![]() |
Clases particulares de tristeza
Como siempre, sigo aquí,
descargando mi basura con palabras, en el pueblo en que nací, con diez vecinos, el cura y ocho cabras. Tan lejos de cualquier parte, tan cerca de ningún sitio, tan de tanto... Psicologías aparte, en mi mente falta litio, sobra llanto. Espectador somnoliento del discurrir tan extraño de los días, se han olvidado del viento en la estación "Desengaño" mis tranvías. Sabiendo que se me veda el amor con su burlón protocolo, siento el vacío que queda cuando ya no es una opción estar solo. Sin clase y sin dignidad, sin estilo y como un paria, sin hombría, remolco esta soledad de veinticuatro horas diarias cada día. Y donde quiera que voy cada mujer que me cruzo por la acera me dice qué solo estoy, explorando como un buzo mi pecera. Doctorado en amargura sin estudiar por los bares la cerveza, enseño mi asignatura con clases particulares de tristeza. Qué importa un Dios que no sabe entre el girar de unos astros que se queman, cuando ni siquiera cabe todo este dolor que arrastro en un poema. Terminando ya estas rimas, paridas con mucha tos y con fórceps, ando, con el cielo encima, por este terco año dos mil catorce. Derrotado frente al mundo, en luchas donde me extingo hoy me enzarzo, y otra vez cual buzo me hundo en las horas de un domingo, dos de marzo. Yo. |
Respuesta: Clases particulares de tristeza
Lamentablemente nadie muere de tristeza por muy bien que conozca la materia. De lo contrario, muchos nos habríamos apuntado ya a un máster.
Buen título. |
La franja horaria es GMT +1. Ahora son las 23:15. |
Desarrollado por: vBulletin® Versión 3.8.11
Derechos de Autor ©2000 - 2025, Jelsoft Enterprises Ltd.