Es un poco heavy ver a Dante llorar por Beatriz lleno de lágrimas y mocos por toda la cara, siendo ésta a su vez algo esperpéntica. Así como ver a Zaratustra convertido en un Álex pandillero y agresivo que se dedica a machacar a los vagabundos (véase
La naranja mecánica). Pero es un gran invento, bravo por Herder.