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Iniciado por Floraa
Jason X, si te molesta tanto ves al logopeda. Y no entiendo lo de la operación....
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La operación es una cosa muy sencilla que consiste en cortar el frenillo lingual para casos muy acusados.
Debería llevarse a cabo si el frenillo es tal impedimento como para no poder tocar con la lengua la parte anterior a los dientes, esas "arruguitas" donde ha de posarse y vibrar para producir el sonido. De todas formas, normalmente la operación no depara grandes resultados, a no ser que el frenillo sea excesivo. Si pudieras llegar a simular el traqueteo de un caballo al cabalgar (ese
Cloc, cloc) es que en principio tu problema no es esa operación.
Por lo demás, es una operación muy trivial y que a mí el otorrino me dijo que me la podría hacer en el acto con poco más que un escalpelo, pero que se había estipulado (por estos lares al menos) que había que pasar a cirujía por más que sólo se trate de hacer un tajito en la lengua. En lo personal, y Jason me entenderá, que ha evocado la mudez casi como un estado idílico, digo, en lo personal, que siempre me ha seducido la idea de cortarme yo mismo el frenillo con unas tijeras, y si saliera mal y se gangrenara la lengua o cualquier vicisitud relacionada con ella, vendría a ser soportada perfectamente y hasta bien recibida. El silencio siempre será sinónimo de tranquilidad.
Respecto a lo que comenta Floraa del logopeda: puede que enfrentando el problema desde la niñez o incluso temprana adolescencia se logren resultados positivos. Quizá eso te ocurrió a ti. Sin embargo hay un umbral en el que conforme pasan años, la dificultad para sanar una mala praxis en la pronunciación se va incrementado exponencialmente. Supone reeducarse a uno mismo y desaprender veinte, treinta, cuarenta años de lenguaje. No es lo mismo que reaprender en los albores del lenguaje. Uno ya se ha acostumbrado física y psicológicamente a algo, y no es nada fácil hacer cambiar el curso de un río.
Yo he ido a dos centros, y me han visto unas diez profesionales. No estoy curado. Ellas dicen que sí, que tengo adquirida la vibración. Sin embargo, mi pronunciación es forzada y antinatural. También he ido y voy a una psicóloga por este tema, y a un grupo de psicoterapia. No era mi intención llevarlo hasta ese punto, pero al pedir sesiones en el médico de cabecera me derrumbé, di una imagen patética de mí mismo, y él consideró que necesitaba atención psicológica. Allí (sobre todo en el grupo), no existe comprensión alguna. No hay empatía ni apoyo conductual, pues lo primero que te dicen es Preséntate, y cuéntanos tu problema. Y no se puede hablar sobre un complejo cuando este complejo se alimenta del habla. Es paradójico. Eso no era para mí. Y quiero decir con esto, que he intentado arreglar el problema por las dos vías, la física y la psicológica, y ambas han sido decepcionantes. El apoyo es nulo por todas partes. La soledad te aborda y no puedes contar con nadie para nada. Es más, no puedes hablarles, por más que quieras. Crees que la gente te toma a guasa, que sólo tú te ves gordo en un espejo y todos te llaman anoréxico.
¿Las sesiones de logopedia ayudan, pues? Depende siempre del profesional. Si tienes medios para ello, paga a un logopeda privado y si no te gusta su metodología mándalo a hacer puñetas. Pero dejarse en manos de la seguridad social es entregar tus miedos y complejos más profundos a niñas que no tienen noción alguna de psicología; niñas que han cursado la carrera de logopedia de tres años porque está chupada y pueden saciar ese hambre de titulitis aguda (que mentaba el forero Kierk en otro tema). Y ocurre que salen con mimbres para tratar a escolares, a embólicos cerebrales, a personas en general que no den mucha guerra. Pero quedan con las vergüenzas al aire cuando la cosa va de tratar a un hombre talludito bien cerril e inamovible que no cede un ápice y que no se le puede reconducir usando jueguecitos de párvulos. En ese momento, cuando hay que mostrar algo de madurez, he visto en todas esas profesionales grandes carencias de oficio.
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Iniciado por Kasumi
Bueno..este señor, si mal no recuerdo, pasó gran parte de su vida en París, así que es lógico que se le pegase el acentillo. Sin embargo, aunque este dejo es bonito, es muy leve para mi gusto, casi no se nota. Yo me refiero a lo que describe el autor del hilo, o sea, a gente que no pronuncia bien la r por el motivo que sea, no porque se les haya pegado el acento de un determinado lugar.
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Cortázar tenía un rotacismo de caballo, por más que pase por afrancesado. Su erre es gutural, que es el estado más primitivo en la pronuncación de este fonema. Los franceses hacen erre gutural, pero no todo el mundo que ha vivido en Francia ha vuelto con la costumbre de pronunciar así. Otro escritor con rotacismo era Alejo Carpetier. Éste es otro que tal baila. En su casa creo que se habló siempre en francés, pero su erre es antinatural.
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Iniciado por Kasumi
De todas maneras Jason, yo creo que lo que te hace sentir mal no se debe en sí al "defecto" (que no lo es), sino tener algo que te hace ser diferente de los demás.
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Eso no es necesariamente así. Mi psicóloga dice lo mismo que tú, y cree estar convencida de ello. Parece que el problema sólo fuese la punta de un iceberg monstruoso que esconde mayores focos de insania y que estos son los verdaderos protagonistas; que lo otro es consecuencia tan solo. Sin embargo yo intento explicar que ocurre justo al contrario. Que lejos de ser lo superfluo (y audible), este complejo cimenta la personalidad y ha gangrenado todos los demás aspectos. Yo me remito a mi experiencia, y cómo en mi tierna juventud fui una persona jovial y despreocupada. Sin embargo fue el descubrimiento de mi problema lo que fue agriando mi carácter hasta un punto demasiado acusado para lo que yo era, o hubiera debido ser. A mí se me podría diagnosticar fácilmente fobia social o trastorno evitativo cuando yo ni por asomo estaba predestinado a sufrir algo así. Han sido las circunstancias, el descubrimiento de mi problema, lo que ha malogrado mi personalidad. Yo ni de lejos habría sido alguien tímido. De hecho sólo lo soy si hay un trasfondo de exposición a mis miedos.
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Iniciado por Kasumi
Es muy triste que lleguemos a acomplejarnos incluso de las cosas bellas que tenemos, sólo porque no es lo común.
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Está bien adornar las cosas, pero llamemos al pan pan, y al vino vino. No se puede hacer pasar un trastorno del habla como una privilegiada particularidad. Lo que está mal, está mal. El orador perfecto es aquel que no patina hablando y cuya dicción es exquisita. Lo demás es una tara.
De todas formas, en las palabras de aliento de Kasumi se resume todo lo que yo anhelo de la vida: aceptación, comprensión. ¿Cuántos años tienes? ¿Vives en Madrid? Kasumi es un nombre bonito