Nada nuevo...
 

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Respuesta: Nada nuevo...
 

Porque creemos que los demás no tienen la suficiente sensibilidad para tratar con nosotros. O bien porque creemos que no estamos a la altura de los demás. Percepciones erróneas muchas veces.

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Tienes razón, seré más profundo: porque no llevan la misma ropa que nosotros...

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No creas, tío. Habría divisiones sociales según tamaños y tal.

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Por miedo a que descubran lo putapénico que soy y me humillen por ello.

Eso y que no conozco a nadie que me enseñe la técnica de los cinco puntos de presión para explotar un corazón:
http://www.youtube.com/watch?feature...&v=2kf0D_X7uFE

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Porque mis habilidades sociales son pateticas por no haber socializado con gente nueva en años.
En sintesis, que no se conocer gente nueva.Solo se decir hola y/o preguntar alguna cosa y ahi siempre termina la cosa.

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A veces es una cuestión de pereza: ¿para qué conocer a más gente? Socializar requiere mucho compromiso para una persona que dedica sus esfuerzos solamente a sí misma, y se van dejando pasar oportunicades. Por eso a veces pienso que tenemos el número de amigos que realmente necesitamos. Este es mi caso por lo menos (antes eran los miedos).

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¿Por qué asumes que existe un rechazo? Creo que la fobia social por definición implica una circunstancia sicológica que somete nuestra voluntad. Si exite un rechazo voluntario entonces no es fobia social sino otra cosa; pongásele el nombre que se quiera. Me gustaría pensar que la mayoría de los que estamos en este foro pretendemos no rechazar de ninguna manera las relaciones humanas. No se si entendí bien tu pregunta.

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Veo que compartimos excusas... En el espectro humano, podemos ver la mitad "inferior" como poco interesante, desapetente, vulgar. En la mitad "superior" podemos sentir que nos sobrepasan, saturan y no podemos "competir". No hay un margen "seguro" de todos ellos para poder desenvolverse sin presiones, juicios o comparaciones constantes.
Al final se entiende que hay que abandonar los objetivos, requerimientos o exigencias en definitva, pues no són más que una infinidad de handicaps autocomplacientes para evitar el encuentro. Esto no se hace por gusto. Problemas "reales" a los que hay que hacer frente afloran una vez se ha aceptado la existencia de estas barreras.