Pensando.. ¿Y tú?
 

Me paso la vida pensando en que pasará y lo único que pasa es la vida.. y el tiempo corre.. y no espera. ¿Cuándo sabremos qué es lo que tenemos que hacer? ¿En qué preciso instante? ¿Y de qué manera? Tantas dudas, tantos miedos, que uno no avanza y solo espera.. espera a que pase algo que quizá nunca pase. ¿Cómo sabes que es lo adecuado? ¿Quizá voy demasiado deprisa? ¿Lo hago o no lo hago? No! Todo es cuestión de tiempo pero.. yo no quiero tiempo, o quizá si.. no lo sé, tantas preguntas sin respuesta, tantas respuestas sin pregunta.. Cuando deseas algo, por muy precipitado que sea, por muy indeciso que lo veas, ¿qué has de hacer?, ¿lanzarte a las pirañas o esperar a que ellas lleguen? Siento temor, temor a perder lo que no es mío, temor a que quizá nunca lo sea.

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Pensar demasiado contribuyó a joderme la vida.. dejar de pensar tampoco me la ha resuelto pero si vivo más tranquilo desde que controle no pensar demasiado

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Yo creo que jo de mucho eso de pensar demasiado. Yo también tiendo a sobreanalizar las cosas y a preguntarme el porque de todo, y aunque a veces encontrarás respuestas a tus preguntas, otras veces las respuestas te llevan a hacerte más preguntas. Es mejor dejarse llevar y aceptar las consecuencias , aunque sean malas.
Y el paso del tiempo es muy jodido, porque el mundo sigue girando y nadie te va a esperar y las oportunidades van desapareciendo. Quizás Tomas decisiones incorrectas y alejas a personas de tu vida, y luego piensas que si no hubieras cometido esos errores tu vida podría ser totalmente diferente ahora .

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Esas oportunidades estan ahi hay que estar muy atentos para que no pasen frente a nuestros ojos sin que nos demos cuenta, hay cosas que nos llegan a gustar y es una experiencia increible, pero no hay razon para no disfrutar del presente mientras se las encuentre.

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Yo también me he hecho esas preguntas miles de veces... Pero, quien no arriesga no gana.
No puedes estar dudando durante toda tu existencia, por que entonces es el tiempo lo que se va.
Nunca sabrás si otra decisión podría haber hecho que las cosas fueran mejor, por lo que no deberías arrepentirte de tus decisiones. No importa equivocarte.

La vida en sí ya es lo bastante complicada como para que nosotros estemos dándole vueltas y más vueltas a la cabeza.

Todos tenemos miedo a equivocarnos, todos sentimos que el tiempo pasa demasiado deprisa y que parece que las cosas no avanzan. Pero de hecho, los momentos fluyen y no pararán a esperarte, no pierdas trenes, súbete a todos ellos sin temor.

Sólo podemos movernos hacia delante.

Un saludo :beso:

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Yo también me he echo preguntas como esas, pensar demasiado las cosas no ayuda, pero tampoco podemos actuar sin pensar, debemos encontrar un equilibrio.

Trata de no pensar tanto las cosas, piensa menos y actúa mas, es lo mejor.

Saludos :bien:

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La cuestión es no pensar tanto; desvalorizar ciertas cosas. Lo ideal, en el fondo, sería dejar de presionarse pensamentalmente para pasar a vivir.

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Si en algo veo que estamos todos de acuerdo.. es que pensar tanto no es bueno. No te cuestiones el porque de las cosas ni te preguntes tanto, vive cada instante sin preguntarte el porque, simplemente esta ahi y punto.

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Creo que muchísimos seres humanos albergamos una tendencia innata a sobrepensar, y por lo que veo todos los que han participado en este hilo concuerdan con el hecho de que pensar demasiado es malo, pero ¿por qué es malo? Pienso que por más que nos esmeremos en distraer nuestras mentes de potencialidades de pensamiento, ocupándonos o entreteniéndonos, no estaremos avanzando hacia la raíz del problema; tan pronto como nos encontremos a solas de nuevo frente a la incertidumbre y al silencio, una nueva frecuencia nos asaltará. Deberíamos afrontar la complicada pregunta de cómo opera el pensar humano: observar sus formas de irrupción y digresión, tentar su procedencia, contrastarlas con la realidad y advertir los efectos que produce en ella: sobre esta fantasmagórica conciencia del pensamiento se puede, en el más idealizado de los casos, aprender a lidiar con ellos —aprehender que tú no eres tus pensamientos, trasladarlos al plano de las voces exógenas y mecanismos que conlleva la vida de la mente, sin prestarles excesiva atención ni dejarse arrastrar por sus proyecciones. Mi visión del asunto está influida por mi propia experiencia, reflejada en una lectura de Wittgenstein: los pensamientos, importante es darse cuenta, tienen su fundación en una estructura lógico-verbal que se superpone a la percepción sensorial de la realidad; sin embargo, con frecuencia esta serie de estructuras (que revolotean y se incrustan, que suponen hechos y cuestiones a priori, falazmente) no designan más que proyecciones y quimeras cuyo eco zumbante chirría con la realidad, cuando no la engulle: todos los deseos, juicios, miedos y expectativas surgen sobre el diseño de un prototipo determinado de espacialidad por el que, literalmente, sufrimos. Se dice que el pensamiento aísla: sucede que una nominalización, o una órbita obsesiva alrededor de un problema (que a menudo está asentado en un juicio) no consigue sino expandir la inflamación, que echa sus raíces y hiede a terror y a óxido. Sólo deconstuyendo o desmantelando sus formas y significados, restándoles valor, así como procurando aceptar las cosas tal y como son y van deviniendo, podemos reducir la fricción derivada del pensamiento y hasta apreciarlo (pensar puede llegar a ser muy estimulante, también). De modo que la pregunta no se limita a si pensar es bueno o malo, sino a cómo pensar. Pero este es un ámbito muy personal y cada cual tiene que mirar cómo afrontarlo conforme a su naturaleza.

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Me agrada bastante dicho razonamiento; y estoy de acuerdo.