Ola. Yo antes lo que más temía era exponer, ante mucha gente como por ejemplo la universidad. El año pasado lo hice dos veces o tres, tenía pánico a ese altillo y la vista que se alcanza desde él. No me preparé ni lo que tenía que decir porque me constaba hacerlo por las ganas que tenía de salir. Al final, hice el ridi, tartamudeé, mi voz se puso rara, etc. Pero, para mi alivio, la gente puso esa cara de media sonrisa y de no reirse, de apoyar a un compañero o de no hacer mucho caso en los peores casos. Quiero decir que nadie se rió con placer de verme así, ni nadie esperaba con ansia verme así para ridiculizarme hasta llorar ni cosas de esas que suelo imaginar. Joer, cuando pasó eso me dí cuenta lo peligroso que es eso de rayarte la vida poniendote en lo peor. La gente no tiene ún interés especial en dejarte en ridiculo. A ver si me entra en la cabeza. Ojalá pudiera entender eso, sería la cura.