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Es muy buena pregunta, y trataré de ser sincero.
Si superara "mi problema", lo primero que haría sería viajar por el mundo y ser como ellos, entonces haría que una fobica se suicidara por amor, como en Romeo y Julieta, fornicaría con cubanas de todo a 100, con francesas de voz melosa, y buscaría a la más rica para que me asegurará la descendencia.
Entonces, terminado este plazo, desearía volver a "tener mi problema", desearía volver a esa edad en la que tenía corazón y sabia discernir el bien del mal. Vería lo que he hecho y pensaría. He sobrevivido, he tenido dinero, he tenido sexo por un tubo... Y entonces, me miraría al espejo y tendría un gran ego, todo esclavos a mi alrededor, todo basura, la felicidad eterna. Y me preguntaría si mereció la gracia... Me preguntaría si era tan importante tener todo eso: esclavos, dinero, sexo... Y entonces lo dejaría todo. Empezaría desde 0 de nuevo, con mi corazón.
Y una vez hecho esto, buscaría amor en la gente, y no lo hallaría, buscaría dinero y debería trabajar y esforzarme. Debería suplicar sexo, ya que solo yo tendría amor. Entonces me daría cuenta de una cosa. Que estoy solo, y todo lo que tenía era un conjunto de zombies rondando mi casa.
Y llegaría a una conclusión, puedes tener una vida interna muy rica y externamente sumamente vacía. O puedes tener una vida interna sumamente vacía pero rica externamente.
Y bueno, claro, como yo quiero ser la persona que controle mi vida, la persona que sepa discernir el bien del mal. La persona que trate de aplicar justicia en el mundo, de dar mi amor a quien se lo merezca, de educar a mis hijos para que sean buenas personas, y tratar de hallar ese paraiso inexistente a simple vista, donde mi corazón aplaque su ira, y pueda compartir con los demás mi felicidad. Entonces, claro...
Lo que haría sería ver donde hallo más amor, bien, felicidad, y bondad. Y me daría cuenta que o bien trato de renunciar a ella y vivir en un mundo de pantomima, o bien lucho por algo que jamás he visto ni tocado.
El problema es simple, simple de solucionar, simple de concretar, simple de dar cabida en mi mente. "Si existe un Chojin existe un Quio; Si existe un señor del bien existe un señor del mal; si existe Dios existe Luzbel"... Pero si existo yo; ha de existir alguien como yo. Sea como sea, con "mi problema" o sin "el", ha de haber alguien en este árido desierto, por mucha maldad que haya acumulado, por muchas desgracias que le embarguen, que sea como yo.
Y claro, visto lo visto. Si yo SOY EL PARAÍSO, y puede existir alguien como yo, que SEA EL PARAÍSO. ¿Porque ir detrás de la marea de un mundo que se derrumba a mi alrededor?, ¿Porque hundirme si el mundo está hundido cuando en mi hay esperanza?
Entonces tenemos los dos mundos- que ambos aprecio por igual-; uno me puede llevar a Sion, y el otro a tener éxito. Lo más lógico- si me permiten la osadía de dicha palabra- sería buscar ese paraíso hasta extenuarme, y si no lo encuentro pasarme al lado oscuro de la vida y montar un zoo. Otra opción sería renunciar a ser el esclavo del todo para ser el Dios de la nada, y así al no hallar el paraíso, renunciar a tener una familia; pues mi padre no se ha re-encarnado en mi. Y finalmente, la opción más DESESPERADA- aunque me suelan llamar desesperado por mi falta de sexo- sería ir directo al mar del todo, y olvidarme de este mundo, de este corazón de viaje, e ir a por el TODO, esa especie de religion que trata de amasar más y más.
Y estas serían las tres opciones que se vislumbrarían en el infinito mar que se extiende ante mi.
La primera está llena de esperanza, y abarca mucha "ilusión" (ilusorio).
la segunda está llena de pena, y es un corazón que se estremece ante la podredumbre del universo. Seguramente conduciría a una muerte rápida y dolorosa.
La tercera es la más segura, te da todo lo que quieres y te lleva a ser "alguien" en el mundo.
Entonces, queda claro que la mejor opción es la tercera. Te da la seguridad, te da la supervivencia, el poder, el éxito... Bien, está muy bien. Pero has renunciado al paraíso... has renunciado a ser tu mismo, y a hallar a ese "tu mismo" que puede correr por la calle.
Es por esa razón, que hoy por hoy, abrazo mi problema, lo cuido y lo mimo. Y en el futuro ya veremos. Pues soy... infinito. (Y claro, ese es el problema, entiendase, tengo infinita confianza en mi, tengo infinita fe, tengo demasiado amor hacia mi mismo, como para... no creer en ese paraíso)
Así son las cosas; y así se las hemos contado.
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