EXPOSICIONES ORALES EN CLASE
Supongo que los que estáis en la Universidad teméis, como a un servidor le sucede, que el profesor o profesora en cuestión cuando explica en qué consistirá la evaluación de su asignatura, pronuncia las palabras, siempre terribles para nosotros, "exposición oral". Me gustaría saber lo que vosotros efectuáis en ese caso. ¿Os enfrentáis a la situación, os escaqueáis como buenamente podéis, se lo comentáis al profesor e intentáis que os conceda clemencia...? Yo personalmente padezco una verdadera aversión al mero hecho de imaginarme ubicado delante de numerosas personas exponiendo un tema y siendo evaluado.
Agradezco vuestros comentarios. Un saludo. |
encontre esto en internet
este ha sido uno de los problemas qyo tuve estudiando, ahora soy profesora y mi trabajo es exponerme a mis alumnos todos los días por lo que al exponerme cada día desde hace cinco años me ha ayudado muchisimo ............hay que afrontarlo y controlar las cosas q nos decimos antes mientras y despues de la situación
he encontrado esto espero te ayude La ansiedad es una de las principales barreras de la comunicación que afectan al emisor, y está presente en todos las situaciones de hablar en público. Si nuestra ansiedad es baja, mejoraremos nuestra intervención, ya que nos mantiene activados. Sin embargo, cuando es muy alta, hace que no lo hagamos tan bien como quisiéramos. De aquí la importancia de aprender a manejar nuestra ansiedad con vistas a mejorar nuestras exposiciones. Al hablar de conductas no sólo nos referimos a lo que hacemos, sino también a lo que pensamos y a lo que sentimos. Esto es lo que llamamos los tres niveles del comportamiento: conducta motora (lo que hacemos), conducta cognitiva (lo que pensamos) y conducta fisiológica (lo que sentimos). Estos tres niveles se dan en todos nuestros comportamientos, es decir, son respuestas simultáneas y paralelas en todas las conductas humanas. Ya hemos visto al inicio del capítulo que al hablar de habilidades de comunicación y, más concretamente, de hablar en público, también nos referimos a conductas, por lo que aquí también van a intervenir los tres niveles del comportamiento. Cuando hablamos en público, así como en momentos anteriores y posteriores, “hacemos”, “pensamos” y “sentimos”. En función de estos tres niveles, así será nuestra respuesta de ansiedad. La respuesta de ansiedad moviliza los recursos de nuestro organismo, activándolo a través del sistema simpático-adrenal, incrementando la producción de adrenalina en el cuerpo y provocando los siguientes cambios fisiológicos: las frecuencias cardiaca y respiratoria aumentan, el corazón se acelera, la saliva y la mucosidad se secan (boca seca), la sangre se desvía preferentemente hacia la cabeza y hacia el tronco, por lo que las manos y los pies se perciben fríos y sudorosos, los músculos se tensan, las pupilas se dilatan, se agudiza el oído y desaparecen los deseos de comer. Todas estas manifestaciones fisiológicas nos sirven de “señal” para saber que tenemos ansiedad. Sin embargo, la ansiedad no se reduce sólo a unos cuantos síntomas fisiológicos. También entran en juego nuestros pensamientos, incluso de manera aún más importante, porque son ellos quienes van a determinar que notemos esa ansiedad. De hecho, la capacidad de la situación de hablar en público para producirnos ansiedad depende del modo como la interpretamos, sobre la base de nuestra experiencia previa de acontecimientos similares y de nuestra habilidad actual para enfrentarnos a ella. Pero, ¿qué percibimos en la situación de hablar ante un público que hace que aparezca la ansiedad? - En primer lugar, es algo importante para nosotros y en ella se hallan en juego muchas cosas (como la nota que nos pongan si se trata de un examen oral o la exposición de un trabajo, o nuestro reconocimiento profesional al dar una conferencia o una clase, o nuestra propia autoestima). Si es la primera o las primeras veces que hablamos en público, para nosotros es una situación novedosa, poco familiar, ante la que nos percibimos con pocos recursos para afrontarla, por lo que nuestra sensación de control personal, es decir, la sensación de dominio y confianza sobre la situación suele ser bajo. - También influye la inminencia temporal, es decir, el tiempo que transcurre antes de que ocurra el acontecimiento. En este sentido, cuanto más inminente es un acontecimiento, más intensa resulta la respuesta de ansiedad. Un mayor tiempo de anticipación nos da la oportunidad de “repensar” y reevaluar la situación, así como la posibilidad de desarrollar muchos mecanismos de afrontamiento. - Su duración: cuanto mayor sea, más ansiedad percibiremos (no nos ponemos igual de nerviosos si tenemos que hablar diez minutos que si tenemos que dar una conferencia de una hora). Para manejar adecuadamente la ansiedad existen múltiples técnicas que nos pueden ser útiles, diferenciando entre las técnicas que actúan en el ámbito fisiológico y aquéllas que actúan en el ámbito cognitivo. Entre las primeras, posiblemente las más conocidas y utilizadas son la respiración diafragmática y la relajación muscular progresiva de Jacobson. Ambas se describen en los apéndices 1 y 2, respectivamente. Entre las segundas, podemos citar dos de ellas que, por su menor complejidad, podemos aplicar en nuestra casa: la visualización y la parada y cambio de pensamiento. En la visualización se imagina la situación de hablar en público con todo lujo de detalles (colores, olores, personas presentes, etc.), de manera que, en esta imaginación, la realicemos con éxito. Se basa en que imaginar de forma continuada diferentes alternativas de comportamiento pueden producir en nosotros una expectativa positiva que hace que cambiemos nuestro comportamiento real. La parada y cambio de pensamiento tiene como objetivo eliminar los pensamientos negativos y sustituirlos por otros positivos o más adaptativos. La técnica consiste en imaginar o “forzar” el pensamiento negativo y, cuando lo tengamos claro en la mente, pararlo utilizando una señal (un chasquido, una palabra como “basta” o “stop”, o una goma de papelería con la que nos damos un pequeño golpe en la muñeca), para a continuación pensar en el pensamiento positivo, relajándonos al mismo tiempo mediante la respiración. Requiere haber identificado antes tanto nuestros pensamientos negativos como los positivos, que nos servirán de “antídotos”. El mejor resultado se obtiene mediante la aplicación conjunta de todas las técnicas. |
Yo he estudiado derecho y siempre que tenia que hacer un examen era oral y lo pasaba fatal; de echo no me he acotumbrado.
Te daría dos consejos que a mi me van muy bien, aunque sigo poniendome nerviosa: - enfrentate a la situacion - haz ejercicios de relajacion o respiracion. Ya nos contaras. Un abrazo 8) |
Pese a mi timidez ya he tenido que exponer en el instituto unas 3 o 4 veces, y sólo una de ellas recuerdo no haberlo pasado muy bien (y aún así no pasó nada, sigo vivo de momento :P), el resto de veces más o menos salí airoso de la situación. Lo mejor es enfrentarte a ello. Hace ya bastante tiempo desde mis ultimas exposiciones en clase, pero este año voy a tener que hacer frente a una nueva en la universidad.
Lo que pienso hacer es llevar en la mano un guión para no quedarme en blanco, y llevar el tema muy bien preparado y estudiado, ensayarlo en casa durante semanas si es necesario antes del día clave,y.... rezar para que todo salga bien jeje, weno esto último es un poco de broma. Personalmente creo que prefiero exponer, porque se que en principio nadie va a interrumpirme, sino que todos deben escucharme, y el tema a exponer es algo que ya tengo bastante estudiado y ensayado desde días atrás (también supongo que influye el hecho de que en mi clase no somos más de 25 personas y la gente suele faltar bastante). Como decía prefiero exponer antes que tener que improvisar algo en clase o los debates, ahí si que lo paso mal, me pongo mucho más nervioso y se me queda la mente en blanco. |
He hablado en público varias veces y siempre estoy supernervioso, pero me dicen que por fuera no se nota, que lo hago bien, lo peor es el primer minuto despues me voy relajando.
Lo que he notado es que cuanto mas me lo he preparado y he ensayado, estoy menos nervioso. Otra cosa que me ayuda mucho es centrarme en el mensaje, y no en como lo hago. Quizas esto te pueda ayudar |
Es que personalmente la exposicón oral es lo que mayor miedo me produce. Incluso leer en público. Por eso me sorprende que vosotros, a pesar del nerviosismo, lo hacéis. ¿Qué caso os genera más miedo que la exposición oral?
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Cita:
Pero para mí lo más importante para darte esa seguridad es que lo que tengas que exponer o responder, te lo sepas muy bien, eso da una seguridad en ti mismo que te sorprenderías. Y respecto a la pregunta de qué cosas me dan más ansiedad, pues tampoco es muy importante pero me ocurre en los centros comerciales, en pequeños comercios, las llamadas de teléfono, pero todo esto es cuestión de práctica. Ánimo con tu exposición!!!! |
A mi también me produce miedo, pero supongo que al haberme obligado a exponer en el instituto me enfrento a esta nueva exposición que tengo que hacer en launiversidad con algo más de optimismo pese a mis limitaciones. Yo doy por hecho que me voy a poner nervioso y que igual me tiembla la voz, pero pienso que como ya han dicho otros por aquí, la gente no tiene porque estar dandose cuenta de ello y además creo que cuando lleve un rato hablando me empezaré a sentir más cómodo (además que llevar el tema a exponer bien trabajado y ensayado previamente creo que me ayudará a estar más seguro).
Como te dije antes, me pongo más nervioso en los debates o en cualquier intervención en la que tenga que improvisar algo :( |
Mira... mi fobia social empezo justamente por culpa de las exposiciones orales y de la lectura en publico a los 15 años.
Te voy a dar un consejo que me parece que te va a ser muy util. Antes de empezar tienes que hacer una mirada a todos los que estan delate y escuchandote, sin prisas. Tienes que intentar ir siempre sin prisas, es muy importante. Los observas tranquilamente y empiezas cuando a TI te de la gana. Ten siempre en cuenta que tu eres el amo y señor de tus descisiones. Sabiendo esto, nunca vas a tener miedo. Este miedo que tenemos es debido al temor a perder el control. Suerte! |
Yo directamente cuando iba al colegio me negaba. Me suspendieron y fui a larecuperacion en verano y alli me hizo solo examen escrito. No creo que tengan derecho a hacer un examen oral, es una tonteria, no es clase de psicologia, que te evaluen tus conocimientos de forma escrita que es como mejor puedes mostrar lo que sabes ya que todo el mundo sabe que oralmente al ponerte nervioso puedes fallar y entonces acabarian sacando mejores notas los que son mas seguros y no los que realmnete saban mas. Asi que comentaselo al profesor a solas, si tiene algo de cabeza deberia aceptar.
Tu no haces tu carrera para que vaya una profesora de "psicologa" haciendo examenes orales a la gente solo para ver si son capaces de hacerlo asi tambien. |
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