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Cita:

Iniciado por QuieroVivir (Mensaje 495696)

Querido Ramiro:
Antes que nada, bienvenido!
Me sorprende tu madurez siendo tan joven. Yo a tu edad estaba muy confundida y no sabia que camino tomar, y creo que nos debe pasar a muchos de nosotros... me decia a mi misma "me adapto? o no me adapto?", y asi fue... me quise adaptar y me estrolé contra la pared. La cuestion es que estoy de acuerdo en lo que planteas, y la verdad me sorprende que te gusten las chicas comunes... ojala hubiera mas hombres como vos!!!
Veo por el lexico que empleas que te gusta leer, te gustan los temas sociales no? seguramente estudias algo relacionado con las ciencias sociales no? porque veo que te interesas por los demas. Mira... si vos vas a la facultad y estudias la carrera que a vos te gusta seguramente vas a conocer otras personas con las mismas inquietudes que tenes vos. Ademas, podes formar parte de alguna organizacion, ong o alguna agrupacion que defienda los mismos derechos que vos defendes, como por ejemplo, el tema de los animales, y allí tambien vas a conocer gente como vos.

Ojalá que este foro te sirva para reflexionar, para pedir ayuda o para dar algun consejo a quien se sienta mal. Entre todos nos contenemos.

Gracias por tus palabras "quierovivir", describiste perfectamente ciertos aspectos de mi persona sin conocerme.
Te comento que estudio Abogacía y sí, me gusta leer y tengo cierta sensibilidad "social" por llamarlo de alguna manera. En cuanto a la gente, hay de todo, lamentablemente hoy en día predominan los modelos estereotipados que sólo emulan conductas de ciertos personajes influyentes. Está en uno encontrarse con esas personas que van por el mismo camino que nosotros y al resto, tratarlos con cordialidad. Sin sentirse menos.
En cuanto a las organizaciones que nombras, suelo ayudar a una ONG que cuida de perros callejeros por la zona de Vte. López. Más que nada trato de acercarles insumos/comida. Es una forma de sentirme bien conmigo mismo, sorprendentemente experimento mucha felicidad al ayudar.
Y en cuanto a mi, me estrolé mil veces para agradar o intentar ensamblar dentro de las reglas sociales vigentes. Lo logré, con menor o mayor éxito, pero al fin y al cabo no era yo. Y la angustía por tanta frivolidad y desinterés echó por tierra toda tentativa de sublimar mi verdadera forma de ser.