Esperar a que ella se me acerque.
Ah, no. Perdón, que soy un tío.
Pues trato de ser simpático, pero no cargante, comprensivo, pero con personalidad, atento, amable, interesarme por ella, invitar, gastar pasta, recorrer kilómetros, castigarme el hígado, y finalmente deprimirme, cuando ella me dice "es que solo te quiero como amigo".
Vamos, lo habitual.
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