¿Somos implacables con nosotros mismos?
 

Después de leer un par de hilos me ha surgido esta reflexión: ¿somos nuestro peor enemigo? Quiero decir, y hablo no como fóbico social sino como alguien que sufre trastorno de ansiedad desde casi siempre, cuando vemos a alguien en silla de ruedas, o ese vecino nos cuenta que padece de esclerosis múltiple, o aquel familiar con una cardiopatía, nunca pensamos: joder, si se esforzara un poco podría llevar una vida normal. Sin embargo, como nos miramos a nosotros mismos y vemos que tenemos dos brazos, dos piernas, que el corazón late perfectamente, que nuestra salud es de roble, tendemos a no aceptar que podemos estar más o menos incapacitados.

Ojo, no hablo de claudicar o de dejar de intentar superarnos; hablo de no flagelarnos. Porque ya tenemos bastante con lo que tenemos como para además andar diciéndonos que no trabajamos lo suficientemente duro para salir de esto.

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Suelen decir que lo ideal es un término medio: no fustigarse y tampoco acomodarse en la zona de confort si nos vemos capaces de hacer más y realmente lo deseamos.

¿te refieres a eso Hank? ;-)

Yo creo que la voluntad (el esfuerzo) es lo primordial pero para que exista esa voluntad tiene que haber antes motivaciones, pasiones, deseos que la impulsen y sostengan en el tiempo... a mi me falla esto último. ¬¬

No sé por qué digo esto, acaba de venirme a la mente ^^

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Nada que ver, son situaciones distintas.

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Por supuesto que lo son. Y una cardiopatía es distinta de una diabetes. Lo que quiero decir es que, a diferencia de quienes padecen esas u otras enfermedades, el que sufre de trastornos psicológicos tiende a pensar que todo depende de él, que es la causa y la solución.Esto un diabético no se lo plantea. Y hay que tener en cuenta lo jodido que es afrontar la vida desde la ansiedad.

Como dice Elperrolanudo, hay que aceptar que se tiene un hándicap, que no es un hándicap que NOS hayamos.provocado, que lo desarrollamos como el que desarrolla una hepatitis. A partir de ahí, sí, intentar que nos limite lo menos posible.

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Creo que te he entendido, y pienso lo mismo, pero el decir que una persona esta enferma porque tiene problemas para desenvolverse dentro de la sociedad, sin tener una patología palpable es hoy por hoy difícil.

Los consejos son siempre los mismos, de buena intención y muy ciertos, pero te dicen, hazlo y ya esta... pero no esta, realmente no es nada fácil.

Por eso es bueno que por lo menos cada uno se de algo de cuartelillo, y no se castigue por no haber hecho eso o aquello, o por no haber aprovechado x oportunidad... a una persona con una lesión en la pierna nadie le dirá, oh que mal que has hecho que te has perdido la maratón anual...

Eso no quiere decir que si uno hace esto, lo use como escusa para no enfrentar un problema, sino que es necesario reconocer el problema para buscarle una solución.

Espero haberme explicado.

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La sociedad es implacable con nosotros.

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La sociedad es implacable con todo el mundo. Seas rico, pobre, guapo, feo... Hasta las estrellas de Hollywood se suicidan. Pero "la sociedad" somos tú y yo. No conviene hablar de la sociedad como algo que nos es ajeno.

Respondiendo a Kasha... Es exactamente lo que quería decir. Enfermedad, trastorno... Podemos llamarle como queramos. Clínicamente hablando quizá sólo trastornos de tipo puramente psiquiátrico puedan etiquetarse como enfermedad. Da lo mismo. Yo me rompí la rodilla jugando al fútbol hace años, y no me torturo pensando que ya no puedo jugar. Si juego me vuelvo a destrozar la rodilla. Y respecto a la ansiedad, que ha sido siempre mi caballo de batalla, no soy tan benévolo. Quizá no estoy en el foro adecuado, porque aunque mi problema tenga una carga absolutamente social (siempre que algo afecta a nuestra interacción con el mundo es así) no me identifico con la definición de "fobia social". Pero he sufrido de agorafobia, me boicoteo todo el tiempo, etc., etc. Cuando estás mal, cuando estás con la ansiedad por las nubes, al propio malestar de la ansiedad le sumas un cierto sentimiento de culpa por no estar haciendo tal o cual cosa. O te machacas pensando en ciertas decisiones del pasado, cuando lo cierto es que, en aquel momento, hiciste lo que hiciste porque te veías INCAPAZ de hacer otra cosa.

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Es así. Yo también he llegado a las mismas conclusiones que tú. En mi caso padezco una ansiedad social bastante importante. Sin embargo he asumido que tengo un problema y que probablemente voy a lidiar con él todos los días de mi vida y por eso compararme con los demás, aparte de lo dañino que es para cualquier persona, es injusto. Pero también he entendido que esa no es razón para tirar la toalla y dejarme llevar por las sensaciones y sentimientos más inmediatos. Yo, hasta cierto punto me siento orgulloso de haber tirado para adelante aún con todo.

No seas tan cabrón contigo mismo y date un respiro, si quieres seguir tirando para adelante tienes que quererte y no sentirte mal por estar contento u orgulloso. Te lo dice una persona que se llevaa cuestionando a si mismo cada día desde hace muchos años y ya estoy cansado.

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Si, somos nuestro peor juez. Yo en mi caso, cuando miro atrás y veo que llevo casi veinte años sufriendo de esto habiendo probado todo, desde terapias alternativas como yoga, taichi, pasando por psicológos de todo tipo y pelaje y por supuesto psiquiatras y todas sus drogas, pues me doy cuenta que esto en realidad no tiene una solución total, sino que se trata de llevarlo lo mejor posible, tomarse una benzodiacepina sin abusar y cuando se esté mal con mucha ansiedad, al psiquiatra a tomar un tiempo paroxetina. En mi caso esto es lo único que funciona. Ahora con 46 tacos, me voy conformando, aprendo a no masacrarme tanto y trato de asumir que esto es lo que hay, esto es para mi, la ansiedad es para siempre y cuando estoy muy mal pienso que ya quisiera un enfermo de cancer poder tomarse una pastillica y seguir con su vida normal. Para alguna gente nuestra vida sería un sueño. Hay que quejarse menos y tirar hacia delante, por un lado luchar, no dejar la lucha de ser cada dia mejores, pero por otro lado rendirse a la evidencia que la ansiedad va conmigo en mi ser, y no se puede luchar contra tu ser. Bye

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Si.




















...

Respuesta: ¿Somos implacables con nosotros mismos?
 

:perfecto: exacto. Yo opino como tú, en esto de la ansiedad y los miedos a veces somos bastante duros e implacables con nosotros mismos y en otras ocasiones lo contrario demasiado indulgentes tanto que nos rendimos y acomodamos en casita con el pc encerrados en nosotros mismo nuestro mundo sin socializar ni afrontar nada.

No sé como bien dices: no creo que sea bueno ni presionarse en exceso y tampoco abandonarse, el famoso término medio o como suele decirse ir progresando "poquito a poco sin prisa pero sin pausa", estableciendo nuevas metas que nos haga ilusión, ... :) pienso igual en lo de no culpabilidad por no haber hecho algo o los supuestos errores o haber perdido "x" oportunidad. Yo me siento en paz con mi pasado y lo que intento es aprender y seguir con mi vida...

Me gusta como escribes HankFields
Buen texto, gracias por contarnos tu experiencia solitude

Respuesta: ¿Somos implacables con nosotros mismos?
 

No tiene mérito lo de mi 'escritura'. Me dedico a ello. Pero gracias por apreciarlo. ;)

Quiero dejar claro que yo nunca pienso en dejar la toalla. No lo pensaba con 20 años y no lo pienso ahora con 35. Recuerdo mi etapa agorafóbica, lidiando con los colegas que te llamaban para salir, inventando mil excusas y, al final, sintiéndote a gusto encerrado en casa. La experiencia me ha enseñado que esos acomodamientos no duran. Primero te acojona ir al cine con los amigos, después te acojona salir de casa para ir a la tienda de la esquina, acabas planeándolo todo para no tener que pisar la calle y, ¡zas!, empiezas a acojonarte contigo mismo. Fue entonces cuando entendí que el problema no era la calle, el problema era el miedo. No nos engañemos, el MIEDO es lo que tenemos en común. Los más ancianos del lugar igual recuerdan la serie 'Twin Peaks', y la peli que hicieron a continuación: 'Fire Walk With Me'. Fuego camina conmigo. Pues eso...

Hoy en día no puedo colocarme mentalmente en la situación de hace 15 años. Al contrario, me agobia muchísimo estar un día entero sin pisar la calle o sin ver a gente. No concibo lo que me pasaba entonces, igual que entonces no podía concebir lo que era sentir ansiedad sin una 'amenaza' de por medio. Y entrecomillo lo de amenaza porque, que yo sepa, ninguno estamos en Gaza esperando a que bombardeen nuestro barrio. Ojo, eso no quiere decir que el sufrimiento de un palestino sea mayor que el nuestro. El sufrimiento es algo personal e intransferible. Yo no tengo que caminar 5 kilómetros para coger agua de un pozo, como caliente todos los días, tengo un techo, un medio de locomoción... Sufro de acuerdo a esas circunstancias. Es más, y esto lo leí creo que en una novela que os recomiendo, 'Tengo una pistola' de Enrique Rubio, si mañana se produce un holocausto nuclear y nos quedamos aquí todos en plan Mad Max, se acabaron los miedos imaginarios. Empezarían otros miedos. Algo me dice, eso sí, que en un escenario donde la norma fuera el dolor la mayoría de nosotros nos desenvolveríamos perfectamente. No tendríamos que andar demostrando nada a nadie, no tendríamos que fingir que estamos bien. Puede sonar duro, pero cuando en estos años he tenido que asistir a un funeral el agobio por si me daba el yuyu y tenía que largarme de allí se suavizaba bastante. ¿Por qué? Pues porque en un funeral lo LÓGICO es que la gente tenga reacciones extrañas.