Don Nadie
 

¿Que tratamiento ha de dársele a un Don Nadie?. ¿Excelentísimo, Su Majestad, Muy Honorable, Su Insignificancia?.

Te saluda el amable maître y sonríe cortésmente mientras te dice:
Pase Su Insignificancia, nadie estaba esperándole.

En aquellas ocasiones en que la reflexión sobre la propia insignificancia acometen la mente de uno, solo queda una opción a mi parecer, una reflexión: todos somos insignificantes. No hay excepción: desde el filósofo al condenado a 15 años por homicidio; del Jefe de Estado elevado a esa condición por necesidades supuestamente excelsas (lo excelso parece acarrear siempre sueldos con muchos ceros) al currelo que se mete 12 horas en una fábrica que produce embases de plástico que hacen mas cómoda la vida a las clases medias (la suya no, eso seguro)...

No os confundáis, no es un mensaje pesimista o catastrofista, es una sencilla constatación que de tenerse en cuenta ayuda a desdramatizar los asuntos cotidianos y no tan cotidianos.

como mi tio me decia: al final todos al boquete

Kruschev, tienes mucha razón en lo que dices.

Pero a raíz de una cosa que has dicho me has hecho reflexionar. La frase era: al currelo que se mete 12 horas en una fábrica que produce embases de plástico que hacen mas cómoda la vida a las clases medias (la suya no, eso seguro)...

¿Por qué sólo se considera verdadero trabajo el que es meramente físico?
¿Por qué es más duro el trabajo físico, ya que lo pones como ejemplo de "trabajo indeseable" (así lo entendí yo) que el intelectual? Exceptuando claro, los trabajadores del tercer mundo, pero yo me refiero a nuestro contexto (y donde existen legislación laboral) y éste sería otro debate.

Esas clases medias que describes también tienen que trabajar para comprar las botellas, no se las regalan, también las pagan. También trabajan, aunque de esas no pongas ejemplos.

Te aseguro que el tipo que tiene que cuadrar las cuentas a fin de mes en una empresa que va mal, va a estar muy jodido. Es un trabajo muy chungo, aunque no esté doce horas con la espalda doblada. Y quizás no trabaje doce horas, pero te aseguro que cuando esté en casa también estará trabajando, su cabeza estará trabajando. Sin embargo el que hace botellas sabe que cuando acabe su turno, él se olvidará de las botellas, no como el otro, que seguirá pensando en los balances y los pagos.

Bueno, no sé si me he explicado bien. El caso es que no termino de entender esa tendencia a infravalorar el trabajo porque tenga un carácter más intelectual. El presidente de gobierno quizás nunca tenga que hacer botellas de plástico, pero tendrá toda su **** vida que vivir con escolta ¿no crees esto mucho peor? ¿No es esto valorable también?

Sustituye las doce horas en la fábrica por un trabajo de despacho si te parece correcto.

Cierto Krushev
 

Creo que muchos de nosotros alguna vez hemos coincidido con lo que tu mencionas.
En el caso personal (muy personal), muchas cosas cambiaron al llegar a la conclusión de que esto que nos agobia son consecuencias de una invención puramente humana, que tratando de "interpretar" el significado de la vida y hallarle un sentido "especial", ha creado lo que ha creado ... pero... ciertamente ni toda la especie, ni nadie en particular está obligado a encajar o a cumplir alguna misión en este planeta...
lo único es disfrutar este paso por aquí... tratar de "ser felices", como siempre dicen...
Asi es: hagamos lo que hagamos, esto no va representar nada en el "devenir" del mundo...
Y... siendo cada quien el ser más importante para cada quien, entonces ¿por qué llevar una vida tan torturada?...
Pensar así me ha servido para, sin complejos, hacer lo que he querido hacer, ir tras la mujer que amo, enriquecer mi conocimiento, disfrutar de los viajes, respirar, admirar el arte, admirar la naturaleza, conocer gente... con algo de bohemia: bailar, embriagarme, etc. ... también, encontrar un nivel de vida digno, ser más vivencial, menos teórico (just do it!)... componer canciones, poemas... dedicárselos a alguien... conocer ciudades, pueblos... encontrar respuestas a mis inquietudes, etc... Antes esto era inpensable para mí...
Creo que el darse cuenta de la insignificancia y al brevedad de nuestra estadía en este planeta, puede convertirese en un "propulsor" para vivir...

si nos comparamos con la magnitud del universo conocido, todos somos igual de insignificantes, desde el Papa hasta el ultimo eslabon en la cadena de la fabrica de botellas.

Uno de los problemas que solemos tener los fobicos sociales, es el de entender la vida como una competicion; siempre comparandonos con los demas; siempre buscando la aprobacion ajena...