ese silencio
Esperando el autobús de mi hijo. Llegué. Había alguien esperando... dios mio tendré que hablar, dar conversación... palpitaciones, me falta aire... Quién era? Ah, ese chico tímido que espera a su hija... PAZ, ralajación... Nos pasamos unos diez minutos, juntitos, solos, sin decirnos NADA (sólo el hola de llegada). Qué relajada pasé el rato, sin pensar qué pensaría por no decir nada, si pensar que me observaba y me juzggaba por no hablar, sin pensar qué pensaría si me sonrojaba y atragantaba al decir "qué tiempo el de hoy, que calor!", sin pensar que el tiempo va despacio... Me sentí comprendida, respetada y aliviada. No es fácil encontrar dias como ese.
|
ooo si!, es muy genial cuando el silencio no es incómodo cuando estas con alguien. Simplemente es silencio. Detesto los silencios incómodos y, como tu dices, es difícil encontrar personas con las que se pueda estar en silencio sin que nazca incomodidad en tí o en ellos.
Aveces pienso que es esta sociedad, es como si ella no soportara el silencio. |
Cita:
|
Yo apoyo el derecho a encerrarse en un muro de piedra de diez metros de espesor y doscientos de alto, con un letrero que rece ¡Ay del que entre!, como el del Gigante Egoísta.
Así todos podréis gozar sintiendo que los demás desean vuestra compañía y disfrutando vuestra inalienable facultad de negársela. Yo me ahorro el muro, ya que, motu proprio, nadie se me acerca ni para preguntarme la hora. |
Hola, soy nuevo por aquí, voy abriendo las páginas de los temas y me sorprendo al reconocerme en tantos pensamientos y actitudes (algunos de ellos que aun me atormenta, otros que más o menos trampeo), lo cual despierta en mi justo lo contrario que aquí se plantea, es decir, unas enormes ganas de hablar o de escribir. Una muy, pero que muy extraña sensación de compartir sin rubor y ansiedad. Será el anonimato, digo yo. Será que esto es una pantalla y que no hay nadie a mi alrededor. Como en la parada del autobús.
Yo también firmo. Aunque... creo que incumpliría la norma muchas veces. Porque esta es una de las cosas que con mala leche o extrema simpatia, las dos cosas fingidas, voy trampeando. Creo haber aprendido, a base de mucho esfuerzo, a base de fijarme en lo que se supone que es lo normal en esas situaciones, a salvarlas por las bravas. Hace tiempo que decidí no sufrir más de lo necesario. Y estas situaciones: de la parada del autobús, o del asiento del tren cuando estás deseando que nadie se siente a tu lado y miras con mala leche a todos los que se te acercan para darles mala espina, o la imposibilidad de sentarse en la barra de un bar por miedo a que la persona de al lado te de los buenos días y tengas que responderle o ver como en la cola del pan todo el mundo te pasa por delante porque tu buenos días ni se ha oído y has acabado en el rincón de la tienda con terror a pedir y con terror a salir y, bueno, el catálogo creo que lo conocemos todos, y en casi todas estas situaciones, casi siempre, si no tengo el día muy malo (bueno, la verdad es que solo salgo de casa si no tengo el día medianamente bien, con lo cual tampoco es mucho mérito), las salvo. Saludo, sonrió, alzo la voz tras dar los buenos días varias veces sin ser oído. O ataco yo primero y suelto cualquier comentario sobre cualquier cosa y aprovecho cualquier palabra del otro para soltar cuatro frases graciosas y si el interlocutor parece sonreir ya no lo suelto para que no se vuelva a producir el silencio que me hará sentir fracasado. Vamos, sería vuestro terror estando en vuestra misma situación! Buf! No me juzguéis si me encontráis! Lo he pasado tan mal tantas veces por esas pequeñas cosas. El miedo a las palabras tiene el mismo peso que el miedo al silencio. Son la misma cosa, el mismo extremo. Supongo que lo normal esta como siempre en la mediania. A ver si algún día... |
Cita:
No es el anonimato, ya lo veras pq si llegas a conocer personas de este foro sigues en el mismo plan, yo creo q es pq sabes q todos hemos pasado por lo mismo, me imagino q sera por eso o por algo del grupo |
Razón lleváis
Tienes razón Dritzz, pero es lo que decía, me da la verborrea al estar por aquí. Pero que difícil es en la cola del pan!
O en la del punto de control de los trenes, como este domingo. Yo intentado pasar y una señora de cháchara con el interventor. Creo que ando tan encogido que ni me ven, porque vamos, yo estaba allí de pie con dos maletas y no se apartaron. Susurré un "disculpe" que yo oí en mi cerebro como un grito salvaje. Pero nada, debió de ser un suspiro porque no se inmutaron. Probé con otra fórmula e intentando alzar la voz: "Me permite". ¿Por qué seré tan rematadamente educado? Nada, que parece que sigo emitiendo sonidos de ultratumba porque no se mueven ni un centímetro. Al final, respiro profundamente y suelto: "A ver si me dejan pasar de una vez que pierdo el tren". En mi cerebro resuena un "cojones", que no emito. Acabo pasando teniendo que refregarme contra la mujer y la pared, porque ni se han dado cuenta de que estoy allí. ¡Pero si he creído que gritaba y me enfadaba! Pues no, debió de ser cómo en tantas otras ocasiones en que me creo que estoy interviniendo en una situación social de lo más normal pero que soy incapaz de resolver porque aunque yo crea que grito lo único que hago es balbucear. Gracias por la bienvenida! De verdad que no hay nada como estar medianamente bien, pensar en estas cosas y que me dé la risa. |
Cita:
|
No lo creo. De momento, no veo forma de obtener tal contacto. Para espantar a los demás, basta darle patadas verbales cada vez que se te dirijan, y si aún así no se te despegan, al menos te enorgulleces pensando en cuánto vales, y en lo babosos que son los demás, que están dispuestos a comer mierda por ganarse tu favor.
Qué barbaridad, caramba... |
Cita:
|
Gracias por tu advertencia, pero me da igual. ¿Qué ganaría yo adoptando vuestra postura? ¿Evitar un dolor futuro (que, por otro lado, dudo que me llegue jamás), a cambio de condenar mi vida a una monotonía horrible? No me interesa. Déjame buscar mi tesoro, que me sobrará tiempo de lamentarme en el remoto caso de que lo encuentre.
|
Por cierto, yo ni me atrevería a clasificarme como fóbico social, ni estoy completamente vacío —aunque por poco, es cierto— de las experiencias más elementales que enumeras, y más de una vez sentí ese súbito rechazo —en mi opinión cobarde— ante pequeñas oportunidades largo tiempo deseadas, pero otras muchas veces me quedé deseando más.
¿Sabes que me recuerdas mucho a un tal JMVV? :lol: |
Cita:
|
Re: ese silencio
Cita:
amiga antigua, creoq ue piensas mucho las cosas mas pequeñas de la vida, quiero decir con estoq ue ha sido toda una odisea para ti loq ue para muchos es un hola en todo caso y ya esta y no tiene por que haver ni tan siquiera ese saludo, y yo me pregunto por que nos comemos el coco con estas cosas ahora lo digo por mi tb ya que me paso lo mismo en la parada dela utobus hace unos dias sin llegar al extremo de palpitaciones yo tengo que decir que fueron varios los desconocidos que se sentaron a mi vera me dijeron hola, les respondi y me calle pasando completamente del tema, no hubo mas acercamiento por parte de algunos, exceptuando los mas "sociables" que seguian con la conversacion con cuestiones como ¿que autobus a sido el ultimo en llegar?,¡que calor hace¡, a todo respondia pero llanamente sinq ue se metan mas dando a entender respetuosamente que mi deseo no es hablar con ellos, y la verdad si por una parte, no dicen nada otros solo un hola, mientras que los que inutilmente insisten son callados por la ausencia de mas conversacion que un si un no y miro para otro lado no insisten mucho, es curioso pero aun siendo a si me quedo pensando uff espero que no venga otro a molestarme....bueno un saludo antigua, del dr ansiedad. |
dransiedad, dices que "creoq ue piensas mucho las cosas mas pequeñas de la vida"
ya lo sé, pero dónde está el "clic" para no hacerlo?? gracias |
La franja horaria es GMT +1. Ahora son las 04:54. |
Desarrollado por: vBulletin® Versión 3.8.11
Derechos de Autor ©2000 - 2024, Jelsoft Enterprises Ltd.