Yo adoro los días de fiesta y los fines de semana: la actividad de la ciudad disminuye, la gente se larga, se queda echando la siesta, yo puedo salir a pasear con más calma, con la seguridad de que no voy a encontrar a demasiados espectros, digo, personas...
yo lo que más odio es odiar
de verdad, es así, he odiado de verdad, es un sentimiento horrible, el peor que haya tenido nunca, mucho peor que el miedo. Prefiero seguir con este miedo a odiar algo, con todas sus letras, alguna vez. ¡Viva el amor!
Saludos.
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