¡Oh, un hilo sobre fobia social en un foro de fobia social!
Es interesante lo que cuentas, Legnak, pero mucho más es el hecho de que alguien quiera plantear un escenario en el que compartamos nuestras pequeñas claves para derrocar a este "fardo" que se nos ha montado en la chepa y que no nos quiere soltar ni aunque nos pese y nos duela su presencia.
Aprovecho para exponer un fenómeno bien conocido en el foro y que puede estar en la raíz de que este tipo de hilos no tengan éxito. Se trata del conformismo, de la pereza y de la desidia.
En personas de edad avanzada se entiende pero en chicos y chicas con una juventud vibrante y un futuro por delante no debería verse. Y sin embargo... hay muchos foreros y foreras que ya tiraron la toalla y no quieren ni oír hablar de una probable recuperación. Y, lo que es peor, que no quieren creer que sea posible... ni en ellos ni en los demás.
Esto es un profundo error que, más pronto o más tarde, pagarán con todas las consecuencias. ¿Por qué? Porque nos predispone a mantenernos en un estado, en un temperamento de derrota continua y de abatimiento, lo cual en España se puede ver potenciado por la sensación generalizada de apatía y de agotamiento moral fruto de la crisis económica y de valores que vivimos.
La gente no quiere esforzarse para ser mejor en un mundo en el que sólo el mangante, el que bordea la ley, el chulesco y el gamberro son capaces de medrar y en el que el que obedece las normas, quien paga religiosamente sus deudas e impuestos, el que cumple su palabra y el que es sincero ve reducidos sus derechos día a día, con la sonrisa burlona de aquel para el que el buen comportamiento es sólo una máscara de cara a la galería, un maquillaje que oculta un corazón muy negro... o muy gris.
Muchos se preguntan: ¿quiero yo formar parte de esa escoria social que rige los designios de nuestras sociedades? Y en muchos casos la respuesta es negativa. ¡Por supuesto! Yo también lo pienso. Valoramos la autenticidad de nuestra postura, que no es otra cosa que un compromiso entre un colectivo que nos demanda una mínima socialización y nuestras limitaciones resultado de sabe Dios qué tipo de deficiencias en nuestros neurotransmisores.
Pero, aún siendo especiales, aún siendo merecedores de la más alta estima (lo cual es importantísimo, eso sí, sin dañar a nadie en el proceso), debemos ponernos, si no todos los días, al menos de vez en cuando en una posición complicada, en nuestra zona incómoda, metiendo nuestras piernecitas en el desconocido mar de nuestros terrores, sí, pero también de nuestros deseos.
Y este foro debería servir, aparte de para hablar de lo ÚNICO, también para hacer tentativas de avances, propuestas de mejora, esbozos de otros yoes, más cariñosos, más extrovertidos, más simpáticos, más adaptables, menos resentidos, menos tristes, menos limitados.
Soy testigo viviente de que la FS tiene un gran recorrido como enfermedad pero que al final gana el tiempo por goleada. Una gota no hace mella pero miles de gotas crean estalagmitas y estalactitas, que son el ejemplo bellísimo de cómo la naturaleza va delineando, sin prisa pero sin pausa, la majestuosidad y suntuosidad a que nos tiene acostumbrados a aquellos que nos gusta corretear de vez en cuando por sus vericuetos.
Seamos gotas, hermanos. Lo cual sería una especie de trasunto foril del famoso lema atribuido a Bruce Lee de "Be water, my friend". Según Victor Hugo: "No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo". Y ese tiempo desde luego que hace mucho que ha llegado.
Cuando vamos a una terracita y nos apetece tomarnos un Bitter Kas pero no podemos porque pensamos que el camarero dirá algo inconveniente, cuando no nos atrevemos a salir a pasear solos al parque, cuando no vamos al cine a ver lo último de Tom Cruise que nos encanta pero que como no podemos compartir con otras personas preferimos evitar el ridículo de ir solos quedándonos en casa, cuando nos baja la nota de nuestra tesis al no poder defender adecuadamente en público nuestro trabajo de investigación realizado con cariño durante todo un año, cuando no sabemos cómo defendernos ante los ataques de amigos o familiares, realizados con no muy buenas intenciones, cuando nuestras parejas se aburren de nuestra limitada vida social, cuando las opciones de promoción laboral se nos bloquean al no conocer a casi nadie en un país en el que las redes sociales son el origen del 60% (o más) de las ofertas de empleo existentes, cuando algo de eso sucede es que es momento de actuar.
No lo dejéis para mañana. Vosotros no estáis bien así y lo sabéis. Hay margen para el avance. ¡Vamos a demostrarlo!