Envidia
 

Ayudarme. Estoy fatal. Soy nuevo aquí y tengo Fobia social, depresion, ansiedad y muchas mierdas más. Un complejo de inferioridad que me destruye y envdias
Que puedo hace

Citar personajes de ficción no me parece lo mas acertado aunque coincido en lo primero, debes empezar por erradicar tu fobia, busca un profesional que te ayude (Cuando tienes un resfriado ¿Verdad que vas al médico? ).


"La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante; de nosotros depende elegir el que más nos plazca."
Samuel Smiles

Completamente de acuerdo con los compañeros , yo añadiría: Enterarte de buenas publicaciones de libros de autoayuda y remedios naturales para poder controlar tus emociones. De eso sabe nuestro amigo SOCRATES. En sus mensajes encuentras información sobre Flores de Bach. Pruébalas a ver que tal?

También puedes encontrar apoyo psicologico en este foro. yo estaré encantado de poder serte de ayuda. :wink:

Yo conozco a un familiar mío que es muy envidioso y siempre está haciéndome daño, estoy muy harto de esa persona porque parece que goza entrometiéndose en donde no le llaman y metiendo cizaña.

Estoy seguro de que Uker no será así de malo ni mucho menos, entre otras cosas porque la persona de la que estoy hablando es muy abierta y muy falsa también, se hace pasar por buena persona delante de la gente y luego conmigo es un demonio de persona, siempre lo fue de hecho desde que era pequeño, y no la puedo soportar tampoco de mayor.

gracias por todos vuestors consejos, de veras. No tengo envidia destructiva, solo me destruyo a mi mismo. Eske ya no puedo más. La depresion y la ansiedad me hacen más daño que la fobia social. Lo k pasa eske me cuesta mucho entablar una amistad, cuando quiero no puedo, pienso paranoicamente que estan pensando mal de mi y me rechazan muchísimo. He encontrado estrategias eficazes pero peligrosas para tratar la fobia social, mi propia locura. ya os explicaré de que se trata, pero es realmente efectivo.

Necesito encontrar amistades en el foro

uker no se si seré muy buena pero awuí tienes una amiga para hablar de lo que quieras. y te comprendo yo soy mi peor enemiga, siempre pienso lo peor de mi.

mm m

¿Cómo se hace para vivir viendo todo el tiempo a los demás llevar la vida que uno tanto desea y que siente jamás podrá tener? ¿Cómo se hace cuando mismo en este portal uno siente a veces que es mejor encontrar a alguien que aún padece tu mismo problema que a alguien que ya lo haya superado o al menos tengas fuerzas para intentarlo? ¿A qué se debe tanta envidia? Leí hace poco una frase de William Shakespeare sobre la que quisiera hablar aquí. Dice: "El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos". Las cartas han sido hechas. Ya no hay vuelta atrás. No hay manera de cartearse siquiera. Ya nos ha tocado en suerte un cuerpo, una familia, una genética, un conjunto de capacidades y limitaciones, y ahora depende de uno sacarle el máximo jugo a todo eso, obtener el mayor puntaje posible. Pero claro, ¿qué pasa si la mano que te ha tocado ha sido realmente mala? Este es un juego de mano única; no podés esperar a la próxima; no hay tal próxima mano. ¿Qué hacer entonces? Todavía queda una manera de obtener algún puntaje: haciéndole creer al otro de que uno posee mejores cartas de las que en realidad tiene. Pero más allá de esto último, creo que es importante que uno se convenza de que para ser feliz es necesario comenzar por conocer y aceptar las cartas que nos tocaron en suerte. Sé que es muy difícil, que da mucha bronca que el 'a unos tanto y a otros tan poco'. "¡La ****; no tengo una a favor!", me he repetido infinidad de veces. Y no creo realmente que la envidia responda a una actitud cómoda, a que simplemente es más fácil envidiar que luchar por obtener eso que los demás ya tienen. Creo que tiene que ver con, por ejemplo, el NO SABER cómo encarar esa búsqueda. Y me parece que el asunto es aún mucho más complejo que eso, ya que en esas "cartas" que nos han tocado a cada uno de nosotros está incluida justamente nuestra fuerza de voluntad, el espíritu de lucha, la energía, la actitud emprendedora con la que cuentan muchos. Quiero decir: no es por menospreciar a aquellos que han logrado salir adelante fruto de un gran, gran esfuerzo, pero gran parte de toda esa actitud de lucha y toda esa fuerza de voluntad no son producto de una simple toma de decisión, del tipo "voy a luchar, no voy a rendirme, no voy a aflojar", sino que más bien es parte de la naturaleza propia de cada individuo, ya sea por una cuestión de genes, de crianza o de lo que fuere; quiero decir, si se cuenta con esa actitud de lucha, esa fuerza de voluntad, éstas forman parte también de nuestras cartas; son, en definitiva, parte de las capacidades que nos han tocado en suerte. Por eso, muchas veces lo que uno envidia no es tanto que fulanito sea fachero o que menganito haya nacido en una familiar acomodada, o cosas por el estilo, ni es que uno desee lo que otro han logrado con esfuerzo pero sin hacer uno ese mismo esfuerzo, sino que más bien lo que uno envidia es justamente la actitud emprendedora y luchadora, esas energías, esa motivación, esa lucidez mental para saber hacia dónde orientar nuestros esfuerzos... Honoré de Balzac decía que "el hombre no medra si no es empujado por la mano de hierro de la necesidad". ¿Por qué no me empujan entonces mis múltiples necesidades a actuar? ¿De dónde mierdas surge mi desgano, mi inconstancia? Freud dice en uno de sus ensayos que "En ocasiones es el mismo enfermo nervioso quien llama la atención del médico sobre la antítesis, observable en la causación de la enfermedad, entre la constitución y las exigencias culturales, diciéndole: «En nuestra familia todos hemos enfermado de los nervios por haber querido llegar a ser algo más de lo que nuestro origen nos permitía.»"; a lo que agrega que "una de las más evidentes injusticias sociales es la de que el standard cultural exija de toda las personas la misma conducta, que, fácil de observar para aquellas cuya constitución se lo permite, impone a otros los más graves sacrificios." Y es interesante que en el mismo ensayo Sigmund relacione esto con lo sexual cuando acota que "La conducta sexual de una persona constituye el «prototipo» de todas sus demás reacciones. A aquellos que conquistan enérgicamente su objeto sexual les suponemos análoga energía en la persecución de otros fines. En cambio, aquellos que por atender a toda clase de consideraciones renuncian a la satisfacción de sus poderosos instintos sexuales serán, en los demás casos, más conciliadores y resignados que activos." Que no se me malinterprete: no estoy diciendo que estemos marcados por un destino ya fijado y que por ende no podemos torcer, sino que me estoy refiriendo a otro tipo de marca, a aquella asociada con nuestra constitución, a aquello que somos no por cosas que hayamos elegido hacer sino por factores ajenos a nuestras decisiones y preferencias, llámese herencia, llámese crianza, llámese suerte si se quiere, o, como diría Freud, "el efecto de intensas impresiones infantiles". (Todo esto es, si se quiere, como decía Darwin: la supervivencia de los más fuertes; los más débiles están condenados.) Y a veces uno en su envidia se paraliza debido a que siente que, aún obteniendo todo aquello que los demás tienen y que uno tanto desea y necesita, el lograrlo en una edad ya tan tardía comparada con los demás hace que aquello no nos sea suficiente.

Oye hombre, si lo lograste aunque sea a una edad tardía pues es que debería ser suficiente. Si tuviste logros pues mira hacia adelante. No se puede, aunque se hayan conseguido aquellas cosas de las que te habías privado continuar en una actitud eterna de reproche. Ahí si es verdad que jamás podrás alcanzar la paz interior.

Todo lo demás de las cartas mal barajadas y la envidia lo entiendo perfectamente. De hecho me agrada la forma que tienes de escribir con tanto detalle todo lo que sientes. Es sumamente ilustrativa y auténtica y por lo menos a mí me hacen reflexionar mucho. Y lo de la envidia, pues, es muy humana dadas nuestras condiciones. Pero al mismo tiempo que uno lucha por superarse, también se tiene que aprender a perdonar a los demás y perdonarse uno mismo. Yo nací con una lesión cerebral que me ha impedido toda la vida expresar mis emociones ante otros sobretodo desde que empecé mi adolescencia. Podría ser un volcán en mi interior (de hecho lo soy) pero la carretera tenía huecos por todas partes y los carros con mis emociones cuando querían salir hacia afuera se iban por el despeñadero. ¿Y a quien voy a culpar por eso? ¿A Dios? ¿A mi porque y que por un mal movimiento que hice al nacer tuvieron que aplicarme el forceps que me causó el daño? ¿A los demás porque ellos son expertos nadadores en el campo de las relaciones y yo estoy ahogándome en la orilla y eso me afecta en mi orgullo? Yo me siento molestísimo por el estado en el que me encuentro pero estoy luchando, y con una cosa por aquí y otra por allá voy ganando terreno y cuando consiga una vida más plena ¿tu crees que me voy a martirizar por los "años perdidos"? Esos años están perdidos para todo el mundo porque forman parte del pasado y éste no vuelve. Lo que quedan son los recuerdos. Y a mi no me interesa recordar esta porquería, por lo que solo vivo el presente y es en el presente donde lucho por un mejor futuro.

Una última cosa: no pienses que cuestiono tu envidia. Los sentimientos están ahí y uno o los reconoce o no los reconoce. Tu los estás reconociendo y eso es muy valiente. Pero ¿hasta que punto no estamos malgastando nuestra energía centrando nuestra atención en un sentimiento negativo, por muy justificado que esté, cuando quizás focalizarlo en otro más constructivo es lo que nos puede sacar a flote? Esto último es más sensato. O en todo caso esa poderosa fuerza que proporciona el sentirnos heridos en nuestro ego (llámese soberbia, envidia y demás especies) recanalizarla para convertirla en acciones que a corto, mediano y largo plazo se reviertan a nuestro favor, en lugar de paralizarnos o dejarnos llevar por un estado de recriminación constante.

La envidia no es simplemente una actitud que uno decide tomar hacia la vida: es una enfermedad, que se sufre mucho, y es por eso que me esfuerzo tanto por encontrarle un origen para así arrancarle de raiz, pues es como tener una piedra enorme encadenada a mis tobillos y que no me permite avanzar. "Esta neurosis crónica, si bien no destruye por completo las facultades del enfermo, representa para él una pesada carga, tan pesada quizá como una tuberculosis o una enfermedad del corazón", en palabras de Freud. Así, realmente siento envidia de los que no envidian. Como dice el Proverbio 14:30, "el corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos". O como comentó hace algún tiempo el forero Timoteo, "la envidia es una voz de reproche que te insulta y te denigra"; a lo cual Morticia agregaba que "la envidia no aparece porque sí, no aparece porque esas personas lo quieran; si por ellas fuera, eliminarían todo tipo de envidia; es algo psicológico que no se puede evitar". Bien decía Johann von Goethe que "el hombre más feliz del mundo es aquel que sabe reconocer los méritos de los demás y puede alegrarse del bien ajeno como si fuese propio".

La gran pregunta en todo caso es cómo aprender a manejar esos sentimientos negativos, porque es humano sentirlos, pero hay un punto en el que uno debe pararlos porque no te hacen avanzar. Y reconozco que no es nada fácil.

Bien, una teoria.Yo creo que todos odiamos,sentimos envidia o rencor.La diferencia,radica en la culpabilidad que nos produce a nosotros ese tipo de pensamientos.
:roll:

Ando un poco perdida y no sé a quién te refieres en el mensaje, pero yo quería opinar sobre lo que dicen lucashass y Almansy. lucashass10676, a mi no me parece que todos tengan esos sentimientos de odio, envidia o rencor y mucho menos que haya quien no se los permita, por decirlo de alguna manera, porque luego se sienten culpables de esos pensamientos. Hay gente con más inclinación a sentir todo eso y gente con menos inclinación, incluso hay quien no sabe lo que es odiar, envidiar o tener rencor.
Almansy, me parece muy institivo y programado lo de que, a mayor cantidad de sexo, más sanación. Depende, no todo el mundo necesita la vía sexual para desfogarse, existen personas que pueden sobrevivir sin ello, aunque Freud (que no ha salido aquí, ya sé, pero me lo recuerda) dijera prácticamente lo contrario, o que alguna alternativa siempre se busca el ser humano para acabar con la pulsión. Bueno, pudiera ser, pero no la ansiedad no se quita sólo con relaciones sexuales o posibles escapes.

Estas segura de que hay gente que no siente eso?,o de que hay gente que no sabes lo que siente en realidad?,no exteriorizan por decirlo de alguna forma.

Hombre lucashass, supongo que todo el mundo es consciente de sus sentimientos, cuándo los tiene y por qué; si tú sientes envidia, odio o lo que sea en un momento dado es porque eres así (estoy generalizando). No creo que si uno no es así, pues ni en un momento concreto lo pueda llegar a ser. Una cosa es tener esos pensamientos y no poderlos o no saberlos expresar y otra cosa es que ni por esas te vengan a la cabeza. Que yo creo que hay distintos tipos de personas, no precisamente que unas sean mejores que otras.

Por ahí escribieron que es el grado de culpa lo que determina la diferencia entre los que sienten odio, envidia o rencor. O sea, que los que no sienten culpa son ¿malos? y los que sienten culpa son ¿buenos?. Yo no siento culpa por sentir esas cosas a veces (porque ojo, no es mi estado normal) pero sí los veo como que están dentro del grupo de sentimientos que saben mal, que dejan como un tufo maloliente y nublan el entendimiento. A mi me gustan los sentimientos que saben bien. Discúlpenme si me explico con mucha simpleza, pero en este momento no tengo ganas de meterme en una de exquisiteces mentales ni existenciales.

Compaginé esto de cosas que encontré buceando en intnt:

La naturaleza destructiva de la envidia, que permite diferenciarla de la envidia sana, se refleja en que la primera origina malestar emocional, un sentimiento que en lugar de ayudar a conseguir lo que se envidia, lo dificulta.

Se mezclan emociones de naturaleza contradictoria, como por ejemplo el deseo de tener lo que otro tiene con la admiración por lo que otro ha conseguido, el dolor por no tenerlo y la indignación por considerar injusta la diferencia que se observa, o la incertidumbre por no entender a qué se deben esas diferencias.

La envidia origina una serie de reacciones negativas que pueden hacer que el envidioso se aísle de los demás o tenga serias dificultades para relacionarse adecuadamente con ellos.

Para que en lugar de producirse envidia surja admiración, es necesario que las cualidades que se observan en el otro no representen una amenaza para la propia valoración.
Bien decía Napoleón que "la envidia es una declaración de inferioridad".

La envidia es consecuencia de dos procesos psicológicos necesarios para el desarrollo de los seres humanos: el deseo y la comparación. Para prevenir la envidia no se pueden suprimir dichos procesos, sino que deben controlarse sus efectos.

La envidia se produce siempre en situaciones que son vividas como una amenaza. Por eso, para prevenirla es preciso favorecer la confianza básica en uno mismo y en los demás, desarrollar expectativas y modelos positivos sobre las relaciones sociales, y adquirir habilidades para responder a la tensión emocional, características que comienzan a desarrollarse desde la primera infancia.

La envidia se produce casi siempre hacia personas que ocupan posiciones próximas, en relaciones que se esperan de igualdad, pero que se convierten en relaciones de desigualdad (asimétricas), en las que se ocupa una posición inferior que no se acepta. Por eso, para prevenir la envidia es preciso establecer desde la infancia relaciones adecuadas con los iguales.

Para prevenir la envidia, se debe aprender a relativizar las diferencias sociales y adquirir habilidades para elegir adecuadamente con quién, cómo y cuándo compararse, para evitar que dicha comparación tenga un efecto destructivo.
"Tené cuidado con quién te comparás", me decía mi primer psicólogo.

Aprender a colaborar, a dar y pedir ayuda, es un medio eficaz de adquirir habilidades para resolver los conflictos que suelen originar envidia. La conducta de ayuda tiene consecuencias psicológicas muy positivas para la persona que la emite, y puede contribuir a prevenir la envidia.

Pruébate a ti mismo que eres competente, adecuado y productivo, o demuéstrate que tienes un talento real en algo importante. Y no intentes motivarte a tí mismo mediante "deberías" y "no deberías" como si tuvieras que ser hostigado y amenazado antes de poder pretender hacer algo; los "...tendría que haber hecho..." son ofensas a tí mismo, y su consecuencia emocional es la culpabilidad; así, cuando diriges las afirmaciones de "debería" a otros, sientes enfado, frustración y resentimiento.

Re: Envidia
 

creo que tienes razon, una cosa conduce a la otra, sobre todo en esta fobia, que lo primero que te ataca es el autoestima...y empiezas a odiarte y a odiar a las personas, pero eso es manejable, aunque depende de cada uno... :roll:

La envidia limita, deforma y denigra todo lo que hacemos o sentimos. Como lo describe cierto escritor, «la envidia hace daño: parece apoderarse de nosotros, en cuerpo y alma; pocos sentimientos son tan abrumadores... salvo, quizás, el amor».

El escritor Rom Landau admitió: «La sabiduría acumulada a través de los tiempos, con todo lo que han dicho sobre este tema filósofos y psicólogos, no ofrece ninguna orientación al hombre atormentado por los celos. ¿Existe algún médico acaso que haya sanado alguna vez a alguien de los celos?»

Albert Barnes (escriturario del siglo XIX) escribió respecto a la envidia: «Es una de las manifestaciones más comunes de la maldad, y muestra a todas luces la extrema depravación del hombre. Si alguien pudiera descubrir los orígenes de todas las guerras, las contiendas y los planes mundanos —si encontrara los verdaderos orígenes de todas las intrigas y los propósitos incluso de las personas que afirman ser cristianas, que tanto contribuyen a estropear su religión y a contaminarla con ideas mundanas—, le sorprendería encontrar cuántas fueron consecuencia de la envidia. Nos duele que otras personas sean más prósperas que nosotros; deseamos poseer lo que ellas poseen, aunque no tengamos derecho a ello; y estos sentimientos nos impulsan a recurrir a diversas tácticas vergonzosas para impedir que disfruten de lleno de sus posesiones o para obtenerlas nosotros o para mostrar que no poseen tanto como se supone. De esta manera satisfacemos la envidia que sentimos en el corazón.»

Pero... «¿Quién hace que tú difieras de otro? En realidad, ¿qué tienes tú que no hayas recibido? Entonces, si verdaderamente lo recibiste, ¿por qué te jactas?» (1 Corintios 4:7.) No tenemos de qué jactarnos: nosotros no nos dimos la capacidad de desarrollar ciertos talentos o habilidades.

Además, «aun en la risa el corazón puede estar con dolor» (Proverbios 14:13). Así es tampoco nos engañemos idealizando las vidas de los demás.

Entiendo que se envidia a las personas que no se le tiene afecto alguno, y con ella aparece el rencor y la falta.
Para mi La envidia es la suma de estas dos sensaciones:
RENCOR + FALTA = ENVIDIA.
Honore hizo un gran análisis de una frase de Shakespeare, con respecto al ámbito y entorno que vivimos, nosotros elegimos como explotarno. Como así pueden tocar las mejores cartas y no saber que hacer, igualmente siempre la responsabilidad está en uno.
La envidia creo que está a la orden del día y vuelvo por un a recurri a un factor predominante de ella y esencial : LA COMPETENCIA.
Aparece nuevamente al compararnos con algún prototipo humano.
Las publicidades, la chusmas, el boca en boca; no hace ver que hay gente que tiene materiales, convocatoria; y la reacción puede llegar a ser de falta al sentirnos imposibilitados.
¿ Pero si luchamos para tener el otro, dejaríamos de ser nosotros ?
¿ Cambiamos por poder ?
¿ La falta de poder y las ganas de tenerlo, nos hace producir envidia de quien lo tiene ? Y un montón de preguntas más...

Sin duda la envidia está a la orden del dia, y yo varias veces he caído en ella.

Saludos
Percho