea más que otro porque sucumbe a un sentimiento tan
fácil como alejado de sus posibilidades.
Porque los que dicen que
odian tan fácilmente, francamente, apenas parecen saber ni lo que es el rencor, porque su comportamiento de criaturas caprichosas no hace más que corroborar que aún no han madurado más que un chiquillo de 8 años.
Oh, pobres niños.
Pocos son los que podrían decir que odian. Muy pocos. Estoy segura de ello.
Y el resto toman el nombre prestado para la excusa perfecta que les permite acercarse a la conducta
animal de disparar sus frustraciones en forma de puñetazos, o a cañón de pistola, a gritos o en cualquier mínima forma de furia o violencia.
Y la sociedad fomenta esta creencia de que la violencia y el odio hacen individuos fuertes e invulnerables; con una caricia invisible, con algún tipo de premio que no comprendo.
Nada más lejos de la realidad. Un ser furibundo está condenado a cometer los mismos errores una y otra vez ¿No es la historia en sí misma la prueba irrefutable?
Un ser obsesivo no conseguirá enfocarse hacia algo productivo que consiguiera acercarlos mínimamente a esa superioridad que dicen poseer.
Porque un ser miedoso (El odio no es sino una evolución sucia del miedo) nunca conseguirá salir de la espiral que alimenta sus absurdas creencias.
Luego, los "odiadores" más tristes, patéticos (No me cansaré de usar esta palabra para ellos) son los odiadores pasivos, que por no atreverse no se atreven ni a plantar cara a aquello que detestan, y se amparan en un escudo de tranquilidad, guardando rencor y nada más.
"No soy patético; Soy inteligente"
Permítame discrepar a carcajada limpia.
Sólo se me ocurre que una persona inteligente pueda llegar a odiar por patología o fetichismo. Bueno, quizá debería reemplazar fetichismo por "Parafilia masoquista"
Porque el odiador pasivo no hace sino acumular bilis, pero por no atreverse no se atreve ni a vomitarla y vuelve a tragarla, acumulando cada vez más y más. Quiere que sus objetivos sufran pero irónicamente es él el único que se va hundiendo en su propia mierda. De nuevo; Porque son cobardes.
Se cree la gallina valiente por ofender tras una torre de muro de piedra.
Que es lo mínimo que estos individuos pueden hacer, ofender y largarse por patas. Eso sí, siempre en un entorno que sepan seguro; Porque ellos no odian sus dientes.
