A estas alturas de la vida a lo "único" que puedo aspirar es a tener paz en mi vida. Mi vida ha sido muy turbulenta, he sufrido luchando contra mí misma y mis actitudes, mis deseos, mis tendencias naturales. He sufrido por incontables días que rápidamente se convirtieron en años y décadas. Encierro entre comillas la palabra "único" porque sé que a todos se nos antoja a resignación a conformismo, pero entiendo que se dice que no hay nada más valioso que la paz verdadera que nace de una conexión genuina con el verdadero ser. Espero que así sea. No deseo sufrir, nunca he deseado sufrir, pero soltar el sufrimiento en mi caso significa y siempre ha sido igual, caer en un abismo muy muy oscuro. El abismo de perderlo todo, de perder a mi familia, perder mi "dignidad", perder mi esperanza en el futuro.
Creo que ahora veo claramente, después de tantos años de llanto, de dolor de angustia y desesperación empiezo a sentir que cualquier abismo debe ser menos malo que todo lo que he pasado. Me siento dispuesta a convertirme en todo aquello que tanto he temido y he rechazado. Estoy dispuesta a ser alguien sin futuro, sin un buen trabajo, sin pareja, sin familia, sin amor, sin una conexión útil con Dios, si tan sólo la vida me cumple esa promesa de que cuando logre eso pensaré menos, sufriré menos, estaré más lejos de todo lo malo que tanto abunda en el mundo.
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