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dadodebaja42234 02-may-2015 20:00

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
T da unos pasos y concentra su atención en el suelo. Se agacha para atrapar a la araña, la aprieta en el puño y se la lleva a la boca. Muerde y, con dificultad, haciendo muecas de esfuerzo, desgarra el cuerpo blando que se agita entre sus dientes. Después escupe un trozo al suelo y lanza hacia la mesa lo que le ha quedado en la mano. Cae a los pies de P el abdomen demediado, todavía moviendo tres o cuatro patas que quedan articuladas a él. En un movimiento reflejo, P aplasta con la bota los restos semovientes del animal, sin levantarse de la silla, quizá complacido en la blandura inerte que deja una mancha roja y negruzca sobre las baldosas.
—Eso es —dice T al ver el gesto de P—: destruye a tu enemigo. Pero no sólo a tu enemigo: destruye a todo aquel o a todo aquello que se oponga a tu voluntad; destruye incluso por mero divertimento, para afirmar tu poder sobre el mundo. Y hazlo sin piedad, como proclama Lestat el vampiro: «Dios mata indiscriminadamente; nosotros también».
P ha levantado la bota de los restos de la araña, pero alguna viscera ha quedado encajada en la suela y al arrastrar el pie pinta un arco de sangre sobre el suelo:
—Sabes que no estoy de acuerdo contigo, pero ésa no es la cuestión ahora. La cuestión es que si no me ayudas a orientarme en la realidad quizá moriremos los dos...
—Yo diría que la cuestión tampoco es ésa. Sería absurdo: nadie sabe qué es real y qué no lo es, no se pueden hacer mapas de la realidad... Míralo de esta otra manera: es evidente que la araña sólo presentaba problemas porque les tienes pánico a las arañas, OK?, si hubieras visto una mosca te daría igual su realidad. De modo que lo que convendría dilucidar es a qué le tienes miedo: ésa es la cuestión. Y no creo que estés dispuesto a enfrentarte a eso..., es más: hasta puede que acabaras haciendo alguna tontería... «¿No has visto esa otra película, de Alejandro Amenábar, la de los fantasmas que no saben que lo son?»... ¿De qué me suenan estas palabras?... —se acerca de nuevo a la Madonna de Bellini, con las manos a la espalda.
(...)
—Te equivocas: yo no soy un psicópata, yo tengo alma.
—Oh, «alma», una buena palabra para acompañar a «amor», «felicidad» y «pastel de cerezas»... Desde luego no creo que dieras positivo en la escala de Hare, ya sé que eres justo ese tipo de sensiblero que da 10 dólares a un homeless y regala flores y anillos a las mujeres... Pero hay otros autores además de Hare, por ejemplo puedo recordarte la lista de tarados psicopáticos que enumera Koch: «Las almas impresionables, los sentimentalistas lacrimosos, los soñadores y fantásticos, los huraños, los apocados, los escrupulosos morales, los delicados y susceptibles, los caprichosos, los exaltados, los burlones, los vanidosos y presumidos, los trotacalles y noveleros, los inquietos, los malvados, los estrafalarios, los coleccionistas y los inventores, los genios fracasados y no fracasados...»
—¿Hay alguien que quede fuera de esa lista? —dice P.
—Cualquiera puede tener algún rasgo de psicopatía, ciertamente. Lo significativo, y aquí recurro a Schneider, es que pueda decirse que el individuo a considerar tiene una personalidad y unas formas de vida extrañas, apartadas del término medio. Sobre todo si por ello siente frustración, sufrimiento, y más aún si piensa que ese sufrimiento es o fue producido por otros y por tanto le parece justo que alguien pague por ello. ¿Te dice algo todo eso? ¿No es venganza lo que buscas persiguiendo a criminales? Porque el que los persigue para meterlos en la cárcel eres tú, sin duda, yo me limito a divertirme un rato con ellos cuando tengo ocasión. ¿Y te has dado cuenta de que sólo aparezco cuando bebes?: in vino veritas, hermanito.
—Yo no soy tú... Yo puedo sentir aprecio por alguien, por una gata huérfana, por el comisario, por su mujer...
—Pobre comisario..., nunca sabrá el riesgo que corrió contigo... Pero la verdad es que nos ha sido muy útil tenerlo de nuestra parte: mientras a ti te enseñaba a ser un policía bueno a mi me enseñaba cómo campar impunemente por mis respetos...
P sigue en su idea fija:
—Tú no puedes enamorarte, yo sí... Me enamoré de Suzanne...
—Ah..., Suzanne...: otra Madona de Bellini, ¿cuántas van ya...? —T saca del bolsillo de su americana un estuche de joyería. «Jewell Zoo», dicen las letras grabadas. Lo abre y extrae de él el anillo—. Admito que con ésta te dio un poco más fuerte, pero la pregunta es de qué te enamoraste...
—Me enamoré de una mujer, de una persona, de un ser humano, y eso demuestra que yo también soy humano...
—Yo te diré de qué te enamoraste. Te enamoraste de un rostro vagamente parecido al de un cuadro de Bellini que llevas contigo a todas partes y ante cuya imagen rezabas aterrorizado en la penumbra de una sala de espera. Te enamoraste de una profecía sobre ti mismo que llevas toda la vida empeñado en autocumplir, de un ideal sobre tu propia persona, de la posibilidad de ser otro al margen de mi. Te enamoraste de una vida coherente, redonda, sin cabos sueltos; te enamoraste de una novela de Dickens y de una teleserie lacrimógena con final feliz. De todo eso te enamoraste: no de una mujer de carne y hueso. Y tuvo suerte de escapar con vida: ¿cuánto hubieras tardado en destruirla?
---
Bueno, lo digo porsiaca, no me siento identificado con estos textos, es solo que... los considero curiosos e ilustrativos acerca de algunas cosas.

MissMuerte 02-may-2015 21:33

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
"Cuando en soledad me doy a elucubraciones
Y medito sobre varias anticipaciones,
Cuando en el aire castillos suelo levantar,
En los que no hay recelo y no hay pesar,
Me complazco en figuraciones deliciosas
Y las horas, me parece, pasan presurosas.
Toda dicha en comparación es tontería*
Pues nada hay mas dulce que la melancolía."

dadodebaja42234 16-may-2015 13:16

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
-¿Cómo entender eso: MALVADO?¿Qué es eso?¿Existe en la tierra?
Sería más adecuado para nosotros decir que no puede haberlos, que no los hay. En los cuentos está permitido describir a malvados: para los niños, para simplificar el cuadro. Pero cuando la gran literatura mundial de los siglos anteriores talla una tras otra imágenes de malvados de un negro espeso- Shakespeare, Schiller, Dickens-, nos huele un poco a barracón de feria, poco acorde con el sentir de hoy. Pero lo que importa es cómo están dibujados esos criminales. Esos malvados tienen perfecta conciencia de su maldad y de que su alma es negra. Y razonan así: si no hago mal, no vivo. A ver si enfrento al padre contra el hermano. Me deleitaré con los padecimientos de la víctima. Yago dice sin tapujos que sus objetivos e impulsos son negros, nacidos del odio.
No, eso no ocurre así. Antes de hacer el mal, el hombre tiene que concebir el mal como un bien o como una acción lógica, con sentido. Así es, por suerte, la naturaleza del hombre, que tiene que buscar JUSTIFICACIÓN a sus hechos.
Las justificaciones de Macbeth eran muy endebles y la vergüenza acabó con él. Yago es otro borrego. Tan sólo una docena de cadáveres agotaban la fantasía y las fuerzas espirituales de los criminales shakespearianos.
Eso les pasaba por carecer de ideología.
¡La ideología!, he aquí lo que da justificación buscada a la maldad y la requerida dureza prolongada al malvado. La teoría social que ante él mismo y ante los demás le ayuda a blanquear sus actos y a escuchar, en lugar de reproches y maldiciones, loas y honores. Así, los inquisidores se confortaban con el cristianismo; los conquistadores, con el engrandecimiento de la patria; los colonizadores, con la civilización; los nazis, con la raza; los jacobinos (anteriores y posteriores), con la igualdad, la fraternidad y la felicidad de las generaciones futuras.
Gracias a la ideología, al siglo XX le ha tocado conocer la maldad cometida contra millones de seres. Es algo que no se puede refutar, orillar, silenciar: ¿cómo nos atrevemos entonces a insistir en que no hay malvados?¿Quién aniquiló entonces a esos millones? Sin malvados no hubiera habido Archipiélago.
Entre 1918 y 1920 corrió el bulo de que las Checas de Leningrado y Odesa no fusilaban a todos sus condenados, que con algunos alimentaban (vivos) a los animales de los zoológicos de esas ciudades. No sé si es verdad o calumnia y, si hubo esos casos, cuantos fueron. Pero yo no me pondría a buscar pruebas: tomando la costumbre de los ribetes azules, yo les propondría que ellos nos demostraran que eso es imposible. ¿Pero con el hambre de aquellos años, de dónde iban a sacar carne para el zoológico?¿Quitárselo a la clase obrera? Si aquellos enemigos de todas maneras iban a morir, por qué con su muerte no coadyuvar a la cría de fieras en nuestra República y, de esta forma, colaborar en nuestro avance hacia el futuro? ¿Acaso no es racional?
Esa es la raya que no traspasará el malvado de Shakesperare, pero el malvado con ideología la traspasa y conserva los ojos imperturbados.
En física, existen las magnitudes o efectos de umbral. (…cosas de física…)
Al parecer, también la maldad es una magnitud umbral. Si vacila el hombre, se mueve la vida entera entre el umbral del bien y el mal, cae, resbala, trepa, se arrepiente, vuelve a nublarse, pero mientras no haya cruzado el umbral de la maldad, en sus posibilidades está el retorno y él se mantiene aun en el campo de nuestra esperanza.
Pero si, por la importancia de sus maldades o por cierto grado de ellas o por lo absoluto de su poder atraviesa de pronto, el umbral, él se separa de la Humanidad. Probablemente para siempre.
Desde la Antigüedad, la gente ve en la Justicia una dicotomía: el bien que triunfa y el mal que se castiga.
Tenemos la dicha de haber llegado en una época en la qué no es que el bien triunfe, pero en la que no siempre se persigue con perros. Al apaleado, al enclenque, ahora le está permitido entrar con sus andrajos, sentarse en un rincón, aunque sin abrir la boca.
Y nadie se atreve a nombrar el mal. Si, estuvieron abusando del bien, pero no hubo mal. Si, unos cuantos millones rodaron por el talud, pero no hay culpables. Y si alguien se atreve a piar “entonces que pasa con los que…” desde todas partes surge en son de reproche, y al principio en tono amistoso: “Bueno camaradas: ¡¿Dejemos de hurgar en las viejas heridas?! Pero después con una estaca “¡A callar supervivientes, con lo bien que estabais presos!”
(… comparativa entre Alemania y Rusia…)
Llegará un día en que nuestros descendientes darán a alguna de nuestras generaciones el nombre de “generaciones de calzonazos”: primero, millones de nosotros permitimos dócilmente que nos azotaran y luego mimamos a los asesinos en su vejez feliz.
(…)
Pero aunque seamos generosos, no los fusilemos; no los atiborremos de agua salda; no los “encerremos” con miles de chinches; no los sometamos al tormento del potro; no los mantengamos firme sin dormir durante semanas, no les asestemos patadas, ni porrazos, ni les apretemos la cabeza con aros de hierro, ni los empotremos en la celda como si fuesen maletas, poniéndolos a unos encima de otros, aunque no hagamos nada de lo que ellos han hecho. (…)Lograr que cada uno de ellos diga por lo menos en voz alta:
-Si, soy un verdugo y un asesino.
(…)
Cuando callamos el mal, lo metemos en el cuerpo para que no asome: lo estamos SEMBRANDO, y mil veces volverá a brotar en el futuro. Si no castigamos y ni siquiera censuramos a los malvados, estamos haciendo algo más que cuidar su miserable vejez: estamos socavando por debajo de las generaciones futuras todas las bases d la Justicia. Por eso crecen “indiferentes”, no por la “débil labor educacional”. Los jóvenes asimilan que la vileza jamás se castiga en la tierra, que ayuda a prosperar.

¡Qué incómodo y que terrible será vivir en un país así!

Archipiélago Gulag. A. Solschenizyn (o algo así)
--------------------------
Hay una serie, de unas 4 o 5 preguntas, que suelo hacer a cada persona que pienso que pueda ser "cómo yo". No sigo un procedimiento muy exacto, pero rara vez las hago todas si veo que las respuestas a las primeras no me satisfacen. Algunas las pongo en público y otras siempre las guardo para la intimidad. ¿Cómo decides el precio de lo que vendes? es una de ellas.

MinatoMatoi 16-may-2015 14:04

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Tu y yo no somos tan diferentes,
supongo que tuve mas suerte,
sin ella te volviste beligerante,
pero entiendo perfectamente.
El vaso estaba medio lleno para mí

Y se veía medio vació para mi

Tal vez ese vaso determinó nuestros caminos, quien sabe?

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La palabra "creer" es una maldición que aplasta a las personas. No hay manera de que puedas leerle la mente a alguien, verdad? En lo que crees es en tu propia idea egoísta de como quieres que una persona sea - nada mas. Y en parte,forzaste eso en mi también, y ahora piensas que te he traicionado? que eres, un idiota?

dadodebaja42234 18-may-2015 12:16

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Igual alguien la puso ya, es un clásiquísimo

No solo se le exige al miembro del Partido que tenga las opiniones que se consideran buenas, sino también los instintos ortodoxos. Muchas de las creencias y actitudes que se le piden no llegan a fijarse nunca en normas estrictas y no podrían ser proclamadas sin incurrir a grandes contradicciones con los principios mismos del Ingsoc. Si una persona es ortodoxa por naturaleza [respecto al Partido] (en neolengua se le llama piensabien) sabrá en cualquier circunstancia, sin detenerse a pensarlo, cuál es la creencia acertada o la emoción deseable. Pero en todo caso, un enfrentamiento mental complicado, que comienza en la infancia y se concentra en torno a las palabras neolingüísticas paracrimen, negroblanco ydoblepensar, le convierte en un ser incapaz de pensar demasiado sobre cualquier tema.
Se espera que todo miembro del partido carezca de emociones privadas y que su entusiasmo no se enfríe en ningún momento. Se supone que vive en un continuo frenesí de odio contra enemigos extranjeros y los traidores de su propio país, en una exaltación triunfal de las victorias y en absoluta humildad y entrega ante el poder y sabiduría del Partido. Los descontentos producidos por esta vida tan seca y poco satisfactoria son suprimidos de raíz mediante la vibración emocional de los Dos Minutos de Odio, y las especulaciones que podrían quizás llevar a una actitud escéptica o rebelde son aplastadas en sus comienzos, antes de asomar a la consciencia, mediante la disciplina interna adquirida desde la niñez.
La primera etapa de esta disciplina, que puede ser enseñada incluso a los niños, se llama en neolenguaparacrimen. Paracrimen significa la facultad de parar, de cortar en seco, de un modo casi instintivo, todo pensamiento peligroso que pretenda salir a la superficie. Incluye esta facultad la de no percibir las analogías, de no darse cuenta de los errores de lógica, de no comprender los razonamientos más sencillos si son contrarios a los principios del Ingsoc y de sentirse fastidiado e incluso asqueado por todo pensamiento orientado en una dirección herética. Paracrimen equivale, pues, a estupidez protectora.
Pero no basta con la estupidez. Por el contrario, la ortodoxia en su más completo sentido exige un control sobre nuestros procesos mentales, un autodominio tan completo como el de un contorsionista sobre su cuerpo. La sociedad oceánica se apoya en definitiva sobre la creencia de que el Gran Hermano es omnipotente y de que el Partido es infalible. Pero como en realidad el Gran Hermano no es omnipotente y el Partido no es infalible, se requiere una incesante flexibilidad para enfrentarse con los hechos. La palabra clave de todo esto es negroblanco.
Como tantas palabras neolingüísticas, ésta tiene dos significados contradictorios. Aplicada a un contrario, significa la costumbre de asegurar descaradamente que lo negro es blanco en contradicción con la realidad de los hechos. Aplicada a un miembro del Partido significa la buena y leal voluntad de afirmar que lo negro es blanco cuando la disciplina del Partido lo exija. Pero también se designa con esa palabra la facultad de creer que lo negro es blanco, más aún, de saber que lo negro es blanco y olvidar que alguna es se creyó lo contrario. Esto exige una continua alteración del pasado, posible gracias al sistema de pensamiento que abarca todo lo demás y que se conoce con el nombre de doblepensar.
[…]
Doblepensar significa el poder, la facultad de sostener dos opiniones contradictorias albergadas a la vez en la mente. El intelectual del Partido sabe en qué dirección han de ser alterados sus recuerdos; por tanto, sabe qué está trucando la realidad; pero al mismo tiempo se satisface a sí mismo por medio del ejercicio del doblepensar en el sentido de que la realidad no queda violada. Este proceso ha de ser consciente, pues, si no, no se verificaría con la suficiente precisión, pero también tiene que ser inconsciente para que no deje un sentimiento de falsedad y, por tanto, de culpabilidad.
El doblepensar está arraigado en el corazón mismo del Ingsoc, ya que el acto esencial del Partido es el engaño consciente, conservando a la vez la firmeza de propósito que caracteriza a la auténtica honradez. Decir mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido sólo por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega…, todo esto es indispensable.
Incluso para usar la palabra doblepensar es preciso emplear el doblepensar. Porque para usar la palabra se admite que se están haciendo trampas con la realidad. Mediante un nuevo acto de doblepensar se borra este conocimiento; y así indefinidamente, manteniéndose la mentira siempre unos pasos por delante de la verdad. En definitiva, gracias al doblepensar ha sido capaz del Partido –y seguirá siéndolo durante miles de años- de parar el curso de la Historia.
[…]
Esta peculiar trabazón de elementos opuestos –conocimiento con ignorancia, cinismo con fanatismo- es una de las características de la sociedad oceánica. La ideología oficial abunda en contradicciones incluso cuando no hay razón alguna que las justifique.
Así, el Partido rechaza y vilifica todos los principios que defendió en un principio el movimiento socialista, y pronuncia esta condenación en nombre del socialismo. Predica el desprecio de las clases trabajadoras. Un desprecio al que nunca se había llegado, y a la vez viste a sus miembros con un uniforme que fue en tiempos el distintivo de los obreros manuales y que fue adoptado por esa misma razón. Sistemáticamente socava la solidaridad de la familia y al mismo tiempo llama a su jefe supremo con un nombre que es una evocación de la lealtad familiar. Incluso los nombres de los cuatro ministerios que los gobiernan revelan un gran descaro al tergiversar deliberadamente los hechos. El Ministerio de la Paz se ocupa de la guerra; el Ministerio de la Verdad, de las mentiras; el Ministerio del Amor, de la tortura, y el Ministerio de la Abundancia, del hambre.
Estas contradicciones no son accidentales, no resultan de la hipocresía corriente. Son ejercicios dedoblepensar. Porque sólo mediante la reconciliación de las contradicciones es posible retener el mando indefinidamente. Si no, se volvería al antiguo ciclo. Si la igualad humana ha de ser evitada para siempre, si los Altos, como los hemos llamado, han de conservar sus puestos de un modo permanente, será imprescindible que el estado mental predominante sea una locura controlada”

Gusanos 20-may-2015 06:17

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El suicidio es un acto, el acto de los que no han podido llevar a cabo otros.
Es un acto de fe, como todos los actos. Fe en el prójimo, en la realidad de los lazos que hay entre el "yo" y los otros "yo".
"Me mato porque no me habéis querido, porque yo no os he querido. Me mato porque nuestros lazos fueron flojos, para apretar nuestros lazos. Dejaré en vosotros una marca indeleble. Sé muy bien que se vive mejor muerto que vivo en la memoria de los amigos. No os acordabais de mí, pues bueno, ¡no me olvidaréis jamás!"

Levantó el brazo y se pinchó.
Aquel bar era elegante y estaba lleno de brillantes desechos: hombres y mujeres devorados por el aburrimiento, roídos por el vacío.



El fuego fatuo.

Gusanos 23-may-2015 09:50

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
"Pero merece la pena señalar que la mole de granito en la que estaba inscrito ese epitafio pesaba cerca de cinco toneladas y había sido colocada allí con la intención clara, si bien inconsciente, de asegurar que el abuelito Comstock jamás pudiera quitarse ese peso de encima. Si se quiere conocer lo que los parientes de un difunto piensan de este, una buena vara de medir es el peso de su lápida."

http://oi60.tinypic.com/rbjtx1.jpg

http://oi60.tinypic.com/33mwiuq.jpg

http://oi58.tinypic.com/5p2xro.jpg

"Que no muera la aspidistra" de Orwell

dadodebaja42234 23-may-2015 13:23

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Volvió a correr y luego se detuvo, al recuperar la visión en la esquina de una amplia y larga calle. Los edificios y el pavimento se mezclaban con el cielo y dos hileras de verdes luces colgaban del espacio, alejándose hasta una interminable distancia, como si quisieran alcanzar ciudades y océanos, países desconocidos y dar vuelta a la Tierra. La claridad verdosa tenía el sereno aspecto de un camino ilimitado que invitaba a recorrerlo, abierto al confiado transeúnte. Luego, las luces se volvieron rojas, descendieron pesadamente hasta el suelo y de círculos bien definidos pasaron a ser manchas neblinosas, cual si le advirtieran un peligro inminente. Un camión gigantesco pasó ante ella aplastando con sus enormes ruedas la reluciente capa brillante de los adoquines de la calle.

Las luces volvieron al verde, indicador de paso seguro, pero ella permaneció temblando, incapaz de moverse. “Así es como funcionan para el movimiento de los cuerpos” -pensó- “pero, ¿qué han hecho para el tránsito del alma? Han colocado esos semáforos al revés: el camino está seguro cuando las luces muestran el rojo del mal, y cuando lo cambian por el verde de la virtud, indicando el derecho de paso, uno se aventura hacia adelante y es aplastado por las ruedas. Esas luces invertidas alcanzan a todo territorio y circundan una tierra cubierta de gente mutilada y lisiada, que no sabe qué la hirió ni por qué; gente que se arrastra como puede sobre miembros deformes, a través de días sin contenido, sin respuesta alguna; gente que sólo sabe que el dolor es la médula de su existencia. Y los guardias del control de la moralidad ríen entre dientes y les dicen que el hombre, por su naturaleza, es incapaz de caminar.”

No fueron palabras nacidas de su mente, sino las que hubiera querido pronunciar, de haber tenido la capacidad de encontrarlas. Las que entendía, presa de una especie de súbita furia. Eran las palabras que la hacían descargar golpes en inútil horror contra el poste de hierro del semáforo, a su lado; contra aquel tubo hueco, en cuyo interior el ronco y chirriante mecanismo continuaba funcionando sin parar. No podía aplastarlo con los puños, no podía abatir uno tras otro todos los postes de la calle que se extendían en la distancia, ni eliminar de las almas de cuantos seres encontrara aquella creencia. Ya no podía convivir con la gente, ni seguir el mismo camino que los demás pero, ¿qué podía decirles si ni siquiera ella tenía las palabras para nombrar esas cosas conocidas, ni la voz que pudieran escuchar oídos ajenos? ¿Qué les diría? ¿Cómo podía llegar a ellos? ¿Dónde estaban las personas a las que hubiera podido hablar? No eran palabras nacidas en su mente; eran sólo puñetazos contra el metal. Se descubrió golpeando el inconmovible poste hasta lastimarse las manos. Se alejó tambaleándose y continuó su camino sin ver nada, en un neblinoso laberinto sin salida. “Sin salida” -articulaba vacilante; las palabras golpeaban el pavimento, con el mismo sonido de sus pasos-. “Sin… ningún refugio… ni señales… ninguna forma de diferenciar la destrucción de la seguridad, ni al enemigo del amigo…” Pensó que era lo mismo que aquel perro del que había oído hablar… el perro de alguien en un laboratorio… que luego de haber visto modificados sus estímulos, no podía distinguir entre el goce y la tortura. Le cambiaron la comida por golpes y los golpes por comida, sus ojos y oídos lo engañaban, su juicio era inútil y su conciencia impotente en aquel mundo variable y deforme, hasta que abandonó la partida, rehusando comer a semejante precio o vivir en en un mundo así… “¡No!” -era la única palabra consciente que formaba su cerebro-. “¡No! ¡No! No quiero nada de esta forma, no en este mundo, aun cuando ese ‘No’ sea lo último que pronuncie.

dadodebaja42234 24-may-2015 14:15

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros
subestima el número de individuos estúpidos que
circulan por el mundo.

La probabilidad de que una persona determinada sea
estúpida es independiente de cualquier otra
característica de la misma persona.

Una persona estúpida es una persona que causa un
daño a otra persona o grupo de personas sin obtener,
al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso
obteniendo un perjuicio.


Las personas no estúpidas subestiman siempre el
potencial nocivo de las personas estúpidas.

La persona estúpida es el tipo de persona más
peligrosa que existe.
El corolario de la ley dice así:
El estúpido es más peligroso que el malvado.

Kao-lina 30-may-2015 22:04

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http://k38.kn3.net/taringa/7/4/7/7/7...ha/357.jpg?294
http://lh6.ggpht.com/-TPFxhNV0rJA/T3...jpg?imgmax=800

Kao-lina 31-may-2015 08:09

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Sobre la luz:
"La oscuridad siempre será ausencia,es su rasgo distintivo,sí ,ausencia de algo tan maravilloso como es la luz" Anónimo

"Hay dos maneras de difundir la luz...ser la lámpara que la emite,o el espejo que la refleja" Lin Yutang

"Vemos la luz del atardecer anaranjada y violeta,porque llega demasiado cansada de luchar contra el espacio y el tiempo"
Albert Einstein

http://image.slidesharecdn.com/frase...?cb=1217220084

NO. 31-may-2015 08:42

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Недотрога, тихоня в быту,
Ты сейчас вся огонь, вся горенье,
Дай запру я твою красоту
В темном тереме стихотворенья.

Посмотри, как преображена
Огневой кожурой абажура
Конура, край стены, край окна,
Наши тени и наши фигуры.

Ты с ногами сидишь на тахте,
Под себя их поджав по-турецки.
Все равно, на свету, в темноте,
Ты всегда рассуждаешь по-детски.

Замечтавшись, ты нижешь на шнур
Горсть на платье скатившихся бусин.
Слишком грустен твой вид, чересчур
Разговор твой прямой безыскусен.

Пошло слово любовь, ты права.
Я придумаю кличку иную.
Для тебя я весь мир, все слова,
Если хочешь, переименую.

Разве хмурый твой вид передаст
Чувств твоих рудоносную залежь,
Сердца тайно светящийся пласт?
Ну так что же глаза ты печалишь?

Gusanos 31-may-2015 12:44

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
BLANCO: Tengo la impresión de que considera usted que la cultura contribuye de algún modo a las desgracias humanas. Que cuanto más sabe uno, más probabilidades tiene de ser infeliz.
[...]
NEGRO: Vaya, ¿y eso? No parece justo, ¿verdad?
BLANCO: Es lo primero que sale en ese libro de ahí. Hablando del Paraíso. El conocimiento como algo que destruye el espíritu. Que destruye la bondad.
[...]
NEGRO: Ah. ¿Y por qué, profesor?
BLANCO: Imagino que desde el punto de vista de Dios todo conocimiento es vanidad. O que da a los hombres la malsana ilusión de que pueden ser más listos que el diablo.


El Sunset Limited - Cormac McCarthy

A pesar de ser muy corto me parece que está lleno de paja y aunque me gusta la idea no cómo la desarrolla. Regular. Me gustaría leer Meridiano de sangre (o incluso La oscuridad exterior, que tampoco) pero no lo encuentro en ningún lado. Así que empezaré Hijo de Dios en breve. ¿Alguien ha leído al tipo este?

PD: Hojeé en la Fnac de casualidad "El Rey Pálido" y uh, letra literalmente minúscula en un tocho, qué valor. La verdad no sé qué leer de Wallace ya. Tengo Extinción demasiado lejos, que es el que más me apetece.

dadodebaja42234 31-may-2015 14:50

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Si quieres alcanzar la virtud total, no debes buscar ninguna
gratitud a cambio de tu sacrificio, ni adulación, ni amor,
ni admiración, ni autoestima, ni siquiera el orgullo de ser
virtuoso; la menor traza de cualquier beneficio diluye tu
virtud. Si persigues un curso de acción que no mancha tu
vida con ninguna alegría, que no te aporta ningún valor en
materia, ningún valor en espíritu, ninguna ganancia,
ningún beneficio, ninguna recompensa – si alcanzas ese
estado de cero absoluto, entonces has alcanzado el ideal
de perfección moral.

Te dicen que perfección moral es imposible para el
hombre – y, según este criterio, lo es. No puedes
alcanzarla mientras estés vivo, pero el valor de tu vida y
de tu persona se mide por cuánto consigas aproximarte a
ese cero ideal que es la muerte.

Si empiezas, sin embargo, como un desapasionado nadie,
como un vegetal buscando ser comido, sin valores que
rechazar ni deseos a los que renunciar, no ganarás la
corona del sacrificio. No es un sacrificio renunciar a lo
que no se desea. No es un sacrificio dar tu vida por los
demás si la muerte es tu aspiración personal. Para
alcanzar la virtud del sacrificio debes querer vivir, debes
amar, debes arder con pasión por este mundo y por todo
el esplendor que puede darte – debes sentir cómo se
retuerce cada cuchillo mientras desuella tus deseos fuera
de tu alcance y desangra el amor de tu cuerpo. No es sólo
la muerte lo que la moralidad del sacrificio te presenta
como un ideal, sino la muerte por tortura lenta.

No me recuerdes que eso sólo se aplica a esta vida en la
tierra. No me importa ninguna otra. Y a ti tampoco.

Si quieres salvar lo que te queda de dignidad, no digas
que tus mejores acciones son un “sacrificio”: ese vocablo
te califica de inmoral. Si una madre compra alimento para
su hijo hambriento en vez de un sombrero para ella
misma, no es un sacrificio: ella valora más al hijo que al
sombrero; pero es un sacrificio para el tipo de madre cuyo
mayor valor es el sombrero, quien preferiría que su hijo
muriera de hambre y le alimenta solamente por un sentido
del deber. Si un hombre muere luchando por su libertad,
no es un sacrificio: él no está dispuesto a vivir como
esclavo; pero es un sacrificio para el tipo de hombre que
sí lo está. Si un hombre se rehúsa a vender sus
convicciones, no es un sacrificio, a menos que sea el tipo
de hombre que no tiene convicciones.
(...)

Tu código – que se jacta de poseer valores morales
eternos, absolutos, objetivos, y repudia lo condicional, lo
relativo y lo subjetivo – tu código imparte, como su
versión de lo absoluto, la siguiente regla de conducta
moral: Si tú lo deseas, es malo; si otros lo desean, es
bueno; si el motivo de tu acción es tu propio bienestar, no
lo hagas; si el motivo es el bienestar de otros, entonces
cualquier cosa vale.

Así como esta moralidad de doble filo y doble criterio te
parte por la mitad, también parte a la humanidad en dos
campos hostiles: uno eres tú, el otro es todo el resto de la
humanidad. Tú eres el único proscrito que no tiene
derecho a desear o a vivir. Tú eres el único siervo, el resto
son capataces; tú eres el único que da, el resto son los que
toman; tú eres el eterno deudor, el resto son los
acreedores que nunca pueden ser pagados. No debes
cuestionar su derecho a tu sacrificio, o la naturaleza de
sus deseos y de sus necesidades: el derecho de ellos se les
confiere a través de un negativo, por el hecho de que ellos
son “no-tú”.

Para aquellos de entre vosotros que podríais haceros
preguntas, vuestro código dispone de un premio de
consolación y una mina oculta: es por tu propia felicidad,
dice, por lo que debes servir la felicidad de los otros, la
única forma de alcanzar tu alegría es entregársela a los
otros, la única forma de alcanzar tu prosperidad es
cediendo tu riqueza a los otros, la única forma de proteger
tu vida es proteger a todos los hombres excepto a ti
mismo – y si no encuentras alegría en este procedimiento,
es tu propia culpa y la prueba de tu maldad: si fueras
bueno, encontrarías tu felicidad en proveer un banquete
para los otros, y tu dignidad en sobrevivir con las migajas
que ellos se dignaran arrojarte.

Tú, que no tienes criterio de autoestima, aceptas la culpa
y no te atreves a hacer las preguntas. Pero tú sabes la
respuesta que no admites, negándote a reconocer lo que
ves, la premisa oculta que mueve vuestro mundo. Tú lo
sabes, no en una enunciación honesta, sino en forma de
una oscura desazón dentro de ti, mientras fluctúas entre
engañar sintiéndote culpable y practicar a regañadientes
un principio demasiado malvado para nombrar.

Yo, que no acepto lo inmerecido ni en valores ni en
culpa, estoy aquí para hacer las preguntas que habéis
evadido. ¿Por qué es moral servir la felicidad ajena, pero
no la tuya propia? Si disfrutar es un valor, ¿por qué es
moral cuando es experimentado por otros, pero inmoral
cuando es experimentado por ti? Si la sensación de comer
un pastel es un valor, ¿por qué es una complacencia
inmoral en tu estómago, pero un objetivo moral para ti el
que lo logres en el estómago de otros? ¿Por qué es
inmoral para ti el desear, pero moral el que otros lo
hagan? ¿Por qué es inmoral producir un valor y
quedárselo, pero moral darlo? Y si no es moral el que tú
te quedes con un valor, ¿por qué es moral que los otros lo
acepten? Si eres desinteresado y virtuoso cuando lo das,
¿no son ellos interesados y malvados cuando lo toman?
¿Es que la virtud consiste en servir al vicio? ¿Es el
objetivo moral de los que son buenos su auto-inmolación
en beneficio de los que son malos?

La respuesta que evadís, la monstruosa respuesta es: No,
los que toman no son malos, siempre que ellos no hayan
ganado el valor que les diste. No es inmoral que ellos lo
acepten, siempre que ellos sean incapaces de producirlo,
incapaces de merecerlo, incapaces de darte ningún valor a
cambio. No es inmoral el que ellos lo disfruten, siempre
que no lo hayan obtenido por derecho.
--------

Hay momentos en los que al leer algunas cosas pienso. Bah, nadie defiende eso, nadie defiende de verdad el sacrificarse. Luego los veo decir "y encima si ayudan lo hacen para sentirse felices" y se me pasa.

Kao-lina 31-may-2015 16:11

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Cita:

Iniciado por Gusanos (Mensaje 807490)
BLANCO: Tengo la impresión de que considera usted que la cultura contribuye de algún modo a las desgracias humanas. Que cuanto más sabe uno, más probabilidades tiene de ser infeliz.
[...]
NEGRO: Vaya, ¿y eso? No parece justo, ¿verdad?
BLANCO: Es lo primero que sale en ese libro de ahí. Hablando del Paraíso. El conocimiento como algo que destruye el espíritu. Que destruye la bondad.
[...]
NEGRO: Ah. ¿Y por qué, profesor?
BLANCO: Imagino que desde el punto de vista de Dios todo conocimiento es vanidad. O que da a los hombres la malsana ilusión de que pueden ser más listos que el diablo.


El Sunset Limited - Cormac McCarthy

A pesar de ser muy corto me parece que está lleno de paja y aunque me gusta la idea no cómo la desarrolla. Regular. Me gustaría leer Meridiano de sangre (o incluso La oscuridad exterior, que tampoco) pero no lo encuentro en ningún lado. Así que empezaré Hijo de Dios en breve. ¿Alguien ha leído al tipo este?

PD: Hojeé en la Fnac de casualidad "El Rey Pálido" y uh, letra literalmente minúscula en un tocho, qué valor. La verdad no sé qué leer de Wallace ya. Tengo Extinción demasiado lejos, que es el que más me apetece.

No estoy para nada de acuerdo con este texto...A mí no me gusta ni la idea ni como la desarrolla. En fin...

Gusanos 31-may-2015 16:56

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por Kao-lina (Mensaje 807511)
No estoy para nada de acuerdo con este texto...A mí no me gusta ni la idea ni como la desarrolla. En fin...

¿?
Hablaba de la idea del libro, de la trama en sí, no de ese diálogo, me parece un poco burdo pretender juzgar un libro por tres líneas (¿o juzgas el diálogo?xd yo no transcribo lo que leo porque concuerde con mi opinión, por reafirmarme o algo, si no porque algo de él me resulta interesante), más aún cuando te basas en si "estás de acuerdo" o no con lo que dice uno de los personajes, un poco simple, pero cada cual... xD

Kao-lina 31-may-2015 17:08

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por Gusanos (Mensaje 807516)
¿?
Hablaba de la idea del libro, de la trama en sí, no de ese diálogo, me parece un poco burdo pretender juzgar un libro por tres líneas (¿o juzgas el diálogo?xd yo no transcribo lo que leo porque concuerde con mi opinión, por reafirmarme o algo, si no porque algo de él me resulta interesante), más aún cuando te basas en si "estás de acuerdo" o no con lo que dice uno de los personajes, un poco simple, pero cada cual... xD

Pues yo hablaba del diálogo,por supuesto.A mí me es indiferente de lo que hablaras tú.
No puedo juzgar el libro,pues no lo he leído,he juzgado este diálogo,que es lo que has escrito.Y no me gusta la idea que expresa en él,ni cómo la expresa...Pues eso.Y la verdad,no me apetece mucho leer a este individuo.

dadodebaja42234 31-may-2015 17:29

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Casi paso el rato esperando que alguien comente en este hilo para comentar yo :P
Y creí que Kao se refería a mi y se había equivocado al citar :madremia:

De mi libro favorito de pequeño :3
----------
-Sabes que me interesa bastante el espacio, Hans Thomas. Lo que más me interesa son los planetas y, sobre todo, los planetas con vida.
No contesté. Tanto él como yo sabíamos muy bien que esos temas le apasionaban.
-¿Sabías que acaban de descubrir un misterioso planeta donde viven millones de seres inteligentes que andan sobre dos patas y que miran el planeta a través de dos lentes vivas?
Tuve que admitir que todo eso me era totalmente desconocido.
-Ese pequeño planeta está unido mediante una compleja red de líneas, sobre las que esos tipos tan listos ruedan dentro de unos vagones de colores.
-¿De verdad?
-¡Claro que si! Y en ese mismo planeta, esos enigmáticos seres han levantado enormes edificios de más de cien plantas; y, por debajo de esas construcciones, han excavado larguísimos túneles por los que pueden desplazarse con unos artilugios eléctricos que se mueven sobre railes.
-¿Estás completamente seguro?
-Completamente.
-¿Pero... por qué nunca he oído hablar de ese planeta?
-Bueno... en primer lugar, no hace tanto tiempo que se ha descubierto, y además, me temo que no lo ha descubierto mucha gente, aparte de mí.
-¿Dónde está?
En ese momento, mi viejo pisó fuerte el freno y detuvo el coche al lado de la carretera.
-¡Aquí!- contestó, y dio un golpe con la palma de la mano en el salpicadero del coche-. Éste es el extraño planeta, Hans Thomas. Y nosotros somos esos seres inteligentes que van rodando en un Fiat rojo.
Durante unos instantes, me sentí muy ofendido porque me había tomado el pelo. Pero, de repente, entendí lo fantástico que es este planeta nuestro, y enseguida lo perdoné.
-------------
Lo he leido ya varias veces, como algunos cuentos, por pura nostalgia XD. Recuerdo que cuando leí lo del calendario me dio rabia que no se me hubiese ocurrido algo así antes y después de leer el librillo empecé a buscar más cosas :D

Gusanos 31-may-2015 17:33

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por Kao-lina (Mensaje 807518)
Pues yo hablaba de el diálogo,por supuesto.
No he juzgado el libro,pues no lo he leído,he juzgado este diálogo,que es lo que has escrito.Y no me gusta la idea que expresa en él,ni cómo la expresa...Pues eso.Y la verdad,no me apetece leer a este individuo.

¿Y no te parece que estás prejuzgando de forma bestial, en base a, a mi parecer, leer mal un diálogo? Y digo mal porque supongo que lo interpretas como las imágenes con frases esas que pones aquí, como si pretendiera contener una supuesta verdad de estilo lapidario con la que "estar de acuerdo", olvidándote de que es una novela.
Lees lo que dice el hombre blanco sobre lo que opina que podría pensar Dios y "tú no estás de acuerdo" (¿con qué exactamente?xd ¿con lo que deduce uno de los personajes de lo que podría pensar Dios o de lo que podría pensar Dios en sí?), y como, leyendo rápido se saca la idea de que un personaje dice "el conocimiento nos hace infelices", cosa con la que no estás de acuerdo, pues mal, fatal, no lo leería, porque en vez de una novela con personajes y sus ideas y tal es un libro de divulgación científica y esa idea que entiendo será toda la trama o algo así no me gusta o no la apoyo. WTF. Que oye, uno es libre de tener los filtros que le dé la gana para acercarse o no a un libro, pero... joder.
¿Has tenido en cuenta que igual podrías pensar como piensa el hombre negro, del cuál no conoces su opinión? xd Digo, si para ti es tan relevante que los personajes piensen como tú en lo que dicen, ten al menos a todos en cuenta, que básicamente de eso va el libro, una "batalla dialéctica" entre dos personas muy distintas, por reflexión, porque es ficción. Bah, da igual, sólo flipo un poco, mi forma de leer o entender un libro de narrativa (y más cuando es de tintes "filosóficos") es muy distinta.

Kao-lina 31-may-2015 17:41

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por HDSU (Mensaje 807521)
Casi paso el rato esperando que alguien comente en este hilo para comentar yo :P
Y creí que Kao se refería a mi y se había equivocado al citar :madremia:

Lo tuyo se llama : obsesión,pal psiquiatra nene,siempre te crees el centro de atención,que se refieren a ti cuando se refieren a otros,etc.Háztelo mirar...:mrgreen:No me extraña que te expulsaran en el otro foro,debías de montarte unas paranoias y unos líos monumentales.

dadodebaja42234 31-may-2015 18:11

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por Kao-lina (Mensaje 807524)
Lo tuyo se llama : obsesión,pal psiquiatra nene,siempre te crees el centro de atención,que se refieren a ti cuando se refieren a otros,etc.Háztelo mirar...:mrgreen:No me extraña que te expulsaran en el otro foro,debías de montarte unas paranoias y unos líos monumentales.

Odio la carita verde :mal: -->:mrgreen:

¿Me mandas al psiquiatra por creer que te refieres a mi? Te aseguro que un gran porcentaje de los que estamos aquí, a menudo cuando hablan mal de otros, cuando se ríen, o cosas así, creemos que es de nosotros. No me parece narcisismo y creerse el centro del universo, me parece una respuesta esperable, cuando eso es lo que te ha pasado durante años. Deberías cuidar más tus palabras en un foro de personas con problemas, lo último fue insultar a una persona que decía tener intenciones de suicidarse (y que no volvió por el foro desde entonces por cierto).

Aparte, cada vez que pongo algo que pone el egoísmo como bueno suelen salirme en seguida personas a criticar. Y viendo a qué habías dicho "no estoy de acuerdo" pensé, "no puede ser a eso".

Lo admito, soy desconfiado hasta casi lo absurdo y a menudo me espero lo peor, pero no se pueden eliminar esa clase de sentimientos-pensamientos sin más. En todo caso puedes recomendarme (no hace falta llamarme nene ni poner esa odiosa carita verde XD) ir a un psicólogo.

No es como para ir a un psiquiatra joder, que todavía no llevo el sombrerito de papel albal en la cabeza ni disparo a la gente por mirarme mal.

No me parece que lo que haya dicho precisamente ahora, sea algo por lo que expulsar a nadie de un foro, no es un insulto ni nada (más bien lo que dices tú si podría ser considerado así, aunque claro, eso no lo decido yo y a mi no me molestas mucho). Si te ofendió, tate tranquila, no te nombro más y ya ¿vale? es culpa mía tener esa clase de sentimientos en los que me espero respuestas desproporcionadas a cosas que no tienen desde mi perspectiva cabida para esa clase de cosas...

En el otro foro me echaron porque no me cansé de llamar a un tipo lo que era y no me arrepiento, creo que me habría muerto si me hubiese mordido la lengua XD.

Por favor, tengamos la fiesta en paz, no quiero líos... y no sé como los encuentro con tanta facilidad :/ igual por eso estoy algo paranoico no sé, pero bueno, lo siento si he molestado :-(

------------------------
Formularé una pregunta: ¿En qué circunstancias es moral para un grupo hacer lo que no es moral para un miembro del grupo si lo hace solo?
–Hum… Esa es una pregunta capciosa.
–Es la pregunta clave, querida Wyoming. Una cuestión radical que afecta a la raíz misma de todo el dilema de go*bierno. Cualquiera que la conteste sinceramente y se atenga a todas las consecuencias sabe dónde está… y por lo que es capaz de morir.
[…]
–¿Pena de muerte?
–¿Por qué?
–Digamos que por traición. Contra Luna, cuando hayan liberado ustedes Luna.
–¿Qué clase de traición? Si no conozco las circunstancias, no puedo decidir.
–Tampoco yo podría, –querida Wyoming. Pero creo en la pena de muerte en algunas circunstancias… con esta dife*rencia: yo no reuniría un tribunal; juzgaría, condenaría y ejecutaría la sentencia por mí mismo, y aceptaría toda la responsabilidad.
–Pero… Profesor, ¿cuáles son sus creencias políticas?
–Soy un anarquista racional.
–No conozco esa categoría. Anarquista individualista, anar*quista comunista, anarquista cristiano, anarquista filosófico, sindicalista, libertario… todas esas las conozco. ¿Qué es anar*quista racional?
–Es el que cree que conceptos tales como «estado», «so*ciedad» y «gobierno» no tienen existencia salvo como ejempla*rización física en los actos de individuos autorresponsables. Cree que es imposible compartir el pecado, atribuir responsabilidades, ya que el pecado y la responsabilidad se produ*cen el interior de los seres humanos individualizados y en ninguna otra parte. Pero, siendo racional, sabe que no todos los individuos se atienen a sus principios, de modo que trata de vivir perfectamente en un mundo imperfecto… con*vencido de que su esfuerzo no será perfecto, pero sin dejar*se desalentar por ese convencimiento.
–Profesor –dijo Wyoh–, sus palabras suenan bien pero hay algo resbaladizo en ellas. Demasiado poder en manos de individuos… Seguramente que a usted no le gustaría que las bombas H, por ejemplo, fueran controladas por una persona irresponsable.
–Yo creo que una persona es responsable. Siempre. Si existen las bombas H (y sabemos que existen), algún hombre las controla. En términos de moral, no existe lo que se llama «estado». Sólo hombres. Individuos. Cada uno de ellos res*ponsable de sus propios actos.
–¿Alguien necesita otro trago? –pregunté.
Nada acaba más aprisa con el alcohol que una discusión política, Encargué otra botella.
[…]
–Profesor, no acabo de entenderle. No insisto en que lo llame usted «gobierno»: lo único que quiero es que exponga qué normas cree necesarias para asegurar una libertad igual para todos.
–Querida señorita, acepto alegremente sus normas.
–¡Pero usted no parece desear ninguna norma!
–Es cierto. Pero aceptaré cualquier norma que usted considere necesaria para su libertad. Yo soy libre, al margen de las normas que me rodean. Si las encuentro soportables, las soporto; si me parecen detestables, las quebranto. Soy libre porque sé que sólo yo soy moralmente responsable de todo lo que haga.
–¿No respetaría usted una ley que la mayoría considerase necesaria?
–Dígame de qué ley se trata, querida, y le diré si la obedeceré.

Gusanos 31-may-2015 18:17

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Ay, qué mal toleras la presión. Es coña, que alguien ponga en discusión algo que has dicho no es para que te colapses así por no saber cómo rebatirlo. Luego ves qué has hecho y borras, ¿eh? Jajaja, que no.

Cita:

Iniciado por Kao-lina (Mensaje 807528)
Te digo que no he leído el libro,estás dura eh,o debería de decir " duro".

Justo le dices a otra persona (que has pillado por banda para desahogarte por lo dicho arriba xdd) "debías de montarte unas paranoias y unos líos monumentales", pero ya vemos que tú no te quedas corta (bueno, yo ya lo miro a menudo, con tus "descubrimientos foriles" que nunca dices claramente, sospecho que porque no existen, y tus insultos indirectos hacia foreros, etc), la última es que tengo rabo (tal y como decía hace unos días, esas personas que por algún extraño motivo encuentran ofensivo decirle a las mujeres por Internet que "en realidad" son hombres, parece misándrico y si bien suelen decirlo huecas que se creen algo por tener raja también los típicos necesitados, y todo con el mismo olor a machismo rancio... da que pensar) porque no te gusta lo que digo.

Cita:

Y juzgo lo que me da la gana,y cómo me da la gana,como si quiero juzgar una sola frase.
Qué innecesario incluir una especie de frase estereotipada contraargumentando algo que nadie te ha dicho ni siquiera insinuado (ya ves que incito al diálogo y me expreso, no concluyo todo con un abrupto insulto, que podría xd), pero te hacía falta algo para decirme indirectamente que me callase yo.

Kao-lina 31-may-2015 18:34

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por Gusanos (Mensaje 807531)
.

Passsso de ti ,¿ vale?No aciertas ni media,aunque te creas lo contrario,y lo borré por dos razones,porqué te contesté por inercia,y por rabia,y no me había molestado siquiera en leerte ,y por que te traté en masculino .Esa es la verdad.Y no me das ningún miedo,comprendes,te enteras,lo intuyes,pues eso.

Gusanos 31-may-2015 18:42

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por Kao-lina (Mensaje 807534)
Passsso de ti ,¿ vale?No aciertas ni media,aunque te creas lo contrario,y lo borré por dos razones,porqué te contesté por inercia,y por rabia,y no me había molestado siquiera en leerte ,y por que te traté en masculino .Esa es la verdad.Y no me das ningún miedo,comprendes,te enteras,lo intuyes,pues eso.

O sea que te doy miedo... xD no muerdo.
No sé dónde ves que no acierto ni media si me sigues dando la razón con eso de que ni te paras a leer para responder algo coherente y respondes por rabia.
Sí, me trataste en masculino adrede, insinuando que era tío, tratándome antes en femenino, ahí está citado por mí xd... Venga, tranquilízate, ya pasó, deberías aprender de tus errores, si tan mal te sientan estas cosas y tan mal te desenvuelves en ellas, abstente de provocarlas.

Kao-lina 31-may-2015 18:58

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por Gusanos (Mensaje 807536)
O sea que te doy miedo... xD no muerdo.
No sé dónde ves que no acierto ni media si me sigues dando la razón con eso de que ni te paras a leer para responder algo coherente y respondes por rabia.
Sí, me trataste en masculino adrede, insinuando que era tío, tratándome antes en femenino, ahí está citado por mí xd... Venga, tranquilízate, ya pasó, deberías aprender de tus errores, si tan mal te sientan estas cosas y tan mal te desenvuelves en ellas, abstente de provocarlas.

Lo repito NO ME DAS NINGÚN MIEDO aunque digas que te gusta " comer niños".Y sí creo que eres un tío.Y no aciertas porque según tú borré mi post porque no sabía cómo rebatirte,cuando la verdad es que no te leí siquiera y contesté por rabia sin pararme a leerte.Y es ahora cuando dices lo de la rabia después de haber leído mis explicaciones del porqué borré mi post.
Y yo no provoqué nada,simplemente opiné sobre un pequeño diálogo que tu escribiste,y lo volvería a hacer.Y tú te montaste toda una película...Y a mí me la pelas tú y tus opiniones,y si me da la gana de prejuzgar libros o escritores por pequeños fragmentos de su obra,lo hago.

Gusanos 31-may-2015 20:14

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Cita:

Iniciado por Kao-lina (Mensaje 807539)
Lo repito NO ME DAS NINGÚN MIEDO aunque digas que te gusta " comer niños".Y sí creo que eres un tío.

Si a mí no es a quien tienes que convencer de eso, si no a ti misma, yo nunca pensé que te "diese miedo" xDD De ahí mi escarnio, ¿en tu cabeza es más fácil demonizarme y atacarme como una histérica pensando que soy un tío que quiere atemorizarte? ¿o es que eres incapaz de discutir con otra mujer? no voy a discutir con otra mujer para alegrar a estos misóginos, o algo así dijiste, hace un tiempo... xd sabrás tú qué traumas gastas, pero es que ya te lo he visto hacer con otra persona en este foro...
Nada nuevo, siempre sueltas perlas quedando como una ridícula para quien no tienes en cuenta y presupones que conocen tan poco como tú a esxs de quienes hablas. Pero sigue fabulando, igual en tu cabeza sí encajan las cosas y parecen reales.

Cita:

Y yo no provoqué nada,simplemente opiné sobre un pequeño diálogo que tu escribiste,y lo volvería a hacer.Y tú te montaste toda una película...Y a mí me la pelas tú y tus opiniones,y si me da la gana de prejuzgar libros o escritores por pequeños fragmentos de su obra,lo hago.
Si editas/borras tanto tus respuestas da la sensación de que estás bastante insegura en lo que dices, tan nerviosa (¿durante horas ya? OMG...) añadiendo y quitando cosas que ni se te puede responder.
Y ya, yo opiné sobre tu opinión (bastante educada y bienintencionalmente siendo yo, para qué negarlo xD), siendo que tu reacción a esto ha sido todo ese estrés de histerismo confuso... yo de ti tomaría en cuenta mi consejo.

dadodebaja42234 03-jun-2015 10:17

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Las pongo de otro tema que escribí antes de poder escribir como registrado.


—Yo no sé... A veces pienso que ésta es una ciudad monstruosa. Sobre todo me lo parecerá mañana por la mañana... —Labios abajo, párpados semicaídos.
—A mí me lo pareció en el momento de llegar. Me amedrentaron los rascacielos, ya desde el avión se ven tremendos, severos, como esas estatuas de la Isla de Pascua... Pero ahora me resulta un lugar muy acogedor; si uno no encaja en ninguna parte, ésta es su ciudad... Fíjate a tu alrededor: la mayoría de los que ves comiendo y bebiendo tan felices languidecerían de tristeza y soledad en cualquier otra parte del mundo.
—Bueno, también hay gente feliz en cualquier otra parte del mundo, ¿no?...
—Ya, pero éstos requieren un habitat muy complejo, exactamente como las setas: necesitan un bosque de rascacielos, y un montón de tiendas, y bares de copas, y exposiciones de arte, y aeropuertos internacionales... ¿Ves esa negra tan alta del traje de noche?, parece una modelo de pasarela; mírala.
—Es increíble, sí..., guapísima..., y altísima. —Gesto de extrema esbeltez con una mano.
—¿Te la imaginas en una aldea con boñigas de vaca y un abrevadero en la plaza? Y mira ese señor que le da aritos de cebolla en la boca a su amigo..., ¿lo ubicas en el casino de una cooperativa agrícola, viendo un partido del Racing de Santander, con esos... zapatos?
Suzanne, riendo:
—Bueno, pero a ti sí que te imagino jugando al dominó en una cooperativa agrícola, sobre todo si te pones aquella gorra del otro día.
Imitación de enfado de T:
—Puede que no tenga ascendencia watusi ni lleve zapatos amarillos, pero soy más sophisticated de lo que parezco, que lo sepas...
Suzanne parece estar pensando algo:
—Sí que a ratos das la sensación de tener..., no sé, algún misterio..., un lado oculto. Pero parece el tipo de lado oculto que hace atractivo a un hombre. De todas formas casi todos los de Homicidios que he tratado tenéis algo de eso —pausa para cambiar de expresión—. ¿Puedo preguntarte algo?, no sé si te está permitido hablar de eso, pero prometo reservarme la información.
—OK, dispara.
Otra pausa de ella.
—¿Has trabajado alguna vez como agente encubierto?
—En los últimos diez años, constantemente.
Mirada un poco ladeada.
—Pero ahora no, ¿no?...
T sonríe.
—No, ahora mismo no... ¿Tengo pinta de agente encubierto? Si la tengo es que no soy muy bueno...
—No viene en tu ficha, pero la verdad es que era fácil imaginárselo... ¿Puedo hacerte otra pregunta?
—Venga, dale.
—¿Cómo es que sabes tanto de psicópatas?
—Esa es fácil: porque soy policía, de la Brigada Central de Homicidios, y a menudo tengo que bregar con alguno.
—¿Y por qué Homicidios? Ya sé que ya te lo he preguntado antes, pero tu respuesta me ha parecido..., no sé..., evasiva.
—No era evasiva. La gente que hace daño para obtener beneficio o placer me da miedo, por eso me hice policía.
—Vale, puede que no sea una respuesta evasiva pero sí que es incompleta. También te darán miedo los terremotos, y los incendios, ¿no?... Y no eres bombero, eres policía.
—De niño no fui víctima de ningún incendio.
Pausa. Suzanne:
—¿Puedo deducir lo que parece que debo deducir?
—OK, deduce, pero preferiría no abordar el tema abiertamente.
Otra pausa.
—¿Lo has hecho alguna vez, supongo?
—El qué...
—Abordar el tema abiertamente.
—No. No me conviene.
—Ah.
T suspira porque el «Ah» de Suzanne le suena a una mezcla de discreción e incredulidad, pese a que no lo acompaña ninguna mueca. De modo que cambia de tono para explicarse:
—A pesar de lo que digan los manuales de divulgación psicológica, la confesión no siempre tiene el deseado efecto catártico. Una cosa es hacerse consciente del propio dolor, tener noticia lúcida de él para poder elaborarlo como adulto, y otra cosa muy distinta es hacerlo público. A veces puede ser contraproducente.
—Sin embargo no debe de ser fácil vivir con, no sé..., una especie de... secreto.
—A menudo es la única manera.
—Ah...
Otra vez suena a incredulidad. A T le molesta ese tono:
—Piénsalo bien... Pongamos un ejemplo truculento. A ver... Supon a una joven violada en grupo, salvajemente, una joven vejada y maltratada hasta el extremo más cruel que puedas imaginar, quizá en presencia de sus vecinos o familiares, se dan casos así de horribles en países en guerra, no hay más que leer los periódicos. Bien, ahora dime: ¿podrá esa joven reconstruir su vida en la misma pequeña población en la que todo el mundo conoce los detalles de lo ocurrido?
Suzanne no mueve ni una pestaña.
—Pero esa joven no tiene ninguna culpa de...
—Y qué, no importa, no importa nada en absoluto. Da igual si uno es víctima o verdugo, el caso es que ante la sociedad ha quedado estigmatizado. A veces la única oportunidad que tiene la víctima es abandonar su entorno, empezar de nuevo. Es inconmensurablemente cruel e injusto, pero es así, el mundo es cruel e injusto. Por ejemplo, piensa en Michael Jackson, el cantante.
Suzanne pone cara de extrañeza. Auténtica. T sigue argumentando:
—Se supone que Michael Jackson está majara, ¿no?, eso dice la vox populi: que es un acomplejado, que tiene problemas para aceptar su color de piel, etcétera, etcétera, etcétera...
Suzanne hace gesto de bailar como un robot y asiente.
—Vale, supongamos que sea verdad. ¿Qué hace la gente en consecuencia? Se mofa de él, lo parodian, hacen chistes a su costa, lo escarnian. Si de verdad el pobre tipo tiene problemas para aceptarse a sí mismo, él es la única víctima, ¿no?, él es quien sufre en primera persona y nadie más que él desearía que las cosas fueran de otro modo. ¿No debería despertar la piedad del mundo?, ¿no sería eso lo justo y razonable? Sin embargo no suscita piedad sino que estimula el sadismo.
Suzanne mira hacia alguna parte del techo, como considerando lo que le están diciendo.
—Así es y así ha sido siempre —sigue T, más vehemente de lo que acostumbra—, los adultos no somos tan distintos de los niños, el más débil tiene todas las papeletas para convertirse en blanco de cualquier crueldad, aunque sea inocente. ¿Y sabes por qué?...
—Dímelo tú...,yo no estoy de acuerdo.
—... porque a los verdugos se les tiene miedo. El verdugo es percibido como poderoso y cruel, capaz de venganza. La víctima no, especialmente la víctima más vencida y humillada, ésa aguantará los palos y se hundirá en su dolor y en su soledad. Pero además se desencadena otro mecanismo perverso: lo más tranquilizador para todo el mundo es considerar que la víctima ha merecido la acción del verdugo. «El se lo ha buscado, a mí no me pasará nada malo porque yo no lo merezco». Eso se dice la gente, así conjura el miedo al verdugo y de paso disuelve su propia vergüenza por ser tan cobarde.
—Uf...
—Sí, uf.
—¿De verdad crees que todo el mundo es cruel y cobarde?
—No todo el mundo. Pero siendo moderadamente cruel y cobarde se tienen más posibilidades de sobrevivir, así que los moderadamente crueles y cobardes abundan como una plaga. Y los más extremos en crueldad y cobardía, sobre todo si poseen una inteligencia brillante, pueden llegar a lo más alto.
—No puedo estar de acuerdo. Y creo que tú tampoco lo estás. Si fuera tal como dices estaríamos..., no sé, gobernados por psicópatas.
T se acerca el orujo a los labios y sonríe con media boca.
—Es que estamos gobernados por psicópatas.

----------

“¿qué quieres de mi?”, era la pregunta que latía en su cerebro como una clave sin descifrar. “Qué quieres de mi?”, gritaba en silencio a las mesas en las que comía, a las salas donde se celebraba una reunión y a sus noches sin sueño. Se lo gritaba a Jim y a aquellos que parecían compartir el secreto de él. “¿Qué quieres de mi?” No lo preguntaba en voz alta porque sabía que nunca conseguiría una respuesta. “¿Qué quieres de mi?”, se decía con la sensación de estar corriendo, aunque sin disponer de espacio por donde escapar.
¿Qué quieres de mi?-Preguntó en voz alta y se vio sentada a la mesa del comedor, mirando a Jim, a su rostro febril y a la mancha de agua que se empezaba a secar sobre el mantel.
No supo cuanto tiempo el silencio había reinado entre ambos y la sobresaltó el sonido de su propia voz al formular esa pregunta que no había tenido intención de hacer. No esperaba que él la comprendiera porque nunca pareció comprender las preguntas más sencillas. Sacudió la cabeza, esforzándose para volver a la realidad.
Con cierto aire de burla, como si se mofara de sus opiniones acerca de él, Jim respondió:
-Amor.
Ella se hundió otra vez en la desesperanza, frente a una respuesta tan simple y tan sin sentido.
-Tú no me amas-añadió acusador. Ella siguió en silencio-.Si me amaras no me harías semejante pregunta.
-Te amé en otros tiempos-respondió Cheryl con tristeza-, pero no por lo que deseabas ser amado. Te amé por tu valor, por tu ambición, por tu inteligencia, pero nada de eso era verdad.
El labio inferior de Jim se adelantó un poco, despectivo.
-¡Qué estúpida idea acerca del amor!-exclamó.
-Jim, ¿por qué razón quieres que te ame?
-¡Qué despreciable actitud de vendedora ordinaria!
Ella no contestó. Lo miraba con los ojos muy abiertos, en silenciosa pregunta.
-¡Ser amado por algo!-exclamo Jim, seguro de estar en lo correcto-.¿De modo que, a tu juicio, el amor es cuestión de matemática, algo que puede cambiarse, pesarse o medirse como un kilo de mantequilla sobre el mostrador de cualquier negocio? No quiero que se me ame por nada. Quiero que se me ame por mi mismo, no por lo que haga, o tenga, o diga, o piense. Por mi mismo, no por mi cuerpo, mi mente, mis palabras, mis obras, ni mis actos.
-Entonces…¿qué eres tú?
-Si me amaras no lo preguntarías.-En su voz sonaba una aguda nota de nerviosismo, como si oscilara peligrosamente entre la cautela y un ciego impulso sin objetivo. –No lo preguntarías. Lo sabrías. Lo sentirías. ¿por qué estás siempre intentando rotularlo y definirlo todo?¿No puedes elevarte sobre esas simples definiciones materialistas? ¿Es que no sientes…simplemente sientes?
-Si, Jim, siento-respondió en voz baja-, pero procuro evitarlo porque…porque lo que siento es miedo.
-¿de mi?-preguntó él, esperanzado.
-No, no exactamente. No es miedo de lo que puedas hacerme, sino de lo que eres.
Jim bajó los parpados con la rapidez de quien cierra de golpe una puerta, pero Cheryl alcanzó a apreciar un increíble destello de terror en sus ojos.
-¡Tú no eres capaz de amar a nadie, eres una barata buscadora de oro!-gritó de pronto en un tono carente de color, pero ansioso de herir-. Si, he dicho buscadora de oro. Existen muchas formas de hacerlo, además de la codicia del dinero y de otras formas peores. Eres una buscadora de oro del espíritu. No te casaste conmigo por mi dinero, pero si por mi inteligencia, mi valentía o cualquier otro valor al que pusiste como precio tu amor.
-¿Quieres…que el amor…no tenga motivos?
-¡El amor es un motivo en si mismo! Está por encima de causas y razones. El amor es ciego, pero tú no serías capaz de sentirlo. Posees el alma mezquina y calculadora de una vendedora que comercia pero que nunca da. El amor es un don libre, incondicional y lleno de grandeza, que transciende y que lo olvida todo. ¿Crees que resulta generoso amar a un hombre por sus virtudes? ¿Qué entregas tú a cambio? Nada. No es más que un acto de fría justicia pensar que no se recibe más que aquello que se ha ganado.
Los ojos de Cheryl estaban ahora sombrios, con la peligrosa intensidad de quien está vislumbrando un objetivo.
-Quieres que sea inmerecido-dijo. No interrogaba, pronunciaba un veredicto.
-¡Oh! ¡No comprendes!
-Si, Jim, comprendo. Eso es lo que deseas, lo que todos desean. No quieres dinero ni beneficios materiales, ni seguridad económica ni ninguna de esas cosas que siempre pides. –Hablaba con tristeza y monotonía, atenta solo en poner en palabras claras aquel tormentoso caos que vibraba en su interior. –Todos vosotros, los predicadores del bienestar, no vais en busca del dinero no ganado. Por el contrario, quereis compensaciones, pero de diferente clase. Dices que soy una buscadora de oro del espíritu del oro porque busco valores. Entonces, vosotros, los predicadores del bienestar… sois meros saqueadores del esspíritu. Quieres un amor no ganado, una admiración si base, una grandeza que no hayas trabajado. Sin la necesidad de nada, sin… la necesidad… de ser…
-¡Cállate!- gritó. ¿Qué crees que estás diciendo?
-No lo sé… respondió Cheryl, cansada, bajando la cabeza como si la forma que había intentado capturar hubiera quedado fuera de su alcance-.No lo sé… No me parece posible…
-Más vale que dejes estos temas que te superan o…
Pero tuvo que detenerse, porque en ese momento entró el mayordomo con la botella de champán que habían ordenado.

NO. 04-jun-2015 05:26

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
"Durante aquellos tres días tuvo ocasión de ver a la muchacha Noys Lambent cuatro veces. Al
principio sólo se había fijado en sus ropas y en su aspecto general. Ahora se dio cuenta de que medía un metroandaba de un modo erguido y gracioso
que la hacía parecer más alta. Tenía más edad de la que aparentaba a primera vista, quizá frisaba en los
treinta, y desde luego pasaba de los veinticinco...
setenta de altura, un poco más baja que él. Sin embargo, era delgada y
Era tranquila y reservada. Una vez, cuando se cruzaron en el pasillo, le sonrió para luego bajar los
ojos. Harlan se hizo a un lado para evitar el rozarla, y luego continuó su camino, sintiéndose irritado consigo
mismo.
"

The end of eternity.

In the Age of Ancients the world was unformed, shrouded by fog. A land of grey crags, arch-trees and everlasting dragons. Then there was Fire, and with Fire came Disparity. Heat and cold, life and death, and of course... Light and Dark.

From the Dark they came and found the Souls of Lords within the flame. Nito, the First of the Dead; The Witch of Izalith and her daughters of Chaos; Gwyn, the Lord of Sunlight, with his faithful knights; And the furtive pygmy, so easily forgotten.

With the Strength of Lords, they challenged the dragons. Gwyn's mighty bolts peeled apart their stone scales. The witches weaved great firestorms. Nito unleashed a miasma of death and disease. Seath the Scaleless betrayed his own and the dragons were no more. Thus began the Age of Fire...

But soon, the flames will fade and only Dark will remain. Even now, there are only embers and man sees not light, but only endless nights. Amongst the living are seen carriers of the accursed Darksign.


Dark souls , intro.

dadodebaja42234 04-jun-2015 08:30

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Ya que salió el tema de la belleza...

Había una vez una princesa que vivía en un palacio muy grande. El día en que cumplía trece años hubo una gran fiesta, con trapecistas, magos, payasos….. Pero la princesa se aburría. Entonces, apareció un enano, un enano muy feo que daba brincos y hacía piruetas en el aire. El enano fue todo un acontecimiento.

Bravo, Bravo, decía la princesa aplaudiendo y sin dejar de reír, y el enano,contagiado de su alegría, saltaba y saltaba, hasta que cayó al suelo rendido. “Sigue saltando, por favor” dijo la princesa. Pero el enano ya no podía más. La princesa se puso triste y se retiró a sus aposentos…..

Al rato, el enano, orgulloso de haber agradado a la princesa, decidió ir a buscarla, convencido de que ella se iría a vivir con él al bosque. “Ella no es feliz aquí” pensaba el enano. “Yo la cuidaré y la haré reír siempre”. El enano recorrió el palacio, buscando la habitación de la princesa, pero al llegar a uno de los salones vio algo horrible. Ante él había un monstruo que lo miraba con ojos torcidos y sanguinolentos, con unas manos peludas y unos pies enormes. El enano quiso morirse cuando se dio cuenta de que aquel monstruo era él mismo, reflejado en un espejo. En ese momento entró la princesa con su séquito.

“Ah estas aquí, qué bien, baila otra vez para mí, por favor”. Pero el enano estaba tirado en el suelo y no se movía. El médico de la corte se acercó a él y le tomó el pulso. “Ya no bailará más para vos, princesa” le dijo. “¿Por qué?” preguntó la princesa. “Porque se le ha roto el corazón”. Y la princesa contestó: “De ahora en adelante, que todos los que vengan a palacio no tengan corazón”.

NO. 07-jun-2015 02:33

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
-Ejecutor, sus relaciones con Twissell pueden haberle dado una idea exagerada de su propia
importancia. Debe corregirla. Y mientras tanto, dígame, Ejecutor, si ha tenido nunca -vaciló un segundo,
buscando la palabra adecuada- una novia.
Con deliberada e insultante precisión, y dando todavía la espalda a Finge, Harlan recitó:
-A fin de evitar relaciones emocionales con el Tiempo normal, un Eterno no debe casarse. A fin de
evitar relaciones emocionales con su familia, un Eterno no debe tener hijos.
El Coordinador dijo gravemente:
-No le hablo de casamiento ni de hijos. Harlan siguió recitando:
-Se podrán tener relaciones eventuales con los Temporales previa la debida solicitud al
Departamento Central del Gran Consejo Pantemporal, que dispondrá el Análisis individualizado del Temporal
en cuestión. Las relaciones deberán atenerse a las limitaciones del programa específico espacio-temporal que
haya sido concedido.
-En efecto. ¿Nunca ha presentado una solicitud para relaciones eventuales, Ejecutor?
-No, Programador.
-¿Ni piensa hacerlo?
-No, Programador.
-Quizá le convendría. Le daría mayor amplitud de miras. Es posible que entonces se fijase menos en
detalles como los vestidos de una muchacha, ni tampoco en sus posibles relaciones con otros Eternos.

Harlan salio , mudo de rabia.


Aquella noche soñó que había hablado con Twissell sobre aquel asunto y que éste, el Eterno ideal,
compartía su repulsión. Soñó que Finge era degradado y trasladado. Se vio a sí mismo con el emblema de
Programador. Implantaba un nuevo régimen en el 482.° y relegaba a Finge a una posición secundaria en
Mantenimiento. Twissell estaba a su lado, sonriendo con admiración, mientras él fijaba un nuevo programa de
organización, claro, simple y efectivo, y ordenaba a Noys Lambent que distribuyera copias entre los
asistentes.
Pero ella estaba desnuda, y Harlan despertó tembloroso y avergonzado.
Un día encontró a la muchacha en un corredor y Harlan se hizo a un lado para dejarla pasar, sin
mirarla.
Ella se plantó ante él, obligándole a mirarla y a enfrentarse con sus ojos. Estaba llena de vida y de
colorido y Harlan aspiró el perfume que emanaba su persona.
-¿Es usted el Ejecutor Harlan, no es así? -dijo ella.
Su primer impulso fue ignorarla, alejarse de allí. Pero al fin y al cabo, se dijo a sí mismo, ella no
tenía la culpa. Además, tendría que rozarla para marcharse.
Harlan asintió brevemente.
-Sí.
-Me han dicho que es un experto en nuestro Tiempo.
-He estado allí.
-Me gustaría hablar de esto con usted, algún día.
-Estoy muy ocupado. No tengo tiempo.
-Pero, señor Harlan, quizá consiga encontrar un rato algún día.
Ella le sonrió.
Harlan dijo en voz baja, desesperado:
-¿Quiere pasar, o prefiere hacerse a un lado para que pueda pasar yo? ¡Hágame el favor!
Ella se hizo a un lado, con un movimiento de caderas que encendió de rubor las mejillas de Harlan;
éste se sintió irritado contra ella por haberle hecho perder la serenidad, irritado consigo mismo por la misma
causa y principalmente, por alguna oscura razón, irritado contra Finge.

Se volvió de nuevo hacia el Reflector, contemplando su propia imagen. Observó que tenía una
profunda arruga vertical entre los ojos.
Pasó la mano para alisarla y pensó: «Mi rostro no es nada atractivo. Los ojos demasiado pequeños,
las orejas salientes y la barbilla es demasiado grande».
Nunca le había preocupado aquello, pero ahora se le ocurrió, de repente, que resultaría muy
agradable tener un rostro hermoso.



-Si me hicieras Eterna... -suspiró ella, aunque Harlan casi no podía oírla, ensordecido por los latidos
de su propio corazón. Los labios de Noys estaban húmedos y entreabiertos.
-¿Querrás hacerlo?
Harlan no comprendió lo que ella quería decir, pero de repente nada de aquello tuvo importancia.
Dentro de él ardía un fuego abrasador. La rodeó con los brazos torpemente, con impaciencia. Ella no se le
resistió, sino que se fundió con él en una unión completa.
Todo sucedió como en un sueño, como si fuesen otras personas las protagonistas de aquel momento.
No fue, ni con mucho, un acto tan repulsivo como él había creído siempre. No lo fue en absoluto, y
esto era para Harlan como un choque, una súbita revelación.
Más tarde, cuando ella se apretó contra él sonriendo tiernamente, Harlan alargó la mano para
acariciar su cabello con lento y acariciador gesto.
A los ojos de Harlan, ella era ahora completamente diferente. Ya no era una mujer extraña, una
personalidad separada. De repente se había convertido en un aspecto de sí mismo. En una forma extraña e
inesperada, era parte de su propia personalidad.
El programa de trabajo espacio-temporal no decía nada de ello, pero Harlan no tenía ninguna
sensación de culpabilidad. Sólo el pensar en Finge suscitaba una fuerte emoción en el pecho de Harlan. Y no
era remordimiento. ¡ Era satisfacción, casi júbilo!
Aquella noche Harlan no pudo dormir. La embriaguez había desaparecido de su mente, pero quedaba
el hecho extraordinario de que, por primera vez en su vida de adulto, una mujer hecha y derecha compartía su
cama.
Podía escuchar a su lado la suave respiración de ella, y en la penumbra a que se había reducido la
iluminación del dormitorio adivinar las formas de su cuerpo.
Le bastaba alargar la mano para volver a tocarla, para notar el calor y la suavidad de su carne. Pero
no se atrevió a hacerlo, no fuese a arrancarla de sus sueños, cualesquiera que fuesen. Era como si ella hubiera
soñado por ambos, viviendo en sueños todo lo ocurrido, y temió que al despertar lo borrase todo de la
realidad.

Te odio capitulo 5. :muyenfadado:

Gusanos 07-jun-2015 17:04

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Leo Hijo de Dios como dije y me está gustando más.
Sobre todo me gusta la forma en la que se expresa aquí, es bastante decadente, de una forma que no sabes si reírte u horrorizarte xD
Unos ejemplos.


"El dueño del vertedero había criado a nueve hijas y les había puesto los nombres a partir de un antiguo diccionario médico extraído de los escombros que recogía. (...) Uretra, Cerebelos, Hernia Sue."

[...]

"Ballard pegó la oreja contra el guardabarros. El coche comenzó a mecerse ligeramente. Se levantó y miró con un ojo por la esquina de la ventanilla. Se podían ver un par de piernas blanquecinas que estrechaban a una sombra, a un íncubo negro que se encorvaba en un sueño de lujuria abyecta.
Es un negro, susurró Ballard.
¡Ahhh, Bobby, aaah dios!, gimió la chica.
Ballard, con los pantalones desabrochados, permaneció apoyado en el guardabarros.
¡Mierda!, dijo la chica.
De rodillas, el vigilante vigilaba. El sinsonte comenzó a cantar de nuevo.
¡Un negro!, volvió a exclamar Ballard.
(...)
Ballard representaba la figura de un simio desorientado y despreciado que se escabullía por los alrededores...(...)"


[...]

Ballard se sentó sobre los talones en el jardín, enfrente del visitante. Parecían dos gárgolas estreñidas.


xD Eso último me recuerda a Alive.


También leo Final del juego volviéndome a topar con "El río", que no podría gustarme más.
Estoy enamorada de ese cuento ;_;
http://www.lamaquinadeltiempo.com/prosas/cortazar1.htm

Pikmin 08-jun-2015 11:46

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
Y el toro dijo al morir: "Siento dejar este mundo sin probar pipas Facundo".

Perdonad, me hacía ilusión.:madremia:

dadodebaja42234 08-jun-2015 20:18

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
FRONDOSO: En aquesta diferencia
andas, Barrildo, importuno.
BARRILDO: A lo menos aquí está
quien nos dirá lo más cierto.
MENGO: Pues hagamos un concierto
antes que lleguéis allá,
y es, que si juzgan por mí,
me dé cada cual la prenda,
precio de aquesta contienda.
BARRILDO: Desde aquí digo que sí.
Mas si pierdes, ¿qué darás?
MENGO: Daré mi rabel de boj,
que vale más que una troj,
porque yo le estimo en más.
BARRILDO: Soy contento.
FRONDOSO: Pues lleguemos.
Dios os guarde, hermosas damas.
LAURENCIA: ¿Damas, Frondoso, nos llamas?
FRONDOSO: Andar al uso queremos:
al bachiller, licenciado;
al ciego, tuerto; al bisojo,
bizco; resentido, al cojo;
y buen hombre, al descuidado.
Al ignorante, sesudo;
al mal galán, soldadesca;
a la boca grande, fresca;
y al ojo pequeño, agudo.
Al pleitista, diligente;
gracioso al entremetido;
al hablador, entendido;
y al insufrible, valiente.
Al cobarde, para poco;
al atrevido, bizarro;
compañero al que es un jarro;
y desenfadado, al loco.
Gravedad, al descontento;
a la calva, autoridad;
donaire, a la necedad;
y al pie grande, buen cimiento.
Al buboso, resfrïado;
comedido al arrogante;
al ingenioso, constante;
al corcovado, cargado.
Esto al llamaros imito,
damas, sin pasar de aquí;
porque fuera hablar así
proceder en infinito.
LAURENCIA: Allá en la ciudad, Frondoso,
llámase por cortesía
de esta suerte; y a fe mía,
que hay otro más riguroso
y peor vocabulario
en las lenguas descorteses.
FRONDOSO: Querría que lo dijeses.
LAURENCIA: Es todo a esotro contrario:
al hombre grave, enfadoso;
venturoso al descompuesto;
melancólico al compuesto;
y al que reprehende, odioso.
Importuno al que aconseja;
al liberal, moscatel;
al justiciero, cruel;
y al que es piadoso, madeja.
Al que es constante, villano;
al que es cortés, lisonjero;
hipócrita al limosnero;
y pretendiente al cristiano.
Al justo mérito, dicha;
a la verdad, imprudencia;
cobardía a la paciencia;
y culpa a lo que es desdicha.
Necia a la mujer honesta;
mal hecha a la hermosa y casta;
y a la honrada... Pero basta;
que esto basta por respuesta.
MENGO: Digo que eres el dimuño.
LAURENCIA: ¡Soncas que lo dice mal!
MENGO: Apostaré que la sal
la echó el cura con el puño.
LAURENCIA: ¿Qué contienda os ha traído,
si no es que mal lo entendí?
FRONDOSO: Oye, por tu vida.
LAURENCIA: Di.
FRONDOSO: Préstame, Laurencia, oído.
LAURENCIA: Como prestado, y aun dado,
desde agora os doy el mío.
FRONDOSO: En tu discreción confío.
LAURENCIA: ¿Qué es lo que habéis apostado?
FRONDOSO: Yo y Barrildo contra Mengo.
LAURENCIA: ¿Qué dice Mengo?
BARRILDO: Una cosa
que, siendo cierta y forzosa,
la niega.
MENGO: A negarla vengo,
porque yo sé que es verdad.
LAURENCIA: ¿Qué dice?
BARRILDO: Que no hay amor.
LAURENCIA: Generalmente, es rigor.
BARRILDO: Es rigor y es necedad.
Sin amor, no se pudiera
ni aun el mundo conservar.
MENGO: Yo no sé filosofar;
leer, ¡ojalá supiera!
Pero si los elementos
en discordia eterna viven,
y de los mismos reciben
nuestros cuerpos alimentos,
cólera y melancolía,
flema y sangre, claro está.
BARRILDO: El mundo de acá y de allá,
Mengo, todo es armonía.
Armonía es puro amor,
porque el amor es concierto.
MENGO: Del natural os advierto
que yo no niego el valor.
Amor hay, y el que entre sí
gobierna todas las cosas,
correspondencias forzosas
de cuanto se mira aquí;
y yo jamás he negado
que cada cual tiene amor,
correspondiente a su humor,
que le conserva en su estado.
Mi mano al golpe que viene
mi cara defenderá;
mi pie, huyendo, estorbará
el daño que el cuerpo tiene.
Cerraránse mis pestañas
si al ojo le viene mal,
porque es amor natural.
PASCUALA: Pues, ¿de qué nos desengañas?
MENGO: De que nadie tiene amor
más que a su misma persona.
PASCUALA: Tú mientes, Mengo, y perdona;
porque, es materia el rigor
con que un hombre a una mujer
o un animal quiere y ama
su semejante.
MENGO: Eso llama
amor propio, y no querer.
¿Qué es amor?
LAURENCIA: Es un deseo
de hermosura.
MENGO: Esa hermosura,
¿por qué el amor la procura?
LAURENCIA: Para gozarla.
MENGO: Eso creo.
Pues ese gusto que intenta,
¿no es para él mismo?
LAURENCIA: Es así.
MENGO: Luego ¿por quererse a sí
busca el bien que le contenta?
LAURENCIA: Es verdad.
MENGO: Pues de ese modo
no hay amor sino el que digo,
que por mi gusto le sigo
y quiero dármele en todo.
BARRILDO: Dijo el cura del lugar
cierto día en el sermón
que había cierto Platón
que nos enseñaba a amar;
que éste amaba el alma sola
y la virtud de lo amado.
PASCUALA: En materia habéis entrado
que, por ventura, acrisola
los caletres de los sabios
en sus academias y escuelas.
LAURENCIA: Muy bien dice, y no te muelas
en persuadir sus agravios.
Da gracias, Mengo, a los cielos,
que te hicieron sin amor.
MENGO: ¿Amas tú?
LAURENCIA: Mi propio honor.
FRONDOSO: Dios te castigue con celos.
BARRILDO: ¿Quién gana?
PASCUALA: Con la qüistión
podéis ir al sacristán,
porque él o el cura os darán
bastante satisfacción.
Laurencia no quiere bien,
yo tengo poca experiencia.
¿Cómo daremos sentencia?
FRONDOSO: ¿Qué mayor que ese desdén?

NO. 10-jun-2015 11:06

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
-¿Por qué me has amado? -dijo Harlan. Ella se apartó el cabello de la frente y le miró con un rostro
pálido y grave.
-Si quieres saberlo, uno de los motivos fue la creencia de que una muchacha puede convertirse en
Eterna de esa forma. No me importaría vivir eternamente.
-Acabas de decir que no creías en eso.
-No lo creía, pero no podía perjudicarme la prueba. Especialmente porque...
Él la miraba con serenidad, hallando consuelo a su dolor y desengaño en una actitud de fría
reprobación, inspirada en la moralidad de su Siglo natal.
-Continúa -dijo Harlan.
-Especialmente porque deseaba hacerlo.
-¿Deseabas amarme?
-Sí.
-¿Por qué a mí?
-Porque me gustabas. Porque pensé que eras curioso.
-¿Curioso?
-Bien, raro, si lo prefieres. Siempre procurabas no mirarme, pero acababas mirándome. Tratabas de
odiarme, y sin embargo yo podía ver que me deseabas. Sentía un poco de compasión por ti, creo.
-¿Compasión? ¿Por qué?
-Porque te creabas tanto problema con tu deseo, cuando la cosa es tan sencilla. Si te gusta una chica,
no tienes más que decírselo. Es fácil ser amable. ¿A qué sufrir?
Harlan asintió. ¡Aquella era la moralidad del Siglo 482! Luego murmuró:
-¡Una cosa tan sencilla! ¡No hay más que decirlo!
-Desde luego, es preciso que la chica tenga ganas, y que no tenga otro compromiso. ¿Por qué no? A
mí me parece muy sencillo.
Ahora fue Harlan quien bajó los ojos. Desde luego, era una cosa bien fácil.
Y, ¿qué opinas de mí ahora? -preguntó humildemente.
-Que eres muy simpático -dijo ella suavemente- y que si quisieras mostrarte natural... ¿Por qué no
sonríes nunca?
-No puedo sonreír en estos momentos, Noys.
-Por favor. Quiero ver cómo te sienta. Vamos a ver.
Ella le puso los dedos en las comisuras de la boca y las estiró. Él echó la cabeza atrás, con sorpresa,
y no pudo evitar una sonrisa.
-Lo ves. Eres casi guapo. Con alguna práctica..., poniéndote delante de un espejo y sonriendo a
menudo, y haciendo algún guiño con los ojos... Apuesto que llegarías a ser realmente atractivo.

-Debemos permitir que la Sociedad resuelva sus propios problemas.
-Cierto, pero nosotros hemos analizado aquella sociedad a lo largo de su evolución en el Tiempo, y
vemos que no ha resuelto su problema de una manera satisfactoria. Ten en cuenta que su fracaso también
afecta a todas las civilizaciones siguientes. Se ha llegado a la conclusión de que no existe una solución
satisfactoria para el problema del duplicador de masa. Es una de esas cosas, como las guerras atómicas y la
esclavitud, que no pueden permitirse. Sus resultados nunca son satisfactorios.
-¿Cómo puedes estar seguro?
-Tenemos nuestros Cerebros electrónicos, Noys; calculadoras mucho más exactas que cualquier otra
que se haya podido inventar en cualquier Realidad. Podemos analizar las posibles Realidades y evaluar las
ventajas entre miles y miles de variables.
-¡Bah! ¡Máquinas! -dijo ella con desprecio. Harlan frunció el ceño y luego trató de convencerla.
-No seas así. Es natural que te haya sorprendido el saber que la vida no es tan inmutable como
pensabas. Hace un año, tú misma y el mundo donde vivías es posible que sólo fuerais una probabilidad
teórica, pero, ¿qué importa eso? Posees todos tus recuerdos, sean de hechos hipotéticos o no. ¿No es cierto
que puedes recordar tu propia infancia, y a tus padres?
-Naturalmente.
-Entonces es lo mismo que si la hubieras vivido. ¿No es verdad? Quiero decir que no importa si la
has vivido en realidad o no.
-No estoy tan segura; tendría que pensarlo. ¿Qué sucedería si mañana me vuelvo a encontrar hecha
una probabilidad teórica, o un fantasma o como lo llames?
-Habría una nueva Realidad y una nueva Noys con nuevos recuerdos. Sería como si nada hubiese
ocurrido, excepto que la suma total de la felicidad humana habría aumentado.
-No me parece del todo convincente.
-Además -la interrumpió Harlan-, nada puede su-cederte ahora. Habrá una nueva Realidad, pero tú
estás en la Eternidad. Ya no pueden cambiarte.
-Acabas de decir que ello no tiene importancia -dijo Noys, pensativa-. ¿Por qué te has tomado tantas
molestias, pues?
Harlan contestó con emoción:
-Porque te quiero tal como eres. Exactamente igual.
No quiero que cambies. De ninguna manera, ni para bien ni para mal.
Estuvo a punto de confesar la verdad, que sin la ventaja de aquella superstición acerca de los Eternos
y la inmortalidad, ella nunca se habría interesado por él.

-Lo que hemos hecho ¿está permitido? -preguntó Noys-. Quiero decir, si te es posible llevar a otra
persona a la Eternidad y evitar que sufra los efectos del Cambio. Por lo que me has dicho, creo que debe
constituir una falta.
Por un momento Harlan sintió frío, y el ánimo abatido por la inmensa soledad de los miles de Siglos
que los rodeaban. Por un instante se sintió desterrado de aquella Eternidad que era su único hogar y su única
fe; sólo la mujer por quien había renunciado a todo aquello permanecía a su lado.
-Sí, es un crimen -dijo Harlan, desde el fondo de su alma-. Es un crimen enorme y me siento
terriblemente avergonzado por ello. Pero lo volvería a cometer, una y mil veces si fuese necesario.
-¿Lo has hecho por mí, Andrew? ¿Por mí? Él no pudo mirarla a los ojos.
-No, Noys, lo he hecho por mí mismo. No podría soportar el perderte.


Asimov , juegas con mis sentimientos. :llorando:
No puedo ponerme en los zapatos de tus personajes , y cuando lo logro minimamente , me da miedo.
Porque desarrollas situaciones con las que no me puedo identificar?

Levirus 12-jun-2015 03:13

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
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Mi coraza es como la de las tortugas
y tengo alma de oso hablador.
Entre lobos y cabras de las alturas,
así soy; tengo la piel de un castor.
Verdes lagos y bosques sin fin.
Como aquella vez quiero volver,
y en mi memoria se vuelven a oscurecer
aquellas sensaciones.Son recuerdos de anteriores vidas.
Y la niebla me confundió.
Vi tu sombra y te perseguí.Entre juncos te veo nadar.
Háblame, díme que es verdad.
A lo lejos te veo correr.Háblame díme que eres tú.
Espejismo de atardecer.¿fue verdad o me lo imaginé?
Soy zorro veloz otra vez. Fui castigado a volver.
Díme ¿Dónde vas? anoche te vi pasar.
Sé que no regresarás jamás

Espérame donde estés.
Tierra ¿Dónde vas? algún día te pararás.
No volverás a girar.


El último De La Fila
PD: Acabo de oirla en una canción, no tiene mucho sentido pero me gusta.

dadodebaja42234 13-jun-2015 16:14

Respuesta: Citas y otros textos que queramos compartir
 
-¿Dónde está mi madre? ¡Yo quiero a mi madre!
Claudia brama porque no puede ver a su madre en el puente, solo un puñado de hombres desconocidos que la miran. Güerito se contagia de su pánico y empieza a llorar. Claudia no quiere abrazos ahora. Se retuerce en brazos de Fabían.
-¡Mi madre!-grita-. ¡Mi madre!
Pero Fabián sigue caminando hacia el centro del puente.
Adán le ve acercarse.
Como en una pesadilla, una visión del infierno.
Adán se siente paralizado, con los pies clavados en la madera del puente, y así se queda mientras Fabían sonríe a los hermanos Orejuela.
-Don Miguel Angel Barrera da por sentado que su sangre corre por las venas de su sobrino-dice.
Adán cree en los números, en la ciencia, en la física. Es en este preciso momento cuando comprende la naturaleza del mal, que el mal posee un impulso propio, el cual, una vez puesto en marcha, no puede detenerse. Es la ley de la física: un cuerpo en movimiento tiende a mantenerse en movimiento.
Hasta que algo lo detiene.
Y el plan de Tío es, como de costumbre, brillante. Incluso en su absoluta depravación inspirada por el crack, es muy agudo en la percepción de la naturaleza humana. En eso reside el genio de Tío: sabe que un hombre incapaz de poner un gran mal en movimiento carece de la energía para detenerlo una vez en marcha. Que lo más difícil del mundo no es reprimirse de cometer maldades, sino plantarles cara y frenarlas.
Interponer la vida en el camino de un maremoto.
Porque las cosas son así, piensa Adán, mientras su cabeza da vueltas. Si impido esto demostraré debilidad ante los Orejuela, una debilidad que, a la corta o a la larga, comportará consecuencias fatales. Si muestro la más mínima desunión con Fabián, somos hombres muertos.
El genio de Tío consiste en colocarme en esta posición, a sabiendas de que no me queda ninguna alternativa.
-¡Quiero a mamá!-chilla Claudia.
-Chsss... -susurra Fabián-.Te voy a llevar con ella.
Fabián mira a Adán, esperando la señal.
Y Adán sabe que va a darla.
Porque tiene que proteger a su familia, piensa Adán, y no existe otra elección. Es la familia de Méndez o la mía.
Si Parada hubiera estado presente lo hubiera expresado de otra manera. Habría dicho que en ausencia de Dios solo existe la naturaleza humana y las leyes de la naturaleza son crueles. Que lo primero que hacen los nuevos líderes es matar a la prole de los antiguos. Sin Dios, solo existe una cosa: la supervivencia.
Bien, Dios no existe, piensa Adán.
Asiente.
Fabián arroja a la niña desde el puente. Su cabello se eleva como alas inútiles y se precipita al fondo, mientras Fabián agarra al pequeño y lo tira por encima de la barandilla de un solo movimiento.
Adan se obliga a mirar.
Los cuerpos de los niños caen doscientos diez metros y se estrellan contra las rocas.
Entonces mira a los hermanos Orejuela, que han palidecido de horror. La mano de Gilberto tiembla cuando cierra la maleta, la levanta y retrocede por el puente.
Abajo, el río Magdalena se lleva los cuerpos y la sangre.

Kao-lina 14-jun-2015 11:55

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Oscar Niemeyer (1907-2012) Arquitecto
"No es el ángulo recto lo que me atrae,ni la línea recta,dura,inflexible,creada por el hombre.
Lo que me atrae es la curva libre y sensual,la curva que encuentro en las montañas de mi país,en el curso sinuoso de los ríos,en las nubes del cielo,en las curvas de la mujer amada.
De curvas está hecho todo el Universo"...
.................................................. ..............................
"Busco la sorpresa en mi arquitectura,un trabajo de arte debería provocar la emoción de lo novedoso".
.................................................. ...............................
"La gente tiene que soñar ,sino las cosas no acontecen".

Apatía 17-jun-2015 23:51

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Una noche llegó piel y huesos a mi puerta, mojado, apaleado, temeroso
era un gato blanco bizco sin cola
lo dejé entrar, lo alimenté, fue uno más en la casa
desarrolló hacia mí cierta cariñosa confianza
hasta que un buen día un conocido,
estacionando en la cochera
pasó con su coche encima del gato blanco bizco sin cola

de inmediato llevé lo que quedaba de él a un veterinario que dijo:
“no hay mucho para hacer… dale estas pastillas… su espinazo
está aplastado, pero fue aplastado anteriormente y de algún modo
logró sanar, si sobrevive no volverá a caminar mira
estas radiografías, le metieron un escopetazo,
mira estos puntos oscuros
son perdigones enquistados… además alguna vez tuvo una cola
y alguien se la cortó…”

Me llevé el gato a casa, era un verano caliente, uno
de los más calientes en décadas, puse al gato en el piso del baño
le serví agua, sus pastillas, no deseaba comer ni beber agua
yo sumergía mi dedo en el agua, le
humedecía la boca el hocico y le hablaba,
ese verano no fui a ningún lado, pasé muchos días
de ese verano en el baño hablándole, acariciándolo suavemente
él me miraba con esos ojos que se le entrecruzaban
mientras tanto pasaban los días,
una tarde realizó su primer movimiento
arrastrándose con sus patas delanteras
(las traseras no querían moverse)
llegó hasta el rincón donde yo había preparado su cama
se arrastró un poco más y se dejó caer en ella,
fue para mi como el sonido de un clarín presagiando la victoria
posible aturdiendo el baño, desparramándose por la ciudad,
yo le conté entonces a ese gato -que lo había pasado mal también,
no tan mal, pero bastante mal…-
una mañana se irguió, se paró sobre sus patas,
cayendo luego de espaldas,
me observaba mansamente.

“tú puedes,” le dije.

él insistió, se levantaba y volvía a caer, una y otra vez
finalmente
caminó unos pocos pasos, era la viva imagen de un borracho
sus patas se negaban a obedecerle, cayó nuevamente, descansó
y nuevamente se levantó.

Ustedes conocen el resto de la historia: está mejor que nunca
bizco, casi sin dientes, pero ha
recuperado su gracia, y esa mirada
de sus ojos, pícara, no lo ha abandonado…

y ahora a veces soy entrevistado, ellos quieren oír acerca
de vida y literatura y yo me emborracho y sostengo mi bizco,
baleado, atropellado y desrabado gato y digo, “¡miren, miren
esto!”

pero ellos no entienden, ellos dicen algo como, “¿usted
dice que ha sido influenciado por Celine?”
“no,” yo sostengo al gato, “¡por lo que pasa, por
cosas como esto, por esto, por esto!

sacudo al gato, lo sostengo
en la luz humosa y borracha, está relajado, él sabe…

es entonces cuando las entrevistas terminan
aunque estoy orgulloso a veces cuando veo las imágenes
más tarde y ahí estoy yo y ahí está el gato y somos fotografiados juntos.

él también sabe que son estupideces pero que de algún modo todo ayuda




Historia de un duro hijo de ****, Charles Bukowski

Gusanos 23-jun-2015 23:54

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La llevaba tan incrustada en la conciencia, que, al parecer, me pasé el primer año de colegio convencido de que todas y cada una de mis profesoras eran mi madre disfrazada. Echaba a correr en cuanto sonaba el timbre de salida, e iba todo el camino preguntándome si llegaría a casa con tiempo para pillar a mi madre antes de que volviera a transformarse. Pero siempre, invariablemente, la encontraba ya en la cocina, poniéndome el vaso de leche con galletas. Su proeza, sin embargo, en lugar de empujarme a renunciar al engaño, lo que hacía era intensificar el respeto que me inspiraban sus poderes. Y, también, el hecho de no sorprenderla entre encarnación y encarnación venía a suponer un alivio, de todas formas, aunque yo nunca cejara en el intento.
Me constaba que mi padre y mi hermana no estaban al cabo de la calle en lo tocante a la verdadera naturaleza de mi madre, y que la carga de culpabilidad que, imaginaba yo, me iba a caer sobre los hombros en caso de que alguna vez la pillase descuidada era más de lo que estaba dispuesto a aguantar a mis cinco años.
Llegué incluso a temer, creo, que alguien no tendría más remedio que desembarazarse de mí si alguna vez llegaba a verla entrar volando por la ventana del dormitorio, directamente desde el colegio, o salir —miembro por miembro— del estado de invisibilidad, para ponerse el delantal. Ni que decir tiene que cuando me pedía que le describiese con todo detalle mi día preescolar, lo hacía escrupulosamente. No pretendía comprender su ubicuidad en todo su alcance, pero había algo indiscutible: la cosa estaba relacionada con su deseo de saber cómo me portaba yo, qué clase de niño era cuando creía que mi madre no estaba delante. Una consecuencia de esta fantasía, que perduró (en esta forma concreta) hasta el primer grado, fue que, ante el convencimiento de que no tenía elección, me hice honrado.

[...]


Mire, le parecerá exagerado, pero es un milagro, prácticamente, que yo siga pudiendo andar por mi propio pie. ¡Cuánta histeria, cuánta superstición! ¡Cuánto ándate con ojo, cuánto cuidado! No hagas esto, no hagas lo otro, contrólate. ¡No!¡Estás quebrantando una ley muy importante! ¿Qué ley? ¿La ley de quién?
No tenían el menor sentido de lo humano, podrían haber llevado placas redondas en los labios y anillas en la nariz y andar por ahí pintados de azul, que habría dado igual.
Bueno y, además, los milchiks y los fleishiks, todas esas normas y regulaciones meshuggeneh, encima de sus propias demencias personales. Es un chiste familiar, el día en que estaba yo mirando una tormenta de nieve, por la ventana, de muy pequeñito, y pregunté, muy ilusionado: «Mamá, ¿nosotros creemos en el invierno?» ¿Se da usted cuenta de lo que le estoy diciendo? A mí me crió una panda de hotentotes y de zulúes. Ni se me pasaba por la cabeza que se pudiera uno beber un vaso de leche con el sándwich de salami sin ofender a Dios Todopoderoso. Imagínese, entonces, las broncas que no me echaría la conciencia, cuando empezó lo de las pajas. El sentido de culpabilidad, los temores. ¡Se me metió el terror en los tuétanos! ¿Qué había en su mundo, el de mi madre y mi padre, que no estuviera cargado de peligro, chorreando gérmenes, lleno de riesgo? ¿Para cuándo dejaban el entusiasmo, la osadía, el valor? ¿Quién había transmitido a mis padres semejante sentido de la vida, tan timorato?



El mal de Portnoy de Philip Roth

Es muy genial. Me encanta la inclusión de palabras en yiddish.

WalkAgain 25-jun-2015 15:30

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Dado que ganamos tenemos razón; y dado que tenemos razón somos buenos. Bajo estas condiciones no hay otra moralidad que la nuestra. Oliver Stone


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