¿Nos domina la mente?
 

"Tolle nos dice, al igual que lo hicieran muchas otras culturas milenarias, que nuestra vida está dominada por la identificación con nuestra mente. Esto quiere decir que vivimos en un mundo de pensamientos compulsivos que no nos permiten sentir la verdadera magia de la vida ni quiénes somos realmente. Muchos argumentan que la mente no nos domina, sino que es un poderoso aliado para poder entender el mundo. En cierto modo es verdad, pero el problema es que no usamos la mente como una herramienta para problemas cotidianos, sino que hemos dejado que la mente nos absorba completamente, entrando en el mundo de ilusiones de la forma y el tiempo. Creemos que somos nuestra mente.

Es un concepto difícil de entender para la mente, pero en realidad es sumamente sencillo. Puede realizar un sencillo experimento. Cierre sus ojos, y fije su pensamiento en una flor. No cualquier flor. Piense en una flor amarilla. ¿Cuánto tiempo puede sostener ese pensamiento sin que surjan de inmediato otros pensamientos, probablemente inútiles? La mente se ha convertido en un ser propio que produce un ruido incesante que nos impide disfrutar del ahora. Y esto sucede por un hecho que para mí fue una revelación: Estamos atrapados en el tiempo sicológico.

Nuestra mente necesita de la existencia del tiempo para poder sobrevivir. Vivimos constantemente en el pasado, y planificando el futuro, pero rara vez vivimos el ahora, que es en ultimo termino lo único que realmente existe. El pasado ya se fue, y el futuro aun no existe, sólo tenemos el ahora. Sin embargo, vivimos llenos de dolor, culpa, resentimiento y enfermedades, porque negamos obstinadamente el ahora. Nuestra mente se resiste a aceptar que el tiempo es una ilusión porque eso significaría el fin del ego. El fin de nuestra identificación con las formas y las estructuras mentales que conocemos y creemos que nos definen como personas."

¿puedes liberarte de tu mente cada vez que quieres? ¿Has hallado el
botón que detiene todo el mecanismo?

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interesante... y como podemos solucionar eso?! :S

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Trabajar la atencion y practicar la meditacion.

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Pienso como tú, el ego es quien sostiene todo lo 'racional' y a la vez todas las paranoias.Creo que podemos escapar de él a ratos...pero de forma definitiva es algo que desconozco.Debe ser lo que llaman iluminación...
Escapar del ego para siempre sería estupendo verdad? jeje


Saludos

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Claro q si. Sin ninguna duda, es claro q no somos más q meros esclavos de nuestra amada y querida " Mente Subjetiva ". Todo lo q conocemos es totalmente efímero e insustancial, pero al estar tan identificado con nuestro " cuerpo de apegos " ( nuestra Psicología ) creemos q lo verdadero, q lo real es lo q vivimos cotidianamente, Trabajo, estudios, amigos, penas y alegrías, q finalmente no son más q formas mentales.
Nuestra mente es como una bestia indomable, caprichosa y obstinada, tiene total control de todos los centros de nuestra máquina humana.
Ahora hay q aclarar q la mente en si no es el problema, si no el EGO q hace uso de ella

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La solución no es escapar, ¿ cómo escapar de ti mismo ?. Se debe disolver o eliminar todo aspecto egoico. Sólo de esa manera se despierta verdadera conciencia, por ahora estamos dormidos

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Has leído algún artículo sobre el síndrome shenpa? Si te interesa puedo mandarte uno muy bueno...Explica una técnica para evitar el apego, me está funcionando8-O

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La mente no es un problema cuando la quieres utilizar y la utilizas, al revés es una herramienta muy potente, el problema es cuando ella te domina a ti y te identificas con ella.

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¿Conoceis a Tab Dar? Yo no le conocía, estoy viendo algunos videos suyos en youtube y me gusta.

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A veces suele funcionar dejando absorber la atención en algo trascendente: la sublimación de esas energías instintivas en la creación artística, en lo espiritual, lo transpersonal. Es escapar un poco de la trampa narcicista que nos tiene atormentados por nuestras limitaciones y abrazar algún aspecto trascendente de la existencia, que la vida no nos niega, están ahí, somos nosotros quienes les damos las espalda por revolcarnos constantemente en nuestras pequeñeces.