"- Pues eso... que de vez en cuando a uno se le viene el mundo encima, le agobian las dudas, le incomodan los recuerdos, le ahoga la impaciencia,... incluso al principio de curso se estresa en el instituto... y entonces surge la terrible cuestión: ¿no podría ser yo un poco más feliz?
- ¿Más feliz? ¿A qué se refiere?
- Um,... vamos a ver.... no sé, quizá tener pareja... un trabajo más estable... pasar más tiempo con los seres queridos
- ¿Se siente usted infeliz?
- Bueno, no totalmente infeliz... Lo dice usted de una manera que... No, yo no diría que soy infeliz... Pero creo que podría serlo más, ése es el problema...
- ¿Cree usted que si mañana viera cumplidos esos deseos sería más feliz que hoy?
- Yo creo que sí... ¿usted no?
- Todo en esta vida tiene sus ventajas y sus inconvenientes... La búsqueda de la felicidad es una poderosa motivación del ser humano. Y por tanto, la felicidad no puede ser alcanzada, tan sólo debe ser perseguida. Si lo hiciéramos, estaríamos plenamente satisfechos, y entonces ¿para qué seguir viviendo? ¿No se da usted cuenta de que tratar de ser feliz cumpliendo todos los sueños es, en sí mismo, un contrasentido, puesto que usted carecería entonces de ilusiones que le hicieran sentirse vivo y por consiguiente feliz?
- Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Por qué perseguir un sueño si sé que no lo puedo alcanzar?
- Precisamente porque no puede... La felicidad sólo puede aparecer unida a la incertidumbre... La felicidad nace de ser consciente de que algo bueno existe porque yo deseé que existiera y luché por ello... de saber que hemos conseguido sacarle a la vida, que no tiene por qué ser buena con nosotros, algo positivo.
- Ya... pero ¿y si eso que deseo nunca llega a convertirse en realidad?
- También podría conseguirlo y al día siguiente volverlo a perder, ¿no?... La vida es cambio. Todo lo que nace, muere. Los trabajos se consiguen y se abandonan; los seres queridos no pueden acompañarnos siempre; los enamorados se conocen, se aman,... pero tarde o temprano se han de separar.... Lo único que no está sometido a esta ley inmutable es nuestro deseo, nuestro empeño, nuestra voluntad... Lo que nos hace felices no es ver realizados nuestros sueños, que al final acabarán por desaparecer, sino hacer todo lo que está en nuestra mano mientras tenemos la oportunidad de hacerlo... Rendir bien en su trabajo cuando está en la oficina sin preocuparse de si le van a renovar, celebrar que se puede pasar un rato con la familia aun cuando no haya nada especial que celebrar y hacer feliz a su pareja sólo por el hecho de verla sonreir en ese momento, sin preocuparse de si dentro de unos años seguirán juntos... En definitiva, que como dice la sabiduría popular hay un tiempo para cada cosa.
- Y si todo esto ya lo decía la sabiduría popular, no querrá usted que le pague esta sesión, ¿no?
- Jugaría con el peligro si no lo hiciera..."